Todos estamos inmersos en un OCÉANO INMENSO. Ser alcanzados es percibirnos que somos parte de esa PALABRA que aunque la sentimos venida de fuera, esta dentro nuestro. Las reflexiones que aquí comparto no son más que señales, intuiciones; cómo "bocanadas de aire" como cuando el pez sale a la superficie. Hermano Walter Ofm
domingo, 3 de diciembre de 2023
De TALENTOS, URGENCIAS y MIEDOS. Cfr. Mt 25,
sábado, 2 de diciembre de 2023
“Asomados a la puerta” – Mc 13, 33-37
Este tiempo nos invita a volver a descubrir que toda la vida humana es adviento… que lo que esperamos que venga ya está dentro de nosotros… pero cómo andamos distraídos y dormidos por falsas ilusiones y por tantas cosas que consumimos, lo seguimos esperando que venga de fuera o que se dé en el futuro.
¿Qué estamos esperando nosotros de Dios? Tal vez una vida sin dolores ni sufrimientos… una vida dónde no haya conflictos… una vida dónde tengamos más para consumir más … una vida más cómoda… y sin interferencias ni personas inoportunas.
Todo esto es lo que también esperaba aquella comunidad cristiana y Jesús los defraudó … no entendieron que lo que salva… lo que hace una vida plena… lo que la hace más humana - más de Dios - es hacer de la propia vida un don.
Nosotros también podemos caer en la tendencia a esperar de Dios una salvación buscando que nos aseguré lo qué ya tenemos… o lo qué queremos para después... dónde el centro seguimos siendo nosotros.
Miremos la imagen de los que están "asomados a la puerta" en el evangelio… nada los ha dormido… no están haciendo cálculos de cómo asegurarse la vida… si sintieron miedo o cualquier otra cosa no han buscado cosas para distraerse... no los ha dormido el cansancio de la espera de que los cambios tarden ni tampoco se han desesperado por lo dificultoso de la vida… están en la puerta, despiertos y pacientes, no están ansiosos esperando que la noche pase rápido o que suceda algo extraordinario … sino que son capaces de mirar más allá de la noche.
Son capaces de mirar por fuera de sus propias conveniencias… por fuera de sus malestares… por fuera de la comodidad… están despiertos… saben que la vida es mucho más que el tener o no tener…el ser reconocido o no… que la vida es mucho más que este conflicto o está persona o este dolor…
Son capaces de mirar por fuera del propio ego que se resiente… que busca venganzas… que juzga… que se siente herido… que justifica su indiferencia… que encierra la vida con ilusiones de cosas qué podrían darse o en lamentaciones por lo que fue... y que sigue soñando con una salvación a la medida de sus cortas necesidades.
Son capaces de mirar por fuera de lo que sienten… "de lo que pintó" –cómo dicen los jóvenes- para permanecer en sus decisiones – en sus opciones- aun cuando sienten la incertidumbre de no tener todo claro.
Por mirar por fuera… hombres y mujeres de todos los tiempos… fueron capaces de descubrir al Dios viniendo… al Dios naciendo…en lugares que tal vez en otro tiempo hubiese sido imposible decir “ahí está nuestro Dios”.
Sean nuestras maestras para volver a abrirnos si la noche o lo incierto nos encerró… y volver a confiar.
Y de esa manera nos lleven a descubrir la necesidad que tenemos de que la vida sea algo más qué el conseguir esto o aquello... porque sin sed de verdad no hay verdadero anhelo.
martes, 3 de octubre de 2023
"Más POBRE que un leño seco, más LLENO de sol que el verano."
Pero, si por humana debilidad, no consigues ser santo, procura entonces ser perfecto con toda tu alma, con todo tu corazón y con todas tus fuerzas.
Si, a pesar de todo, no consigues ser perfecto, por culpa de la vanidad de tu vida, intenta entonces ser bueno con toda tu alma, con todo tu corazón y con todas tus fuerzas.
Si, con todo, no consigues ser bueno, debido a las insidias del Maligno, trata entonces de ser razonable con toda tu alma, con todo tu corazón y con todas tus fuerzas.
Si, al final, no consigues ser santo, ni perfecto, ni bueno, ni razonable, a causa del peso de tus pecados, procura entonces llevar esta carga delante de Dios y entrega tu vida a la divina Misericordia.
Si haces esto sin amargura, con toda humildad y con jovialidad de espíritu, movido por la ternura de Dios, que ama a los ingratos y a los malos, entonces comenzarás a sentir lo que es ser razonable, aprenderás en qué consiste ser bueno, lentamente aspirarás a ser perfecto y, por fin, suspirarás por santo.
