domingo, 7 de agosto de 2022

SeAn EspeRanzA... en mEdio de la NocHe. Lc 12, 32-48

Nos ayudará para comprender el Evangelio de este domingo acercarnos a las vivencias de aquella primera comunidad de cristianos que tal vez pueden hacernos de espejo de nuestras propias vivencias en donde lo más importante se nos juega.
La comunidad que recibe estas palabras ha vivido ya la expulsión definitiva de todo ámbito judío; ha visto morir a muchos de los primeros testigos.

Es una comunidad que ha sufrido la persecución.
Es una comunidad donde las palabras de Jesús sobre su "pronta venida" están ahí -sin estrenar-... y cuanto más pasaba el tiempo más abiertos tenían que estar para darle a esas palabras un contenido nuevo que mueva a la búsqueda... a la espera... y no de cualquier manera.

Podríamos decir que también hoy vivimos situaciones, a todo nivel, que enfrentan nuestra vida cotidiana a la incertidumbre... al miedo... a la inseguridad.
También nosotros por momentos podemos estar atravesados por la pregunta de ¿qué hacer en el mientras tanto de la historia personal que nos toca vivir?... y sobre todo cuando a veces nos pasan muchas cosas juntas... o cuando percibimos que hay tanto por hacer.
¿Es posible seguir confiando?
¿Es posible la ESPERANZA?
¿Basta con decirnos que todo saldrá bien?


Y la Palabra nos vuelve a invitar a descubrir que LA VIDA SIEMPRE SERÁ CAMINO... por eso la disposición a permanecer libres de todo apego y seguridad... "porque allí donde tengan su tesoro, tendrán su corazón."
Y esto nos detiene... nos hace sentir satisfechos - con derecho a exigirlo siempre... dejando así de esperar... de buscar.

Como en todos los tiempos... nuestras búsquedas expresan 
aquello que consideramos como más importante en la vida... 
más aún... 
expresan el sentido que le hemos dado a la misma... 

Y para nosotros hombres y mujeres de fe expresan 
aquello que hemos entendido por "vida eterna".
Aquí nos encontraremos con muchísimas expresiones... unas buscarán la estabilidad de las cosas porque tal vez la experiencia les dijo que allí está lo más cierto... otras buscarán desechar lo recibido considerando que sólo lo nuevo es valioso... otras buscarán ganar méritos en esta vida considerando que la que viene es más importante... y otras solo buscarán "pasarla bien" porque se vive una vez... etc.

Unas y otras, sin percibirlo tal vez, siguen sujetas al temor y a la incertidumbre frente a lo que no es posible controlar: el presente... el futuro... el tiempo... la vida.


"No temas, pequeño Rebaño,
porque el Padre de ustedes ha querido darles el Reino..."
El Reino de Dios ya está en nosotros.
Dios ya está en nosotros.
ESTA ES LA BUENA NOTICIA 
QUE LE DA A LA VIDA UNA NUEVA CLAVE. 
UN NUEVO SENTIDO.
SER ESPERANZA.

Esperanza que se alimenta de la certeza de que DIOS ESTÁ.
Esperanza que reconoce y cree en las posibilidades y en las fuerzas que todos llevamos dentro; aún en medio de la fragilidad del presente o aún cuando el futuro parece no mejorar.

La Esperanza nos abre los ojos... nos despierta a lo más verdadero que hay en nosotros que no puede ser reducido a lo que hoy vemos... o sentimos... o pensamos... o vivimos.
La Esperanza no tiene miedo a sentir vacío... a sentir que no todo está completo dentro... se anima a vivir las ausencias.
ALLÍ LA ESPERANZA SE VUELVE FIDELIDAD.

Ser Esperanza es soltar la IMPACIENCIA que viene de la angustia o del pánico provocados por una situación que parece vencernos.
Ser Esperanza es saberse Pobre... y por eso cuenta con los demás.
Y por eso le permite a las situaciones - a las más dolorosas también - que sean sus maestras.


La Esperanza crece en la noche.
Y no por resignación... sino por la CARIDAD ejercida al ensanchar el propio espacio recibiendo a aquellos que tal vez por las situaciones del camino se sienten vencidos y ya no esperan.


ALLÍ LA ESPERANZA 

SE VUELVE CARIDAD.


Ser ESPERANZA es tener "las lámparas encendidas", es decir, "mirada atenta" y la "cintura ceñida", es decir, "actitud de servicio, capaz de reconocer en los rostros de los demás -así como se presentan- también inoportunamente, al "Señor que llega".


TENEMOS SED DE ESPERANZA...
DE HOMBRES Y MUJERES DESPIERTOS,
CONFIADOS Y ATENTOS,
ABIERTOS A LA CARIDAD
AUNQUE SEA DE NOCHE.


Somos ESPERANZA cuando creemos en nosotros mismos.
Cuando creemos en los demás.
Cuando confiamos en la fuerza de la vida.

Cuando servimos a los más pobres.
Cuando acompañamos en el dolor.
Cuando procuramos un hogar a quienes no lo tienen.
Cuando trabajamos dando lo mejor de nosotros.
Cuando compartimos el pan... y protegemos la dignidad de los demás.

Cuando generamos posibilidades de trabajo digno.
Cuando perdonamos... cuando pedimos perdón.
Cuando nos dejamos ayudar.
Cuando compartimos gratuitamente nuestro tiempo.
Cuando...



"Dios nos ha confiado su Hijo...

ha puesto en nuestras manos,

en nuestras débiles manos,

su esperanza eterna...

Y nosotros, nosotros pecadores,

¿no pondremos nuestra débil esperanza

en sus eternas manos?..."

-Peguy-


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