5. Señor tu lo sabes todo...

En la experiencia de haber sido escuchados y sin condiciones "amados"... nos haremos más conscientes de esas otras fuerzas que tironean hacía afuera...  porque nos cuesta la confianza en que Aquel que nos habita puede con nuestras vidas.

Nuestras necesidades de afecto, de aceptación y de consuelo sentidas fuertemente se ven enfrentadas con el Amor incondicional de Dios que es capaz de sostenernos siempre... y esto más se hace presente cuanto más se experimenta que ninguna persona puede satisfacer todas esas necesidades.

Y como Pedro... débiles y tironeados... tendremos que gritar hacía dentro... donde hemos sido escuchados en verdad... dejando de gritar hacía fuera... soltando las frustraciones acumuladas...  y débilmente gritar... Tú lo sabes todo... Tú nos conoces...  Tú sabes de nuestra fragilidad e inconstancia... pero también sabes que te amamos.

Percibir la lucha es haber tenido experiencia de ese lugar firme que es el Sí que Dios ha dicho a nuestras vidas...

Camino será el confiar un poco más cada día en ese Sí que en aquello que quisiéramos conseguir fuera de nosotros...

Jesús es "roca firme" desde donde podemos mirar aún nuestras caídas... nuestras luchas... nuestras negaciones que no dejan de ser "pataleos" de nuestro niño incrédulo y orgulloso...

CONFIEMOS EN EL SÍ DADO... que es "Amor primero"... que nos habita y nos sostiene... 

MÁS QUE EN LAS ESPERANZAS PUESTAS FUERA DE NOSOTROS.