domingo, 28 de agosto de 2022

La hUmilDad nos lleva a La miSeriCordiA. Lc 14, 1.7-14

"Saberse en camino" es una actitud que te ubica no sólo frente a la vida sino también frente a los demás... y la mesa -lugar de la comida- se transforma en  espacio de Reino... expresión de igualdad... de fraternidad... de cercanía.

Es expresión de que se comparte la misma suerte... como en la vida.

Por eso es difícil pensar que Jesús invite a hacer uso de algunas tácticas para manejar las situaciones y así conseguir los "primeros puestos"... al exponerlas tal vez nos esté invitando nuevamente a descubrir que nuestro valor como personas no puede provenir de allí...  que quienes somos y lo que valemos no puede depender de los reconocimientos que vengan de los demás.

Cuánto importa hoy lo que dicen los demás!... cómo nos miran.
Cuánta falta de escucha a sí mismo tenemos hoy por estar respondiendo a los modelos que creemos aceptables por los demás.
O por el contrario cuánta falta de referencialidad a lo que es común con los demás y es verdadero que nos hace creernos que cada uno es norma de sí mismo.

¿Qué es lo más valioso para la vida?
¿Qué es aquello que verdaderamente cuenta?

La Palabra de hoy se llama HUMILDAD.


"Dichoso el siervo que no se cree mejor cuando es engrandecido y enaltecido por los hombres, que cuando es tenido por vil, simple y despreciable, pues, cuanto es el hombre ante Dios, tanto es y no más..."
-Adm. 19 de s Francisco-

HUMILDAD que es encuentro con la propia humanidad que ha venido a ser morada de Dios.
 "...cuanto es el hombre ante Dios, tanto es y no más."

De HUMILDAD estamos hechos.
La humildad nos conecta con nuestro ser criatura - es decir, limitados - y al mismo tiempo abiertos a posibilidades infinitas.

Su voz confunde todas las demás voces que quieren tener en nosotros derecho a decirnos quienes somos o cómo tenemos que ser para encontrar aceptación.

"La santa humildad confunde a la soberbia 
y a todos los hombres que hay en el mundo, 
e igualmente a todas las cosas que hay en el mundo..."
-del Saludo a las Virtudes de s Francisco-


HUMILDAD que "confunde la soberbia" de aquel que se cree "norma" para sí y para los demás... esa actitud deshumaniza.

La HUMILDAD es VERDAD que nos descubre "Quiénes somos" con sus luces y sombras... frente a las mentiras más comunes que son las que nos decimos a nosotros mismos.

Es ACEPTACIÓN que viene de dentro y no de fuera, sin la cual nos enfermamos... de ahí que el Tiempo -lo que llamamos proceso- es su mejor compañera.

HUMILDAD que confunde "a todos los hombres" porque renuncia a toda ambición que genera injusticia y a todo prejuicio que genera exclusión.
Es LIBERTAD que nos hace desinteresados.
La humildad no se predica, se practica.
No es humillación... la cual proviene de una baja auto-estima y provoca enojos y resentimientos.

"Donde hay paciencia y humildad, 
allí no hay ira ni perturbación..."
-Adm 27 - s Francisco-

HUMILDAD que confunde "a todas las cosas que hay en el mundo" porque nos abre al sentido del límite... a la posibilidad del no.
Es PAZ  porque al ayudarnos a valorar de una manera adecuada las cosas somos capaces de no dejarnos controlar por ellas y sentirnos entonces más contentos con lo que somos y tenemos.

SIN HUMILDAD NO HAY HUMANIDAD.
La humildad nos hace abiertos a los demás creando en nosotros un corazón más desinteresado.
Nos hace más tolerantes... y más dispuestos a escuchar y aprender de los demás.
Nos descubre la bondad que hay en todas las personas.
Podemos perdonar y pedir perdón.


NOS ABRE A LA CARIDAD. 
Y no sólo con los más cercanos o con aquellos que podrían después "devolvernos el favor".

La humildad hace de la propia vida una "MESA COMPARTIDA" donde no se mira a quién se invita... 
...Sino que la única actitud del corazón es servir a quienes la mesa de la vida ha puesto en el camino.

La HUMILDAD nos hace CAMINAR EN VERDAD
y nos hace caminar hacia la MISERICORDIA.

sábado, 20 de agosto de 2022

"SiEndo dÉbileS y liMitaDos... el ABANDONO es el cAminO." Lc 13, 22-30

"Mientras se dirigía a Jerusalén, una persona le preguntó: Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?"

¿Cuáles habrán sido los supuestos de aquel hombre a la hora de preguntar por la salvación?
Y nosotros, ¿de qué necesitamos ser salvados?
¿Sabemos cómo somos salvados... nuestros actos buenos nos salvan?
¿De qué nos tienen que salvar? ¿salvados de lo que a nosotros nos sienta mal?.

Ahora... ¿no será que todas estas preguntas reducen?... ¿porque dan por supuesto que algo malo tenemos dentro... o que hemos hecho algo malo para ser así... y que alguien lo debe reparar... y para eso debemos hacer méritos?

Plantearlo así nos hace conscientes de que muchas de nuestras búsquedas y expectativas nada tienen que ver con la invitación de Jesús de seguirlo contando con nuestra fragilidad.
Jesús nos ha propuesto hacer de la vida un camino donde nos van descubriendo las posibilidades que yacen dentro nuestro a vivir de otra manera... a relacionarnos de otra manera... donde la seguridad ni la apropiación tienen lugar... al contrario... la libertad es el termómetro de que nos hemos encontrado con Aquel que nos da verdadera identidad.

Por eso no es posible caminar detrás de Jesús sin entrar en contacto con ese "yo" que tiende a guardarse... a asegurarse... a buscar para sí una seguridad que cree que vendrá de su imagen protegida de toda imperfección y reconocida por los demás.

No es posible seguir a Jesús sin tocar la propia fragilidad y debilidad.
Ir detrás de Él supondrá abandonar la ilusión de creer que algún día se superarán todos los obstáculos.

Seguir a Jesús significa contar en todo momento con el Perdón que nos abre... nos libera... nos descubre que es lo más verdadero en nosotros.


Y donándonos CONFIANZA nos invitará a percibir un Camino de libertad aun en medio de la fragilidad sentida.

Abrazando... no condenando.
Abriendo... no ocultando.
Iluminando... dando tiempo.
Perdonando... haciéndonos pacientes.


Pero nosotros seguimos preocupados por la inmediato... cómo vivir mejor aquí y ahora... como sentir cada vez menos eso que nos hace sentir menos dignos... tal vez más culpables... no perfectos... incompletos y fallados.

Y seguimos creyendo que la felicidad -por ende la salvación- pasa por ahí... que Dios nos salve y nos libere de cuanto experimentamos como debilidad... porque eso nos hará más felices... mejores personas.

SOMOS LIMITADOS. CRIATURAS.
Y ASÍ HEMOS SIDO LLAMADOS A SER JESÚS.

Un llamado que tiene como punto de partida su Amor fiel - su Perdón gratuito... por eso seguirlo será escuchar y creer más en esa Voz -la del amor y del perdón- que nos dice que hemos sido amados y llamados -desde siempre- así como somos... frágiles y limitados.

Allí somos salvados de nosotros mismos... de ese "yo" que se oculta detrás de tantas máscaras para no mostrar sus propias falencias... de ese "yo" que tiene la ilusión de llegar algún día a ser perfecto para ganarse a Dios... de ese "yo" incapaz de aceptar en los demás sus equivocaciones porque no se banca las propias... de ese "yo" que tiene la pretensión de manejarlo todo...


Necesitamos romper con esas ideas de que somos malos porque está en nosotros la fragilidad...
necesitamos soltar las dudas y el desaliento que surgen al percibirnos en camino siempre.

Seguir a JESÚS... relacionarnos como él lo hace... despertando ganas de vivir en los demás... actuando con justicia y misericordia...  supondrá que nuestro "yo" se estreche... se corra del centro... ayune de tener el control, de sentirse mejor que los demás...
Renuncie a ser perfecto.

PORQUE ALGO NO PUEDE NACER,
SIN QUE OTRA COSA TENGA QUE MORIR ANTES PARA DAR ESPACIO.

Solo reconciliados con nuestra humanidad porque nos aman... podremos dejar de prestarle toda la atención a ese "yo"  que nos lleva a desconocernos... y a que "el dueño de casa" nos desconozca.
Porque no son nuestras limitaciones... ni nuestros pecados... ni nuestros logros y capacidades... quienes dicen quienes somos o cuál es la medida de nuestro corazón...

