Miramos con los ojos del corazón este sitio sagrado en donde muchos hombres y mujeres “vasijas” supieron reconocer a Jesús sólo porque conservaban la mirada limpia (de rencores, de ofensas, de agresiones, de malos juicios, de críticas negativas, de incredulidad…).
“Felices los puros de corazón porque verán a Dios”.
Por eso fueron capaces de VER, en la noche oscura, una luz distinta, intensa, que venís de lo Alto.
En este día vamos a rezar junto a los PASTORES de Belén que no dudaron de la irrupción de Dios en sus vidas sencillas. Que ellos nos ayuden a descubrir lo sagrado en lo cotidiano, en el trabajo diario, en las tareas de todos los días.
A cada suplica respondemos:
PEQUEÑO PASTOR, ENSEÑANOS A MIRAR
A mirar con esperanza…
A mirar con ternura…
A mirar con confianza…
A mirar cuando la luz se atenúa…
A mirar cuando la paz se va de casa…
A mirar al otro con mirada hermana.
Rezamos juntos:
A LA INTEMPERIE, PASTOR, NADA TEMES
DESDE AQUÉL QUE TODO LO PUEDE
UN COBIJO HAS RESERVADO
Y EN ÉL AL NIÑO ESPERAS SONRIENTE.
ESTÁS ATENTO AL CORAZÓN DE LA NOCHE
MIENTRAS DUERMES
PARA ESCUCHAR EL LATIDO CUANDO SUENE
Y CORRER LIGERO ADONDE UN NIÑITO
PARA TI REGALOS TIENE.
SERÁ DIOS HECHO HOMBRE QUE HA NACIDO
Y SER HALLADO EN SUS PAÑALES QUIERE
EN EL HUECO EN QUE EL AMOR ENCONTRÓ ABRIGO.
Y UN PEQUEÑO PASTOR A CONTEMPLARLO LLEGUE…
QUE SEPAMOS, PASTOR, MIRAR POR TODOS LADOS
POR DONDE SEA QUE LA GRACIA LLEGUE.
AMÉN.
Te pedimos, Padre, que aprendamos a mirar con amor no sólo por nuestro bien sino también para que muchos otros hermanos puedan descubrir cómo Dios se hace presente en la vida de su pueblo y nos invita a contemplarlo con corazón agradecido.
Así sea.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario