La Palabra nos vuelve a recordar que Jesús está de camino... NUESTRA VIDA ES CAMINO PORQUE JESÚS ES CAMINO.
Allí sucede el encuentro que rompe modos de actuar y que transforma la vida.
Allí se aprende a buscar que es lo importante... lo verdaderamente esencial... lo que da sentido a la vida.
"En el camino", Jesús hace de María, una discípula, una mujer de escucha.
Rompiendo toda regla que dice que la mujer debe permanecer en la inferioridad que ha nacido, replegada en el hogar -sujeta al varón- en el silencio y el anonimato.
La Mujer Discípula del Evangelio tiene NOMBRE.
Es una actitud que invita a permanecer en la intimidad que crea la Palabra escuchada; independientemente de lo que se haga.
Actitud que invita a estar conectada con una Presencia que verdaderamente responde al anhelo de Identidad que todos llevamos dentro...
"...porque sólo de la abundancia del corazón hablará la boca"
Porque solo quién guarda "las señales de Identidad" que llevamos dentro, será capaz de romper con los moldes que culturalmente quieren imponerse.
Y descubrir -porque se permaneció consciente- que detrás de lo rígido y cerrado de la vida hay una Presencia que nos descubre lo mejor de nosotros mismos... y que no es posible identificarlo con ningún otro modo que no sea el de Jesús... que es AteNción... aPertUra... y EntRega.
MARÍA ES UN LLAMADO A GUARDAR
UN RINCÓN DEL CORAZÓN
PARA EL SILENCIO.
Silencio que desnuda los miedos y los vacíos que ocultamos.
Y descubrir -porque se permaneció consciente- que detrás de lo rígido y cerrado de la vida hay una Presencia que nos descubre lo mejor de nosotros mismos... y que no es posible identificarlo con ningún otro modo que no sea el de Jesús... que es AteNción... aPertUra... y EntRega.
MARÍA ES UN LLAMADO A GUARDAR
UN RINCÓN DEL CORAZÓN
PARA EL SILENCIO.
Silencio que desnuda los miedos y los vacíos que ocultamos.
Silencio que crea espacio, dónde es posible recibirse; es cómo un "descalzarse" de todo juicio para hacerse "todo escucha".
La actitud de María, es un llamado a la unidad del corazón, a esa parte de la vida que anda dispersa por tantas cosas que cree necesitar... "porque es la moda"... o para llenar vacíos... o dispersa por tantos juicios hacia los demás.
María nos descubre, de alguna manera, la presencia de esas ENTRAÑAS AMBICIOSAS -que se ven impedidas del "gozo de vivir" porque siempre les falta algo; o la satisfacción de lo que necesitaban no fue según lo esperado... provocando así desesperanza, tristeza, desconfianza y aun, desgano en el hacer, aunque esto hubiese sido elegido.
MARÍA CUESTIONA NUESTRA ANSIEDAD,
Y NUESTROS ENCIERROS ESTÉRILES
QUE NO POSIBILITAN NINGUNA COMUNIÓN...
Sin silencio no hay posibilidad de verdadero encuentro.
Pero solo será posible "permanecer a los pies de Jesús... escuchando su palabra"... si nos animamos a romper... como María... con aquellos "deberías" que culturalmente -o familiarmente- se imponen y presionan nuestro interior.
María rompe con lo que se espera de ella... rompe con lo que culturalmente debería haber hecho... por ende, con aquello de "para qué sirve una mujer".
María rompe con los modelos de relación aprendidos que, dejaban a la mujer en situación de inferioridad aún, en relación con Dios.
María rompe con aquello que la dispersa... con aquello que la obliga a responder de una determinada manera... como si de ello dependiera la aceptación o el valor de su persona (soltemos el miedo a equivocarnos).
María actúa desde aquello que le da "VERDADERA IDENTIDAD"; desde una "Palabra escuchada" que es capaz de Iluminar e Integrar todos los aspectos de su vida.
Una PALABRA QUE ES ANTERIOR a cualquier palabra o acto que se haga después.
MÁS AÚN... ES SU FUENTE.
SOLO LA VERDAD HACE LIBRES.
Nos RECONCILIA con nuestra condición de "no perfectos",
de estar de camino.
Nos regala la percepción de lo GRATUITO
Pd. recibimos en la medida del espacio desalojado
Pero solo será posible "permanecer a los pies de Jesús... escuchando su palabra"... si nos animamos a romper... como María... con aquellos "deberías" que culturalmente -o familiarmente- se imponen y presionan nuestro interior.
María rompe con lo que se espera de ella... rompe con lo que culturalmente debería haber hecho... por ende, con aquello de "para qué sirve una mujer".
María rompe con los modelos de relación aprendidos que, dejaban a la mujer en situación de inferioridad aún, en relación con Dios.
María rompe con aquello que la dispersa... con aquello que la obliga a responder de una determinada manera... como si de ello dependiera la aceptación o el valor de su persona (soltemos el miedo a equivocarnos).

Una PALABRA QUE ES ANTERIOR a cualquier palabra o acto que se haga después.
MÁS AÚN... ES SU FUENTE.
SOLO LA VERDAD HACE LIBRES.
Y CREA COMUNIÓN CON LOS DEMÁS.
PORQUE SIN VERDAD, NO HAY VERDADERO ENCUENTRO.
SOLO LA VERDAD HACE LIBRES.
Ahuyenta los REPROCHES y las peleas que interiormente cargamos.
Nos LibEra de los PREJUICIOS culturales que dicen como deben ser las cosas.SOLO LA VERDAD HACE LIBRES.
DeSata nuestras vidas de la ANSIEDAD que nos produce la propaganda.Nos RECONCILIA con nuestra condición de "no perfectos",
de estar de camino.
Nos regala la percepción de lo GRATUITO
QUE VIENE POR EL SIMPLE HECHO DE RESPIRAR... DE ESTAR VIVOS.
"SOLO UNA COSA ES NECESARIA..."
Pd. recibimos en la medida del espacio desalojado
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