POdemos caminar al modo de Jesús siendo sanados... siendo perdonados... capa-citándonos a abrazar lo que no manejamos... corriendo de nuestra mirada aquello en lo que nos hemos quedado fijados... para descubrirnos que podemos seguir eligiendo, aun en medio de...


TODOS HEMOS SIDO SALVADOS.
RECONCILIADOS.
Por eso...

Tocar la DEBILIDAD es tocar a Aquel que viene a darnos vida.
Negarla es negar el DON.

Contar con JESÚS ES CONTAR CON SU PERDÓN.
Su PERDÓN es permanente salida - espacio de libertad - no tensión ni rigidez - encuentro y abrazo.

Es GRITO DE ESPERANZA de que es posible seguirlo, 
experimentar  plenitud, 
ser espacio de Reino en medio de la gente, 
crecer en humanidad,
sin dejar de ser débiles y limitados.


"EL ABANDONO ES EL CAMINO... 
MÁS CONFIANZA EN SU MISERICORDIA
QUE EN NUESTRA LIMITADA PERFECCIÓN..." 

domingo, 14 de agosto de 2022

"¿Qué sE hAce cuAndo amEnaza uN grAn FUEGO?..." Lc 12, 49-53

"Si tienes fuego en casa, cuídalo bien en un hogar incombustible, cúbrelo, pues si una sola chispa de él sale fuera y tú no lo adviertes, serás tú con todas tus cosas pasto de las llamas.
Si tienes al Señor del mundo en tí, en tu incombustible corazón, cuídalo bien, vete cuidadosamente con él, que no empiece a exigirte y ya no sepas a dónde te lleva.
Ten las riendas fuertemente de la mano. No abandones el timón. Dios es peligroso. 
DIOS ES UN FUEGO DEVASTADOR.

Presta atención, él disimula, empieza por un pequeño amor, por una pequeña llama, y antes de que des perfecta cuenta, te toma por entero y ya estás preso. 
Si te dejas atrapar, estás perdido, pues no hay fronteras hacia arriba...
Sé previsor: el hombre ha sido creado para la medida y el límite, y sólo en lo limitado encuentra descanso y felicidad; pero éste no conoce la medida. Es un seductor de corazones...
¿Qué se hace cuando amenaza un gran fuego?..."
H. U. Baltasar - El Corazón del Mundo - cap VII-

"HE VENIDO A TRAER FUEGO SOBRE LA TIERRA,
¡Y CÓMO DESEARÍA QUE YA ESTUVIESE ARDIENDO!"


Son palabras que expresan DESEO – ANHELO – PASIÓN...
Palabras que hablan del SENTIDO que le ha dado a su propia vida... aquello que lo consume por dentro: el AMOR DE DIOS por lo débil, lo pobre, lo que no cuenta, lo que se ha dado por perdido.

También tenemos la experiencia -cómo con el fuego- que no es posible permanecer indiferentes ante sus gestos y palabras...  atraen... iluminan... rescatan de la oscuridad... su autenticidad rompe con la desconfianza y quita toda distancia... su presencia clarifica toda confusión.
¿Cuántas cosas nos han llevado a experimentar oscuridad... desconfianza... distancia... confusión?
¿Cuántas cosas nos han llevado a experimentar frío?

La imagen de Fuego nos habla de Movimiento – nada aburrido.
Fuego – de algo no domesticado – nada medido.
Fuego – no estrecho - nada encadenado a interpretaciones rígidas.
Fuego – no programado – siempre nuevo.

El FueGo es una imagen que invita a "Vivir en verdad" – porque solo quién vive desde ahí camina en LIBERTAD.
Es una invitación a encontrar "Paz" en la Verdad que nos habita - porque es ESPERANZA.
Y cómo es algo abierto a las interpretaciones y algo "siempre nuevo" es invitación a crear nuevas formas de estar ante los otros y de recibirlos.

Sigue Jesús: "¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra?
No, les digo que he venido a traer la división..."

