domingo, 23 de febrero de 2020

Y la terNura y el perDón se enContrarÁn. Mt 5, 38-48

Y la ternura y el perdón se encontrarán; y el amor y el saludo se abrazaran…

Para encontrarnos con esta palabra creo que es necesario volver la mirada a aquel momento donde Jesús después de recibir una bofetada y preguntar “porque me pegas” enmudeció…no porque no tuviese nada que decir… sino porque el Amor… a veces… no puede hacer otra cosa… para mostrar su fuerza… que callar.

En esa imagen… en ese ROSTRO… se revela la decisión de Amar de parte de Dios… Amor que permanece… Amor que no se corre…Amor que no es respuesta a unas buenas acciones… Amor a todos por igual… “porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos” (Mt 5, 45)

SU AMOR ES PRIMERO... somos amados desde siempre... por el simple hecho de vivir... de respirar... no habiendo hecho nada para merecerlo.

ESTE AMOR ES EL QUE POSIBILITA LA LOCURA DE AMAR HASTA AQUELLOS QUE NOS GOLPEAN... es lo que hace posible que podamos superar la justicia de la venganza frente al agravio recibido…

Un Amor así no surge espontáneamente… no nos sale de manera instintiva...
Un Amor así tampoco surge desde lo que el otro hace o deja de hacer... no es respuesta a un buen trato.
ES CAMINO DE SILENCIO... SURGE DE MÁS ADENTRO.
ES OBRA DEL ESPÍRITU.

"AMA A TU ENEMIGO Y REZA POR ÉL..." nos dice Jesús.
No dice "comprende" - "aguanta" - "soporta" - etc… NO… dice AMA… con eso que te ha hecho… en eso que provocaría en vos la repulsión… en eso amalo… que no significa seguir exponiéndose a lo mismo…

Cuanta agresividad hay entre nosotros… en nuestras familias… en nuestras comunidades… en nuestros ámbitos de trabajo... cuantos partidismos…
Como buscamos rebajar a los demás solo porque sentimos que nos atacan… o porque nos cambian las cosas…o porque queremos aparecer como mejores… parece que vemos enemigos por todas partes.

NO CONVIERTAS A NADIE EN ENEMIGO… nos invita Jesús... aun cuando se piense distinto… aun cuando nos calumnien… aun cuando el otro nos vea y obre con nosotros como un enemigo...
Sentirse herido… disentir… enojarse... sentirse atacado… cuidarse… es humano… muy distinto es convertir al otro en enemigo… hace actuar con violencia… ES DARLE AL OTRO UN PODER QUE NO TIENE.

CONVERTIR AL OTRO EN ENEMIGO NOS IMPOSIBILITA PARA AMAR.

Dice san Francisco a un Ministro:
“A fray N., ministro: El Señor te bendiga. Acerca del caso de tu alma, te digo, como puedo, que todo aquello que te impide amar al Señor Dios, y quienquiera que sea para ti un impedimento, trátese de frailes o de otros, aun cuando te azotaran, debes tenerlo todo por gracia. Y así lo quieras y no otra cosa… Y ama a aquellos que te hacen esto. Y no quieras de ellos otra cosa, sino cuanto el Señor te dé. Y ámalos en esto; y no quieras que sean mejores cristianos… Y en esto quiero conocer si tú amas al Señor y a mí, siervo suyo y tuyo, si hicieras esto, a saber, que no haya hermano alguno en el mundo que haya pecado todo cuanto haya podido pecar, que, después que haya visto tus ojos, no se marche jamás sin tu misericordia…”


Y EN EL "AMOR A NUESTROS ENEMIGOS" -EXPRESIÓN DE AMOR VERDADERO-  SE JUEGA LO QUE DECIMOS AMOR EN OTROS LUGARES... con qué están hechos los otros amores...


PORQUE DICE JESÚS: “Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿no hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan solamente a sus hermanos ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?...” (Mt 5, 46-47)

sábado, 15 de febrero de 2020

"Lo más genuino de nuestra humanidad" Mt 5, 17-37

¿QUÉ ES LO ESENCIAL EN LA EXPERIENCIA DE DIOS y que es aquello que necesita una constante re-interpretación? 

¿Cómo abrirse a formas nuevas que expresen mejor hoy la novedad del Evangelio sin despreciar el camino recorrido o las formas que tal vez para las nuevas generaciones no les dice nada?

¿CÓMO SER FIELES A DIOS 
sin caer en la observancia calculadora y medida?

El pueblo de Israel vivió la experiencia de Dios teniendo la Ley dada por Moisés e interpretada a lo largo de los años como algo que era "perfecta... reconforta el alma... ilumina los ojos..." (cfr Sal 19 -18-)... era lo que hacía que te encontrarás en los caminos de Dios. ERA LA ÚNICA Y ABSOLUTA VERDAD QUE TE HACÍA CONOCEDOR DE DIOS.

Qué difícil les debe haber resultado a aquellos hombres escuchar que Jesús no sólo decía que la Luz es la vida de aquellos que lo siguen sino que además él mismo será quién lleve a plenitud aquello que se les había dado... que ellos se habían olvidado de lo esencial de la ley y se estaban preocupando por el cumplimiento de lo añadido.


Las palabras de Jesús vienen a ser -en primer lugar- una clara invitación a descubrir esa tendencia de quedarnos en la interpretación de un tiempo que crea formas... y que al conservarlas y cumplirlas da la impresión de estar cumpliendo con Dios... olvidándose del "querer de DIos" que siempre será Amor sin límites... Perdón que posibilita la vida... etc.

El Evangelio nos alerta sobre esa tendencia a reducir la fe al cumplimiento de normas y ritos que nos aleja del mandamiento de Dios... o de otra tendencia como puede ser el separar el encuentro con el otro (llamase servicio o la vida cotidiana) de la eucaristía o de la comunidad.
Una nos hace observantes pero hipócritas...
Nos hace personas "buenas" que por cumplir con lo mandado se creen justificadas para no comprometerse con el dolor o con la pobreza de los demás.
La otra nos hace gente comprometida pero sin una espiritualidad profunda que la sostenga por lo que llenará el desgaste de la entrega con cualquier otra cosa.

¿QUÉ LE PASA AL CORAZÓN QUE HACE DE LA OBSERVANCIA EXTERNA SU PRINCIPAL PREOCUPACIÓN OLVIDÁNDOSE DEL DOLOR Y DE LA POBREZA DE AQUELLOS QUE DIOS LLAMA "HIJOS"?
Con cuanta cosa podemos defendernos de DIos!!!


"Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de Cielos..."
Una religiosidad al estilo de los fariseos es una religiosidad controlada y pesada... que puede medirse en sus expresiones exteriores... que hace sentirse mejores que los demás hasta el punto de despreciar al resto...  que vuelve a las personas rígidas... duras... angustiadas y frustradas al notar que nunca llegarán a cumplir totalmente con todo.

Cuánto hemos reducido el "seguimiento de Jesús" al simple cumplimiento de normas y ritos.
Cuánto hemos condicionado la "búsqueda de Dios" a una práctica religiosa.

O cuánto hemos reducido a Dios a nuestra pobre subjetividad que dicta donde buscar o por donde caminar escuchándonos sólo a nosotros mismos.
¿DÓNDE ESTÁ JESÚS EN NUESTRO DIÁLOGO INTERIOR?

Jesús nos invita a ir más allá... nos invita a percibir que adherirnos al Dios que nos habita es dejarnos llevar por una dinámica de "siempre MÁS"... por una dinámica que nos humaniza... donde el "pero yo les digo" es expresión de lo olvidado de cómo fuimos creados.


LOS MODOS DE JESÚS
EXPRESAN LO MÁS GENUINO
DE NUESTRA HUMANIDAD.

Por eso no bastará con "no matar";  sino que cualquier expresión negativa hacía el otro deshumaniza... es contraria a la propia humanidad que sabe de lucha y aceptación... de tiempo y espera... de límite y comprensión.


NO bastará para hacer de la propia vida un lugar de encuentro con Dios el hacer ofrendas... el cumplir con ritos y leyes... será necesario abrirse al perdón que lleva al encuentro con el otro... sólo allí el corazón y las manos se liberan... en el encuentro con el otro nos encontramos con Dios.

Por eso no bastará con no transgredir leyes para comprender el Amor que es la "plenitud de la Ley"... sino que sólo si estamos atentos al cuidado de la dignidad de todos -de los hombres y de las mujeres- comprenderemos que DIos ama... y sabremos quienes somos.

Nosotros como aquellos fariseos necesitamos re-encontrarnos con la fuerza del Evangelio que nos despierta a la COMPASIÓN y a una infinita BONDAD DEL CORAZÓN...


COMPASIÓN Y BONDAD que conducen al descubrimiento de que buscar hacer felices a los demás nos libera de nosotros mismos.

COMPASIÓN Y BONDAD que nos hace crecer en CONFIANZA…
Que nos hace experimentar PERDÓN y aceptación en medio de nuestra fragilidad y debilidad…

CONFIANZA Y PERDÓN
QUE SÓLO SE RECONOCEN EN UNA PERSONA CUANDO HA HECHO DE SU PROPIA VIDA UN DON PARA LOS DEMÁS.


...y esto es lo más genuino de nuestra humanidad.







domingo, 9 de febrero de 2020

Con la Fuerza de la sal y la Pasión de la luz...Mt 5, 13-16

Con el evangelio de Mateo nos encontraremos con aquellos grandes discursos de Jesús que revelan su corazón... su misión... la pasión de su vida... y también los caminos por donde deben andar quienes se animen a seguirlo.
Después de expresar cuales son los fundamentos del Reino que dan Identidad al nuevo pueblo Jesús muestra con dos imágenes que significa seguirlo... que significa estar en el mundo siendo sus discípulos.

"Son SAL de la tierra..."
"Son LUZ del mundo..."

Y esto lo recuerda y lo celebra una comunidad de hombres y mujeres que estaban siendo perseguidos... marginados por seguir a un condenado a muerte.
Son sal... son luz... aún en medio del miedo y la contradicción.
Son sal... son luz... aún cuando tantas otras cosas quieran serlo.


SAL y LUZ.
Elementos que se entienden en función de otros... ni la sal ni la luz son para sí mismas.
Ambos necesitan conservar lo propio para permanecer en lo que son como también para servir.
Ambos expresan su utilidad dejando de ser ellos mismos.
Y ambos... sólo en sus excesos se hacen notar.

Cuántas veces nos hemos dedicado a quitarle sabor a la vida por nuestras prácticas ascéticas mal entendidas.
Cuántas veces hemos apagado la pequeña luz del otro porque percibimos que algo de sombra le hace a nuestra estima.

Sin sal los alimentos son insípidos y desabridos.
Y si la sal pierde su virtud no sirve... pierde aquello por la cual existe... y la eficacia no está dada por la cantidad.

Sin luz estamos en la oscuridad... se anda a tientas.
Y sólo si se deja consumir es útil... puede iluminar.
Y sólo si la propia vida está iluminada puede iluminar.

Así tiene que ser el modo de vivir de aquellos que quieren seguirlo.
Esta es la misión de los que deciden responder a la invitación de ser sus discípulos.



Un modo de vida que atienda a lo esencial... que se tome tiempos para entrar en contacto con aquello que lo hace ser... que junta las partes del corazón... que lo integra.



Un modo de vida que busque "vivir en verdad"... que aunque la propia casa guarde lugares que no sanan no por eso esté oscura y cerrada.

Un modo de vida atravesado por la sencillez... dejando de lado toda ostentación... actuando con los demás de manera clara... sin ambigüedades o segundas intenciones... siendo verdaderos.


Un modo de vida que esté en amistad con la vida... escuchando y no siendo rápidos para el juicio y la condena... esperando como Dios sabe esperar; a ejemplo de Jesús que cuando ilumina es para sanar, nunca para condenar.

Un modo de vida que no tema perder espacios... perder imagen... perder cosas... perder tiempo... para que otros tengan una mejor vida... al menos se sientan menos excluidos.

Un modo de vida que no busque convencer a nadie... ni imponer nada... que con gratuidad dé lo que gratuitamente recibió.

Un modo de vida que no subestima lo pequeño... y que no le dá todo lo mismo porque alguién más anima la vida y le da sentido a vivir de una manera.






sábado, 1 de febrero de 2020

Una FUERZA escondida. Lc 2, 22-40

"De esperanza en esperanza...
siempre de noche, naciendo de nuevo"
P. Casaldáliga

Hay algunos textos en la palabra en donde somos invitamos a mirar hacia ciertos lugares donde hoy no miraríamos porque son otras cosas que hoy nos llaman la atención.

¿Hacia dónde miramos nosotros?
¿Qué buscamos con nuestra mirada?

La invitación de hoy es a mirar las reacciones de un anciano y de una viuda en un templo que fueron capaces de guardar algo muy valioso y muy difícil de conservar: LA ESPERANZA.

¿Cómo se hace para permanecer en la ESPERANZA cuando nada queda?
¿Cuándo las pérdidas parecen tener la palabra más fuerte en nosotros?
¿Cómo se hace para permanecer en la ESPERANZA cuándo desde muy joven, como Ana, nos hemos visto cercados por el vacío y la carencia y la decepción?

Si miramos la historia de Ana que su nombre significa la AGRADECIDA percibimos que los registros que aparecen allí nada tienen que ver con su nombre; al contrario descubrimos exclusión, soledad y vulnerabilidad.

Por eso,
¿Cómo se hace para permanecer en la ESPERANZA cuando parece que solo saboreas amargura y decepción de vos misma o de los tuyos? O ¿cuándo te sientes solo/a porque no te acompañan y parece que te han abandonado?


¿Dónde apoyarnos cuándo nos viene el desaliento porque las circunstancias no son las esperadas?
¿Cuándo el entusiasmo no nos quiere acompañar más?
¿Cuándo el realismo escéptico nos lleva a replegarnos afectivamente porque el abandono es insoportable?

Cuántas "no ganas de vivir" o "aislamientos"  provienen de resentimientos y enojos muy profundos con la vida, con los otros porque no nos dieron lo que entendíamos como "necesidad" y que no eran más que nuestros deseos... válidos sí pero imposibles de imponer a los demás.

¿QUÉ FUERZA ESCONDE NUESTRA DÉBIL HUMANIDAD QUE ES CAPAZ DE PERMANECER EN LA ESPERANZA CONTRA TODA ESPERANZA?

Simeón y Ana son testigos de la esperanza que no brilla por su fuerza o porque hace mucho ruido.

Ellos han sido capaces de no cerrar la ventanas de sus vidas y decir "BASTA"... "hasta acá llegue".
CONTINUARON ELIGIENDO LA VIDA.

No sé si sabían hacia dónde los llevaba esa terquedad pero le permitieron a la TERNURA que viene del contacto con la vida que los mantuviera abiertos.
¿QUÉ COSAS SERÁN LAS QUE NOS DAN EL CONTACTO CON LA VIDA?

No se quedaron en sus auto lamentaciones -o resignaciones- ni en la nostalgia de los tiempos pasados.
No le permitieron que los aislaran.
Se mantuvieron en la apertura y no de forma omnipotente sino con pasos muy pequeños: salir de la casa aunque fuese inseguro - caminar y mirar el cielo - atender lo de Dios - atender a los demás - saludarlos y verlos- hacer silencio- charlar con una mamá - ver lo que pasa - sentarse en la plaza - escuchar a un anciano - saludar a extraños - hablar con esa gente que parece que está escondida - exponerse a ser mal mirados...
Y cada paso los puso en contacto con la vida.


Podrían haberse quedado a morir; encerrados en sus miedos a que algo les pasará.
Podrían haberse quedado solos y aislados haciendo caso a alguna voz y sumergidos también en la queja de que nadie los visitaba.
PORQUE NO CERRARON TODAS LAS VENTANAS - PORQUE NO SE QUEDARON ENCERRADOS...
PORQUE ESPERABAN...
pudieron reconocer que Dios se había hecho hermano - hermana... uno de nosotros.

SImeón y Ana le permitieron a la vida -aún en medio de las situaciones contradictorias- a que los transformarán:

A que fueran LUZ para lo que había de oscuro en la propia vida.
A la TERNURA para lo que había de rígido.
A la MISERICORDIA para lo que había de no aceptado.
A la ALEGRÍA para lo que había de bloqueado.
A lo NUEVO para lo que había de inflexible.
A la INQUIETUD para lo que había de estancado.
Al AMOR - al contacto con los otros- para lo que había de desamor.

Esto les exigió un trabajo arduo con el corazón: de escucha y atención; de aprender a callar pensamientos nocivos; de permitirle a la lentitud que obligan los años a darle un ritmo de "no prisa" a la vida; de evitar pasar por alto lo que la vida les iba regalando siendo más agradecidos y menos exigentes.

De esta manera se fueron encontrando con aquel recurso humano más genuino... con ese ADN que todos tenemos: LA ESPERANZA que resultó ser la expresión más genuina de "Dios en nosotros".


DIOS ESTÁ. HAY ESPERANZA.
No porque las cosas serán distintas sino porque la vida nunca se bancará que le digan hasta acá o esta es la única salida o el único sentido.

La fiesta de la Presentación del Señor es la FIESTA DE LA ESPERANZA.
Que nos encontremos alimentándola poniéndonos en contacto con la vida porque Dios está.-





Si bUsCas sEr FeliZ... Mt 5, 1-12

"Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él. 
Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
FELICES..."

Jesús como el nuevo Moisés... como Maestro de vida... sobre el Monte... introduce a los discípulos como a la gente que lo seguía en el programa de su vida.


Y cuánta sorpresa debe haber tenido aquella gente -formada en la lógica de la retribución- cuando Jesús comenzó por llamar BIENAVENTURADOS... DICHOSOS... FELICES... a los pobres... a los que lloran... a los que pasan hambre... a los que se preocupan por los demás...etc.

Las BIENAVENTURANZAS son propuestas como camino para encontrar felicidad... para que la vida tenga sentido... caminos donde calmar los anhelos de verdad y de vida verdadera que todos llevamos dentro.

Y al mismo tiempo revelan cómo Dios ha decidido llevar a cabo en nosotros su plan de hacernos más libres... más plenos... más humanos... más hermanos entre nosotros.


Cada BIENAVENTURANZA descubre los rincones donde el corazón humano busca seguridad... apoyo... refugio fuera de Dios... "rincones" de donde surgen el miedo y la desconfianza que cierran los caminos para una verdadera fraternidad entre nosotros.

LE DESCUBRE AL CORAZÓN UNA FELICIDAD QUE NO DEPENDE DE LAS CIRCUNSTANCIAS FAVORABLES SINO DE SU PROPIA CONDICIÓN.
De donde puso su confianza... de lo que busca.
De lo que prioriza en la vida... o de lo que niega.
De quienes olvida... y al servicio de quién está.

Las BIENAVENTURANZAS rompen con los esquemas humanos de lo que es sensato o lógico... y solo se entienden desde la experiencia de encuentro con el "Dios que nos habita" que re-sitúa todas las cosas.

Las BIENAVENTURANZAS vienen a iluminar aquellas situaciones que tocan a todo ser humano... y que aunque solo afecte a un grupo no por eso deja de afectar al resto... como ejemplo basta mirar la pobreza de algunos que clama a la puerta de la comodidad y riqueza de los demás.

Las BIENAVENTURANZAS iluminan el límite... la ausencia... el vacío... la necesidad escogida o impuesta... que dejan al descubierto la pobreza de la cual estamos hechos.
POBREZA que revela nuestra total dependencia de DIos...  por la cual - como otros "anawin"  ("los pobres de Yavé" como los describe la Palabra de DIos) hacemos experiencia de que SÓLO DIOS ES NUESTRO ÚNICO REFUGIO Y NUESTRA ÚNICA ESPERANZA...


Las BIENAVENTURANZAS crean una alternativa... aún en medio del límite y de la necesidad es posible responder desde la confianza en el Dios que nos habita.

Por eso ninguna situación - por más dolorosa e injusta que sea- es justificación para tratar a los demás de mala manera.


Las BIENAVENTURANZAS nos proponen encontrarnos con la felicidad -más allá de lo que vivimos de favorable o no- prefiriendo en nuestra vida pasar hambre que ser nosotros causa de que otros pasen hambre...
Prefiriendo llorar a ser nosotros causa de llanto para otros...
Prefiriendo la Misericordia al resentimiento que amarga y levanta murallas...
Prefiriendo pasar necesidad a ser nosotros la causa de que otros la padezcan...
Prefiriendo permanecer en el diálogo y en la apertura aun siendo mal-interpretados o "señalados".

Las BIENAVENTURANZAS nos proponen encontrarnos con la felicidad.
Prefiriendo optar por la Justicia a la condena que humilla y niega toda posibilidad de cambio.
Prefiriendo buscar la bondad en todos y no mirar desde el prejuicio o desde la falla.
Prefiriendo lo justo... lo digno para todos... como camino para la paz.

Las BIENAVENTURANZAS nos proponen un camino de FELICIDAD
buscando hacer felices a los demás.
Siendo esto lo que más expresa nuestra humanidad.

Con aquella ORACIÓN atribuida a San Francisco recemos:


SEÑOR, haz de mi un instrumento de tu paz.
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón.
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión.
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.
Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza.
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.

Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar,

ser comprendido, cuanto comprender,
ser amado, cuanto amar.
Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.