Si haces todo esto día a día, con toda tu alma, con todo tu corazón y con todas tus fuerzas, entonces, hermano, te aseguro que estarás en el camino de Francisco de Asís y no te hallarás lejos del Reino de Dios.”
Pero también es volver a caer en la cuenta de que dentro de cada uno de nosotros vive un santo y un demonio. Como en Francisco.
Detrás del Santo se oculta una persona que ha conocido lo oscuro que también hay en el corazón humano, aquellas cosas que nos desgarran: instintos de muerte conviviendo con instintos de vida; impulsos de comunión y donación y pulsiones de egoísmo, de rechazo y de mezquindad; deseos de Dios (de bondad, de verdad, de justicia, de servicio…) junto a todo eso que nos vuelve cómodos, indiferentes, lejanos a los demás… hasta la negación de lo trascendente en nosotros.
Nada de todo esto está ausente en la vida de Francisco. Sería ingenuo y también desconocimiento de sí mismo, creer que la vida de un santo ha sido siempre fácil, risueña.
Si es santo, justamente es porque ha sentido todo esto, pero tal vez no con-sintió con estas fuerzas oscuras; pero no las reprimió (las sintió) y optó haciendo que el proyecto de Jesús trazará un camino para todas ellas.
Francisco se dejó poseer por la fuerza del deseo que lleva a totalizar la vida, las energías, los afectos.
Todos llevamos dentro esta fuerza… fuerza que por su propia naturaleza constituye la energía básica de la vida y que se expanden en todas las direcciones.
Es fuerza que se presta a la construcción como a la destrucción (puede ser ángel o demonio); es fuerza que busca saciar algo que no tiene (carencia-satisfacción), por esa razón podrá ser fuerza que se expresa como entrega, como amor que se abre… o se expresará de manera posesiva, rechazando y usando.
Una vida sin este deseo, sin está fuerza vital será una vida llevada por la apatía –contraria a la pasión- y por la indiferencia –contraria al amor-.
¿Cuál fue el comportamiento que le permitió crecer en la libertad?
Podríamos decir que ante nosotros, como ante Francisco, se presentan dos opciones, dos caminos: el del perfecto (figura de la flecha que orienta y apunta) o la de aquel que abraza sin rechazar (figura del círculo, que engloba e integra).
El primero intenta no escuchar lo que puede llegar a sentir como contrario a lo que ansía vivir. Trata de “demonio” lo que siente como “malo”.
El segundo, sin saberlo tal vez, fue el camino de Francisco. Es capaz de abrazar todo cuanto se experimenta a partir de una intuición que se percibe como esencial. No reprime nada… no le teme a sus pasiones… se anima a dialogar con ellas.
Y al no condenar ni tratarlas con violencia, lo negativo pierde fuerza y se va de a poco comportando como una fiera domesticada. Y se rompe con el deseo de controlar… dando paso a gestos de una profunda ternura.
La razón y el control nos acartonan… y tras el pretexto de “querer hacer las cosas bien” se deshumanizan las relaciones con los demás. .es capaz entonces de romper con lo razonable… con el deseo de control…
Francisco fue capaz de sentir y vivir un amor tierno porque antes se encontró con lo oscuro del propio corazón; porque si se niega una, se pierde la otra.
Y supo por experiencia que este abrazo que integra es un camino con muchas idas y venidas, ascensos y caídas, renuncias y reconquistas. Supo que la presencia de esa oscuridad que divide es un duro golpe contra el “Yo” que busca afirmarse, que no quiere reconocer su parte negativa, sino que busca ocultarla e incluso negarla.
Cuando se considera “gusanito pecador” está justamente hablando de esas zonas donde habitan “los lobos” que precisan continuamente diálogo “sin juicio ni condenas”… diálogo con tiempo para integrarlos…
Y allí se experimentó liberado…
¿Cómo domesticar las cuestiones que a nosotros nos afligen? Es más que elaborar unas teorías. Significa hacer camino que debe ser andado día a día sin esa falsa ilusión de que algún día desaparecerán. Y justamente porque no desaparecen, nos enojamos… nos desalentamos y abandonamos la búsqueda.
Lo más curioso, en Francisco, es que la conciencia de lo negativo no fue acompañada en él, como suele suceder, por un sentimiento de tristeza y de amargura, sino de una profunda alegría.
Misericordia que significa el amor compasivo y tierno de Dios, que es infinitamente más grande que todas nuestras debilidades (aún de nuestro pecado).