ES UN FUEGO QUE ENCIENDE CONFLICTOS... "es peligroso".
Porque pide formas nuevas de relación – posturas nuevas frente a la vida – interpretaciones más abiertas - miradas diferentes.
DE AHÍ QUE NO SE PUEDE ACEPTAR LA PAZ A CUALQUIER PRECIO.

Una paz que anule a los demás – una paz que atenta contra la estima del otro, que socava sus cimientos – una paz que no dé lugar a la diferencia – una paz que someta diciendo que busca el bien – una paz que se logra a  base de chantajes y extorsiones o retirada de afectos (buscando que todo esté bien)… o creyendo saber "con certeza" qué es lo mejor para el otro, sin reparar que lo de uno es "solo una perspectiva de la realidad"... o una paz que excluya "formas de ser y amar" bajo pretexto de guardar valores.
ESA PAZ NO ES EVANGÉLICA.

Difícil!!! NO NOS SALDRÁ DE UNA VEZ… es fruto de un camino... necesitamos intentarlo una y otra vez… para eso habrá que detenerse (gastar más tiempos)... para reorientar la mirada (dejar de mirar sólo lo negativo)...  y crear así formas nuevas de relación y de encuentro para llegar al otro.

Es verdad… a veces estamos cansados porque el ritmo de la vida agota, o la demanda de los otros es mucha, o las propias heridas pasan factura, o la propia historia no dio lugar a aprender…  es verdad, a veces no nos sale permanecer en el diálogo o abrirnos a una mirada nueva, más agradecida… viendo mas allá de lo que aparece.

PERO PODEMOS SEGUIR INTENTÁNDOLO… en todas las direcciones… los padres entre sí… los padres hacía los hijos… los hijos entre sí… los hijos hacía los padres… y también los curas entre nosotros… y con ustedes… y ustedes con nosotros.

Y cuanto más nos vamos encontrando con nuestra Verdad más profunda que se expresa en formas nuevas (evangélicas) de relación – más estamos invitados a crear “puentes levadizos” para dejar entrar y salir a quienes queramos – y no ser “plaza pública” donde todo el mundo entra – dice – define – rótula - hace… a la larga esto nos desconecta de nosotros mismos... y buscando la aprobación dejamos de ser auténticos.


Permitámonos ser alcanzados por este FUEGO… que desea darnos vida... que busca animar la vida... que ha decidido estar cerca, acompañarnos... siempre... hasta el final.
"Es peligroso..." crea conflictos donde aparentemente está todo tranquilo.

PERO LA VIDA ES ASÍ.
ES TENSIÓN.
ES MOVIMIENTO... ES LUCHA.

PARA ESO... para aceptar este aspecto también de la vida - y no reaccionar ni ponerse como víctima... podemos decidir

DETENERNOS.
y MIRAR AGRADECIDOS la propia vida y la vida de los demás
ABRAZANDO LA OPORTUNIDAD QUE NOS DAN LOS DEMÁS... sobre todo con sus taras.


domingo, 7 de agosto de 2022

SeAn EspeRanzA... en mEdio de la NocHe. Lc 12, 32-48

Nos ayudará para comprender el Evangelio de este domingo acercarnos a las vivencias de aquella primera comunidad de cristianos que tal vez pueden hacernos de espejo de nuestras propias vivencias en donde lo más importante se nos juega.
La comunidad que recibe estas palabras ha vivido ya la expulsión definitiva de todo ámbito judío; ha visto morir a muchos de los primeros testigos.

Es una comunidad que ha sufrido la persecución.
Es una comunidad donde las palabras de Jesús sobre su "pronta venida" están ahí -sin estrenar-... y cuanto más pasaba el tiempo más abiertos tenían que estar para darle a esas palabras un contenido nuevo que mueva a la búsqueda... a la espera... y no de cualquier manera.

Podríamos decir que también hoy vivimos situaciones, a todo nivel, que enfrentan nuestra vida cotidiana a la incertidumbre... al miedo... a la inseguridad.
También nosotros por momentos podemos estar atravesados por la pregunta de ¿qué hacer en el mientras tanto de la historia personal que nos toca vivir?... y sobre todo cuando a veces nos pasan muchas cosas juntas... o cuando percibimos que hay tanto por hacer.
¿Es posible seguir confiando?
¿Es posible la ESPERANZA?
¿Basta con decirnos que todo saldrá bien?


Y la Palabra nos vuelve a invitar a descubrir que LA VIDA SIEMPRE SERÁ CAMINO... por eso la disposición a permanecer libres de todo apego y seguridad... "porque allí donde tengan su tesoro, tendrán su corazón."
Y esto nos detiene... nos hace sentir satisfechos - con derecho a exigirlo siempre... dejando así de esperar... de buscar.

Como en todos los tiempos... nuestras búsquedas expresan 
aquello que consideramos como más importante en la vida... 
más aún... 
expresan el sentido que le hemos dado a la misma... 

Y para nosotros hombres y mujeres de fe expresan 
aquello que hemos entendido por "vida eterna".
Aquí nos encontraremos con muchísimas expresiones... unas buscarán la estabilidad de las cosas porque tal vez la experiencia les dijo que allí está lo más cierto... otras buscarán desechar lo recibido considerando que sólo lo nuevo es valioso... otras buscarán ganar méritos en esta vida considerando que la que viene es más importante... y otras solo buscarán "pasarla bien" porque se vive una vez... etc.

Unas y otras, sin percibirlo tal vez, siguen sujetas al temor y a la incertidumbre frente a lo que no es posible controlar: el presente... el futuro... el tiempo... la vida.


"No temas, pequeño Rebaño,
porque el Padre de ustedes ha querido darles el Reino..."
El Reino de Dios ya está en nosotros.
Dios ya está en nosotros.
ESTA ES LA BUENA NOTICIA 
QUE LE DA A LA VIDA UNA NUEVA CLAVE. 
UN NUEVO SENTIDO.
SER ESPERANZA.

Esperanza que se alimenta de la certeza de que DIOS ESTÁ.
Esperanza que reconoce y cree en las posibilidades y en las fuerzas que todos llevamos dentro; aún en medio de la fragilidad del presente o aún cuando el futuro parece no mejorar.

La Esperanza nos abre los ojos... nos despierta a lo más verdadero que hay en nosotros que no puede ser reducido a lo que hoy vemos... o sentimos... o pensamos... o vivimos.
La Esperanza no tiene miedo a sentir vacío... a sentir que no todo está completo dentro... se anima a vivir las ausencias.
ALLÍ LA ESPERANZA SE VUELVE FIDELIDAD.

Ser Esperanza es soltar la IMPACIENCIA que viene de la angustia o del pánico provocados por una situación que parece vencernos.
Ser Esperanza es saberse Pobre... y por eso cuenta con los demás.
Y por eso le permite a las situaciones - a las más dolorosas también - que sean sus maestras.


La Esperanza crece en la noche.
Y no por resignación... sino por la CARIDAD ejercida al ensanchar el propio espacio recibiendo a aquellos que tal vez por las situaciones del camino se sienten vencidos y ya no esperan.


ALLÍ LA ESPERANZA 

SE VUELVE CARIDAD.


Ser ESPERANZA es tener "las lámparas encendidas", es decir, "mirada atenta" y la "cintura ceñida", es decir, "actitud de servicio, capaz de reconocer en los rostros de los demás -así como se presentan- también inoportunamente, al "Señor que llega".


TENEMOS SED DE ESPERANZA...
DE HOMBRES Y MUJERES DESPIERTOS,
CONFIADOS Y ATENTOS,
ABIERTOS A LA CARIDAD
AUNQUE SEA DE NOCHE.


Somos ESPERANZA cuando creemos en nosotros mismos.
Cuando creemos en los demás.
Cuando confiamos en la fuerza de la vida.

Cuando servimos a los más pobres.
Cuando acompañamos en el dolor.
Cuando procuramos un hogar a quienes no lo tienen.
Cuando trabajamos dando lo mejor de nosotros.
Cuando compartimos el pan... y protegemos la dignidad de los demás.

Cuando generamos posibilidades de trabajo digno.
Cuando perdonamos... cuando pedimos perdón.
Cuando nos dejamos ayudar.
Cuando compartimos gratuitamente nuestro tiempo.
Cuando...



"Dios nos ha confiado su Hijo...

ha puesto en nuestras manos,

en nuestras débiles manos,

su esperanza eterna...

Y nosotros, nosotros pecadores,

¿no pondremos nuestra débil esperanza

en sus eternas manos?..."

-Peguy-