Segundo día: MIRAR AL REY VENIDO DE ORIENTE

En este día vamos a dirigir la oración y la mirada a quienes supieron ser sabios y leales en su búsqueda… los REYES venidos de Oriente para adorar al Niño.
Con ellos queremos reconocer a quienes nos hablan de “buenas noticias”, iluminando nuestra vida y orientando nuestra búsqueda.

Los Reyes se pusieron en camino en sus camellos arenosos detrás de una gran esperanza. Y a poco de andar reconocen la novedad de una ESTRELLA distinta a las demás. Porque se expusieron a la intemperie, encontraron…

Pidamos en este día a los Magos de Oriente que nos enseñen a estar dispuestos a aceptar lo que nos deja a la intemperie y descubrir en lo oculto de la noche y del desierto la ESTRELLA que alimenta nuestros sueños, nos saca de las soluciones cómodas y nos pone en camino.

A cada oración decimos:
REY SABIO QUE BUSCAS A JESÚS, ENSÉÑANOS A MIRAR LA LUZ DE LAS ESTRELLAS.

En el desierto de nuestros dolores…
En la noche de nuestra soledad…
En la oscuridad de nuestra falta de confianza…
En la búsqueda de más solidaridad…
En el anhelo de ser más tolerantes…
En las crisis que viven tantas familias…
En los momentos de oración…
En la convivencia diaria…

Rezamos juntos:
LA ESTRELLA SOS VOS, SEÑOR JESÚS
QUE CON TU EVANGELIO
VAS GUIANDO A LOS PEQUEÑOS Y A LOS GRANDES
AL LUGAR DEL CORAZÓN
EN DONDE SABEMOS QUE DESCANSA LA PROMESA.

LA ESTRELLA SOS VOS, SEÑOR JESÚS
QUE CON TU PRESENCIA
ILUMINÁS A PEQUEÑOS Y GRANDES
Y HACÉS NACER EN NOSOTROS LA CONFIANZA
CUANDO SE HA PERDIDO EN LA NOCHE DE NUESTROS TEMORES.

LA ESTRELLA SOS VOS, SEÑOR JESÚS
QUE CON TU CARNE DÉBIL Y TU POBREZA
ENSANCHAS EL CORAZÓN PARA MIRAR AÚN MEJOR.

LA ESTRELLA SOS VOS, SEÑOR JESÚS
QUE, EN LA TIBIEZA DEL PAN, EN EL ALTAR
DESCUBRIS LA NOVEDAD DEL DIOS CON NOSOTROS.

QUE SEAMOS COMO EL REY SABIO,
CAPACES DE MIRAR EL CIELO ABUNDANTE EN ESTRELLAS
Y ECHARNOS A ANDAR. AMÉN


Oración final
Te pedimos Padre, que nos animes a dejarnos conducir por el anuncio de la buena noticia que brilla con fulgor e estrellas en las cosas que vivimos a diario. Para poder encontrarnos con Jesús Niño y dejar a sus pies el regalo de nuestra alegría. 

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