Es posible sentir un cierto descontento al darnos cuenta lo rápido que podemos perder la paciencia o la serenidad interior.
Alguien que conocíamos o no entra en nuestra vida y nos hace sentir inseguros o ansiosos o nos enoja... cómo si de esa persona dependiéramos.
A cuántos le hemos dado el poder de manejar nuestra vida cómo si fuesen ellos la norma... y con cuánta rapidez una parte nuestra se deja llevar por su influencia haciendo que dudemos aún de lo más valioso... y terminamos creyendo que ellos saben más.
Con humildad de corazón "reclama QUIÉN ERES".
Reconoce tus emociones y elige vivirlas desde un sentido más profundo... "ya eres valioso, ya sos amado"... y esto aunque requiera de mucho tiempo y de lucha.
Vuelve a Aquel que es fundamento de tú vida y deja que tus palabras y tus gestos surjan de allí.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario