martes, 11 de abril de 2023

"TOMÓ el pan, lo PARTIÓ y se lo DIÓ a sus discípulos..." Jn 13, 1-15

 "...se levantó de la mesa, se quitó el manto y tomando una toalla, se la ciñó; luego echó agua en una jofaina y se puso a lavarles los pies a los discípulos..." 
  
Los gestos simples desnudan, iluminan, rompen con cualquier pretensión de poder o de conseguir algún beneficio.
Son gestos gratuitos, y cómo no buscan engañar a nadie son fáciles de aceptar o rechazar.
Son gestos de una apertura tal que no generan dependencias ni buscan manejar la vida de nadie.

Son como el pan que se parte...

Son esos gestos dónde toda la persona queda entregada y totalmente disponible.
Todo fluye en una misma dirección; no hay doblez y no hay necesidad de explicación.
Son gestos de una verdad que viene de lejos y de adentro... huelen a hogar... sostienen en la precariedad y en la desnudez.
Son gestos libres que han elegido no esperar ni reclamar nada para sí... están desnudos de todo poder.

Son como el vino que se derrama...

¿Quién comprende tal derroche?
¿Quién es capaz de recoger la vida que allí se entrega?
¿Quién es todo lo libre para hacer suyos estos modos?


"Señor, que nuestra vida sea cual una quena simple y recta, para que Tú puedas llenarla, llenarla con tu música."


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