MISERICORDIA QUE SIGNIFICA QUE DIOS ES MÁS GRANDE QUE NUESTRO CORAZÓN.
La consecuencia es que todo en nosotros puede ser también camino de encuentro.
Francisco tiene experiencia de que nada, jamás, podrá impedir que Dios lo siga amando. De ahí que las relaciones entre hermanos deberían expresar esa misma misericordia sin límites.
Aceptar lo sombrío –lo oscuro- de los hermanos es expresión de la aceptación de las propias sombras.
Francisco comprende que esto hace más humana la vida y al mismo tiempo rompe con todo fariseísmo y distanciamiento, que son como barreras que ponemos ante lo negativo.
Francisco dice sobre la “perfecta alegría” o la “perfecta libertad”:
Cómo San Francisco enseñó al hermano León en qué consiste la alegría perfecta
Iba una vez San Francisco con el hermano León de Perusa a Santa María de los Ángeles en tiempo de invierno. Sintiéndose atormentado por la intensidad del frío, llamó al hermano León, que caminaba un poco delante , y le habló así: ¡Oh hermano León!: aun cuando los hermanos menores dieran en todo el mundo grande ejemplo de santidad y de buena edificación, escribe y toma nota diligentemente que no está en eso la alegría perfecta.
Siguiendo más adelante, le llamó San Francisco segunda vez: ¡Oh hermano León!: aunque el hermano menor devuelva la vista a los ciegos, enderece a los tullidos, expulse a los demonios, haga oír a los sordos, andar a los cojos, hablar a los mudos y, lo que aún es más, resucite a un muerto de cuatro días, escribe que no está en eso la alegría perfecta.
Caminando luego un poco más, San Francisco gritó con fuerza: ¡Oh hermano León!: aunque el hermano menor llegara a saber todas las lenguas, y todas las ciencias, y todas las Escrituras, hasta poder profetizar y revelar no sólo las cosas futuras, sino aun los secretos de las conciencias y de las almas, escribe que no es ésa la alegría perfecta.
Yendo un poco más adelante, San Francisco volvió a llamarle fuerte: ¡Oh hermano León, ovejuela de Dios!: aunque el hermano menor hablara la lengua de los ángeles, y conociera el curso de las estrellas y las virtudes de las hierbas, y le fueran descubiertos todos los tesoros de la tierra, y conociera todas las propiedades de las aves y de los peces y de todos los animales, y de los hombres, y de los árboles, y de las piedras, y de las raíces, y de las aguas, escribe que no está en eso la alegría perfecta.
Y, caminando todavía otro poco, San Francisco gritó fuerte: ¡Oh hermano León!: aunque el hermano menor supiera predicar tan bien que llegase a convertir a todos los infieles a la fe de Jesucristo, escribe que ésa no es la alegría perfecta. Así fue continuando por espacio de dos millas. Por fin, el hermano León, lleno de asombro, le preguntó: Padre, te pido, de parte de Dios, que me digas en que está la alegría perfecta. Y San Francisco le respondió:
Si, cuando lleguemos a Santa María de los Ángeles, mojados como estamos por la lluvia y pasmados de frío, cubiertos de lodo y desfallecidos de hambre, llamamos a la puerta del lugar y llega malhumorado el portero y grita: "¿Quiénes sois vosotros?" Y nosotros le decimos: "Somos dos de vuestros hermanos". Y él dice: "¡Mentira! Sois dos bribones que vais engañando al mundo y robando las limosnas de los pobres. ¡Fuera de aquí!" Y no nos abre y nos tiene allí fuera aguantando la nieve y la lluvia, el frío y el hambre hasta la noche. Si sabemos soportar con paciencia, sin alterarnos y sin murmurar contra él, todas esas injurias, esa crueldad y ese rechazo, y si, más bien, pensamos, con humildad y caridad, que el portero nos conoce bien y que es Dios quien le hace hablar así contra nosotros, escribe ¡oh hermano León! que aquí hay alegría perfecta.
Y si nosotros seguimos llamando, y él sale fuera furioso y nos echa entre insultos y golpes, como a indeseables importunos, diciendo: "¡Fuera de aquí, ladronzuelos miserables; id al hospital, porque aquí no hay comida ni hospedaje para vosotros!" Si lo sobrellevamos con paciencia y alegría y en buena caridad, ¡oh hermano León!, escribe que aquí hay alegría perfecta.
Y si nosotros, obligados por el hambre y el frío de la noche, volvemos todavía a llamar, gritando y suplicando entre llantos por el amor de Dios, que nos abra y nos permita entrar, y él más enfurecido dice: "¡Vaya con estos pesados indeseables! Yo les voy a dar su merecido". Y sale fuera con un palo nudoso y nos coge por el capucho, y nos tira a tierra, y nos arrastra por la nieve, y nos apalea con todos los nudos de aquel palo; si todo esto lo soportamos con paciencia y con gozo, acordándonos de los padecimientos de Cristo bendito, que nosotros hemos de sobrellevar por su amor, ¡oh hermano León!, escribe que aquí hay alegría perfecta.
Y ahora escucha la conclusión, hermano León: por encima de todas las gracias y de todos los dones del Espíritu Santo que Cristo concede a sus amigos, está el de vencerse a sí mismo y de sobrellevar gustosamente, por amor de Cristo Jesús, penas, injurias, oprobios e incomodidades.
Pero en la cruz de la tribulación y de la aflicción podemos gloriarnos, ya que esto es nuestro; por lo cual dice el Apóstol: No me quiero gloriar sino en la cruz de Cristo.
A él sea siempre loor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Queda claro que la perfecta alegría no tiene que ver con todo lo positivo que podamos tener o por más religiosos que seamos, sino en la negatividad asumida con amor.
La perfecta alegría o la perfecta libertad no consisten en ser un gran santo, ni un sanador portentoso, ni un sabio genial, ni un misionero capaz de convertir a todos los infieles, sino en aceptar lo que la vida tiene de conflicto, de ruptura, de contra tiempo, de crisis…
Consiste en recibir eso que llega, dejando de renegar… creciendo con eso que viene a nosotros bajo muchos ropajes (rechazos, indiferencias, no ser reconocidos, dudas, críticas, murmuraciones, juicios, proyectos frustrados, etc) que pueden desalentarnos y hacer que abandonemos aun lo que creíamos o lo que estábamos haciendo por los demás.
La perfecta alegría o la libertad perfecta provienen de un amor tan intenso que no sólo es capaz de soportar, sino de amar y abrazar alegremente la propia negatividad.
Quién vive desde aquí es verdaderamente libre, pues nada lo vive como amenaza… y por ende nada transforma su actitud en amargura. Se sabe libre porque se posee totalmente a sí mismo y se sabe en las manos de Alguien que es más grande que su propio corazón.
sábado, 3 de junio de 2023
DOS MUJERES. UN ENCUENTRO.
Y lo más sencillo, cómo puede ser un encuentro de mujeres que se necesitan, se transforma en buena noticia.
Cuando lo "más verdadero de cada una" se hace presente -que surge como Don de la Fuente que las habita... que coincide con esa humanidad abierta y disponible...- entonces, lo cotidiano -aún lo adverso- tiene la fuerza de transformar la historia.
lunes, 22 de mayo de 2023
Virgencita de la Peña
Que te invitan a levantar la mirada.
Que renuevan la esperanza.
Son cómo caricias al corazón.
Presencia silenciosa pero fuertísima...
que atrajo el corazón y la mirada de todos.
Un silencio que se hace escucha de Aquel que habita esta sagrada tierra que es cada uno...
sábado, 13 de mayo de 2023
Reclama QUIÉN ERES.
Un AMOR ASÍ NO TIENE LÍMITES. Jn 14, 15-21
Podríamos decir que es la experiencia de no recibir aquello que se siente como necesidad.
lunes, 8 de mayo de 2023
"No pierdan la paz..." Jn 14, 1-12
¿Quién de nosotros elegiría confiado si de eso dependiera la presencia o no de los demás?
Nuestra libertad interior cómo nuestra esperanza se fundamentan en la presencia de un AMOR que todo lo abarca... de una VIDA que cómo una Fuente brota desde dentro, continuamente... siempre... suscitando, casi imperceptiblemente, a recomenzar cada día, a sentirnos aceptados por lo que somos... y en dónde estamos.
En esa "CASA" dónde transcurre la vida nadie apura... no hay ritmos que cumplir... todo lo de cada uno se puede transformar en camino... porque de ese AMOR NADA NI NADIE PUEDE SEPARARNOS.
Pero, ¿Cómo vamos a reconocer semejante INCONDICIONALIDAD habitando nuestra existencia si nos cuesta tanto reconocernos a nosotros mismos?
O... ¿Cómo es posible que la presencia de Dios en nosotros no sea proporcional a la percepción de bondad que tenemos de nosotros mismos?
¿Cómo es posible que el AMOR siga siendo fiel con aquellos que nosotros hemos dado por perdidos?
Y Jesús les dijo: -"Yo soy el camino, y la verdad y la vida..."
