Nos blindamos cuando juzgamos -cuándo estigmatizamos-... cuándo hay juicio no hay misericordia.
Nos blindamos cuándo hay algo que defender... el miedo a nuestra propia miseria nos hace temer la miseria de los demás.
Nos blindamos cuándo hay algo que ganar o demostrar... que nos aleja de nuestra mutua vulnerabilidad que es la que posibilita el verdadero encuentro.
La MISERICORDIA abraza lo inabrazable.
Lo que la sociedad expulsa y rechaza.
Porque sólo lo que se abraza se transforma.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario