Es expresión de que se comparte la misma suerte... como en la vida.
Por eso es difícil pensar que Jesús invite a hacer uso de algunas tácticas para manejar las situaciones y así conseguir los "primeros puestos"... al exponerlas tal vez nos esté invitando nuevamente a descubrir que nuestro valor como personas no puede provenir de allí... que quienes somos y lo que valemos no puede depender de los reconocimientos que vengan de los demás.
Cuánto importa hoy lo que dicen los demás!... cómo nos miran.
Cuánta falta de escucha a sí mismo tenemos hoy por estar respondiendo a los modelos que creemos aceptables por los demás.
O por el contrario cuánta falta de referencialidad a lo que es común con los demás y es verdadero que nos hace creernos que cada uno es norma de sí mismo.
¿Qué es lo más valioso para la vida?
¿Qué es aquello que verdaderamente cuenta?
La Palabra de hoy se llama HUMILDAD.
"Dichoso el siervo que no se cree mejor cuando es engrandecido y enaltecido por los hombres, que cuando es tenido por vil, simple y despreciable, pues, cuanto es el hombre ante Dios, tanto es y no más..."
-Adm. 19 de s Francisco-
HUMILDAD que es encuentro con la propia humanidad que ha venido a ser morada de Dios.
"...cuanto es el hombre ante Dios, tanto es y no más."
De HUMILDAD estamos hechos.
La humildad nos conecta con nuestro ser criatura - es decir, limitados - y al mismo tiempo abiertos a posibilidades infinitas.
Su voz confunde todas las demás voces que quieren tener en nosotros derecho a decirnos quienes somos o cómo tenemos que ser para encontrar aceptación.
"La santa humildad confunde a la soberbia
y a todos los hombres que hay en el mundo,
e igualmente a todas las cosas que hay en el mundo..."
-del Saludo a las Virtudes de s Francisco-

HUMILDAD que "confunde la soberbia" de aquel que se cree "norma" para sí y para los demás... esa actitud deshumaniza.
"La santa humildad confunde a la soberbia
y a todos los hombres que hay en el mundo,
e igualmente a todas las cosas que hay en el mundo..."
-del Saludo a las Virtudes de s Francisco-

HUMILDAD que "confunde la soberbia" de aquel que se cree "norma" para sí y para los demás... esa actitud deshumaniza.
La HUMILDAD es VERDAD que nos descubre "Quiénes somos" con sus luces y sombras... frente a las mentiras más comunes que son las que nos decimos a nosotros mismos.
Es ACEPTACIÓN que viene de dentro y no de fuera, sin la cual nos enfermamos... de ahí que el Tiempo -lo que llamamos proceso- es su mejor compañera.
HUMILDAD que confunde "a todos los hombres" porque renuncia a toda ambición que genera injusticia y a todo prejuicio que genera exclusión.
Es LIBERTAD que nos hace desinteresados.
Es LIBERTAD que nos hace desinteresados.
La humildad no se predica, se practica.
No es humillación... la cual proviene de una baja auto-estima y provoca enojos y resentimientos.
"Donde hay paciencia y humildad,
allí no hay ira ni perturbación..."
-Adm 27 - s Francisco-
HUMILDAD que confunde "a todas las cosas que hay en el mundo" porque nos abre al sentido del límite... a la posibilidad del no.
Es PAZ porque al ayudarnos a valorar de una manera adecuada las cosas somos capaces de no dejarnos controlar por ellas y sentirnos entonces más contentos con lo que somos y tenemos.
SIN HUMILDAD NO HAY HUMANIDAD.
La humildad nos hace abiertos a los demás creando en nosotros un corazón más desinteresado.
Nos hace más tolerantes... y más dispuestos a escuchar y aprender de los demás.
Nos descubre la bondad que hay en todas las personas.
Podemos perdonar y pedir perdón.
NOS ABRE A LA CARIDAD.
Y no sólo con los más cercanos o con aquellos que podrían después "devolvernos el favor".
La humildad hace de la propia vida una "MESA COMPARTIDA" donde no se mira a quién se invita...
...Sino que la única actitud del corazón es servir a quienes la mesa de la vida ha puesto en el camino.
La HUMILDAD nos hace CAMINAR EN VERDAD
y nos hace caminar hacia la MISERICORDIA.
"Donde hay paciencia y humildad,
allí no hay ira ni perturbación..."
-Adm 27 - s Francisco-
HUMILDAD que confunde "a todas las cosas que hay en el mundo" porque nos abre al sentido del límite... a la posibilidad del no.
Es PAZ porque al ayudarnos a valorar de una manera adecuada las cosas somos capaces de no dejarnos controlar por ellas y sentirnos entonces más contentos con lo que somos y tenemos.
SIN HUMILDAD NO HAY HUMANIDAD.
La humildad nos hace abiertos a los demás creando en nosotros un corazón más desinteresado.
Nos hace más tolerantes... y más dispuestos a escuchar y aprender de los demás.
Nos descubre la bondad que hay en todas las personas.
Podemos perdonar y pedir perdón.
NOS ABRE A LA CARIDAD.
Y no sólo con los más cercanos o con aquellos que podrían después "devolvernos el favor".
La humildad hace de la propia vida una "MESA COMPARTIDA" donde no se mira a quién se invita...
...Sino que la única actitud del corazón es servir a quienes la mesa de la vida ha puesto en el camino.
La HUMILDAD nos hace CAMINAR EN VERDAD
y nos hace caminar hacia la MISERICORDIA.
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