Su experiencia humana atestigua qué el AMOR no se correrá jamás... que el DON y la APERTURA siguen estando allí dónde es imposible que estén...
Basta con mirar cada gesto de Jesús, escuchar cada palabra, basta con mirar la cruz... porque "el que me ha visto, ha visto al Padre".
Por eso la VERDAD atestigua que todo en nuestra vida lleva dentro una posibilidad de escucha... de transformación personal... de salida a los demás...
miércoles, 3 de mayo de 2023
SEAMOS aprendices del ARTE que "hay en sus manos"
domingo, 30 de abril de 2023
"HIJO DE JOSÉ, EL CARPINTERO..."
La vida de Jesús está atravesada no solo por ese tiempo de predicación, sino que también hubo un tiempo silencioso... el vivido en la casa materna... dónde ciertas formas de poder o de ciertas búsquedas de comodidad o riqueza no tuvieron lugar...
Para aprender a ser creyentes:
Feliz día del trabajador
Cómo el Bueno de los pastores. Jn 10, 1-10
No puede ser una obligación ni puede surgir de una exigencia... sí, tal vez, suponga un constante trabajo con nosotros mismos.
Dependerá de las voces qué escuchamos; de las violencias reconciliadas o no; del perdón y la confianza recibida... etc.
El qué se sabe BUENO es aquel que se sabe valioso por el simple hecho de existir.
De nada ni de nadie depende su "ser valioso y amado" porque es REGALO INCONDICIONAL.
Esto no se pierde jamás...
Esa BONDAD connatural nos desprotege... nos hace responsables de nuestras heridas... nos hace disponibles y cercanos... abiertos... compañeros en la vulnerabilidad... despreocupados de nuestra ganancia personal.
En la BONDAD no hay lugar para los dobles mensajes ni para los chantajes... ni para la búsquedas de privilegios... ni para la cerrazón sea por la razón que sea... ni tampoco para la crítica ni para el chisme que además de herirnos, nos vuelve ciegos e ignorantes.
La BONDAD libera.
Abre caminos dando siempre nuevas oportunidades.
Sostiene en la fragilidad. Acompaña.
Perdonando pone límites, y no guarda rencor ni busca venganza.
Cómo el "BUEN PASTOR",
da respiro y descanso
desata y levanta
busca y rescata
confía y ama...
Resurrección
y qué continuamente busca hacer camino todo cuanto vivimos.
lunes, 17 de abril de 2023
Francisco, el Leproso y la Misericordia.
Nos blindamos cuando juzgamos -cuándo estigmatizamos-... cuándo hay juicio no hay misericordia.
Nos blindamos cuándo hay algo que defender... el miedo a nuestra propia miseria nos hace temer la miseria de los demás.
Nos blindamos cuándo hay algo que ganar o demostrar... que nos aleja de nuestra mutua vulnerabilidad que es la que posibilita el verdadero encuentro.
La MISERICORDIA abraza lo inabrazable.
Lo que la sociedad expulsa y rechaza.
Porque sólo lo que se abraza se transforma.
martes, 11 de abril de 2023
La TIERRA preñada de Resurrección.
RESURRECCION. BUSCAR AL QUÉ ES LA VIDA. Jn 20, 1-9
En una tumba, en la oscuridad de los esquemas conocidos de cómo hay que vivir; en lo frío de los razonamientos o de eso que se considera justo; en lo sin vida de los encierros; en la dureza de las defensas que se levantan para evitar el encuentro; en la desolación o desencanto que dejan muchas veces los afectos...
Allí no encuentran nada, solo unos elementos que les dicen que allí a la VIDA no es posible encontrar.
La VIDA que estaba en ellos como está en nosotros no es posible encontrarla si antes algo no muere.
Pero como aquellas primeras discípulas y discípulos, nosotros también nos ponemos a correr - nos aceleramos dramáticamente - cuando algo nos quitan, cuando algo oscurece nuestro camino, cuándo sentimos que perdemos.
SI LA VIDA ESTÁ EN NOSOTROS, no hay necesidad de correr detrás de nada ni nadie, todo momento no será más que un espacio para encontrarse con ella y con todo lo que ella guarda de más vida.
Lo que mezquinamos a los demás es proporcional al espacio que buscamos llenar en las tumbas de los actos repetitivos y automáticos dónde nada encontramos.
Por eso será necesario entonces una decisión en la que le demos más valor a esa VIDA que llevamos dentro que a todo aquello que nos hace andar a las corridas.
Será necesario aprender a mirarnos de otra manera y desde otro lugar, agudizando nuestra atención interior, abandonando las prisas y creyendo más en los procesos.