¿A QUIÉN la propia identidad no se le reveló en medio de la mayor exposición?
¿QUIÉN pudo permanecer encerrado dentro de sus propios muros cuándo experimentó en verdad el dolor y la angustia de los demás?
El bautismo, aunque fue un momento de la propia historia, no conscientes de lo qué sucedía, y tal vez hoy estemos lejos de todo eso; no deja de ser una experiencia que nos trasciende convirtiéndose en una dinámica de vida dónde el "morir para vivir" trastoca toda situación y toda interpretación.
Un morir que abre a mayor aceptación de la realidad.
Un morir que posibilita abrazar mayor verdad.
Un morir que compromete la vida con los demás.
Un morir que sana y libera.
Un morir que da VIDA EN VERDAD.
RUAH
"Espíritu de nuestro Dios"...
Sabiduría encarnada en Jesús
Gracia que recrea de nuevo
Fuego que prende en la historia
En el centro y en los márgenes...
Todos estamos inmersos en un OCÉANO INMENSO. Ser alcanzados es percibirnos que somos parte de esa PALABRA que aunque la sentimos venida de fuera, esta dentro nuestro. Las reflexiones que aquí comparto no son más que señales, intuiciones; cómo "bocanadas de aire" como cuando el pez sale a la superficie. Hermano Walter Ofm
viernes, 12 de enero de 2024
RUAH, "Aliento de Dios en nosotros".
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