Cuarto día: MIRAR AL ÁNGEL

Centramos nuestra mirada en el ÁNGEL del Señor que había anunciado a María que sería la Madre de Dios. El Ángel viene a la vida de María como si fuera un gran desembarco de Dios, como si Dios por un instante anclara su barca en las orillas de su corazón y se hiciera presente en su tierra de modo tan concreto y evidente que sorprende y hasta la deja un poco confundida…

Así entró el ÁNGEL a la intimidad de la casa de la Virgen… como rostro de Dios, voz del Espíritu, gesto palpable, palabra, presencia, certeza… entró el Ángel con delicadeza, con respeto, sin estruendos, casi imperceptible…

Pongamos la atención de nuestro corazón en el ÁNGEL y pidamos que nosotros también seamos capaces de ser presencia de Dios para otros muchos hermanos que esperan que la palabra del Evangelio adquiera rostro y voz concreto en el gesto cotidiano, en la convivencia diaria, en la vida compartida…

-cerca del Ángel del pesebre, encendemos una pequeña velita-

El ÁNGEL del Señor, el mensajero de Dios, el enviado, llevaba guardado el anuncio más preciado para la humanidad: el ÁNGEL del Señor fue obediente y cuando fue el tiempo oportuno supo llegar hasta dónde se le había indicado, y supo hablar con simpleza, y supo serenar la inquietud del corazón de María, y también fue prudente porque entendió cuándo debía retirarse y dejarla sola.

Digamos a cada oración:
SEÑOR, QUE SIEMPRE ESTEMOS DISPUESTOS A SER PORTADORES DE TUS PALABRAS.

Cuando nos cueste establecer canales de diálogo y entendimiento…
Cuando el silencio y la soledad lastimen el corazón…
Cuando muchos hombres y mujeres no reciben una palabra de aliento para seguir de pie…
Cuando las dificultades diarias nos superen y nos sintamos agobiados…
Cuando experimentemos alegría y consuelo…
Cuando estemos a gusto con nuestras familias y amigos…
Cuando participemos de actividades grupales y comunitarias…



Rezamos juntos
ÁNGEL DEL SEÑOR,
QUE SALUDASTE EN MARÍA A TODA LA HUMANIDAD
Y EN TU SALUDO ALEGRASTE AL MUNDO
CON LA PALABRA QUE TRAÍAS DEL CORAZÓN DEL PADRE:
TE PEDIMOS QUE TAMBIÉN NOSOTROS SEAMOS CAPACES DE ESCUCHARTE.

PORQUE TU ANUNCIO DESPIERTA, LEVANTA Y RESUENA DENTRO COMO UNA LLAMADA.
PORQUE TU MENSAJE ES LUZ Y FUEGO ARDIENTE Y ABRASADOR, QUE BRILLA EN LAS OSCURIDADES DIARIAS.

PORQUE TU SALUDO ES VIDA QUE CORRE VELOZ A DERRAMARSE EN NOSOTROS; PARA QUE TODOS CANTEMOS LA GRANDEZA DEL DIOS QUE SALVA Y LIBERA.

PORQUE TU INVITACIÓN NOS ABRE A LA VIDA. Y NOS ANIMA A HACER FRENTE A LA OPRESIÓN, AL HAMBRE Y A LA SED. NOS DISPONE A ROMPER CUALQUIER ESCLAVITUD Y QUEBRAR CUALQUIER CERCO.

PORQUE EN TU PROMESA SE PRONUNCIA LA BUENA NOTICIA.
AQUÍ ESTAMOS, SOMOS SERVIDORES DEL SEÑOR, QUE SE CUMPLA EN NOSOTROS TAMBIÉN LO QUE ÉL DIGA.


Oración final
Te pedimos Padre que, 
así como por medio del Ángel la humanidad escucho el anuncio liberador del “Dios con nosotros”, 
haz que trabajemos incansablemente para que esa Buena Noticia sea palabra de ánimo y gesto cotidiano.
Así sea

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