
"Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?... (Jn 14, 22)
Está pregunta que antecede a las palabras de hoy expresan de alguna manera, la experiencia de encuentro que aquellos hombres tuvieron con Dios en la persona de Jesús.
Experiencia que podrían resumirlas en muy pocas palabras:
EL PADRE NOS QUIERE!!!
Y vale la pena vivir sabiéndonos alcanzados por un AMOR que ama sin medidas.
AMOR que nos ha creado.
AMOR por quién vivimos.
AMOR que es fuente de todo amor y de toda posibilidad de amar.
Ese AMOR es el que sea convertido en SEGUIMIENTO.

Y no ya desde el esfuerzo que provoca rigidez y resentimientos... sino desde la atención permanente al Amor que nos habita.
Probablemente aquella comunidad... como nosotros hoy... se preguntaron: - ¿Cómo es posible que el AMOR habite en nuestra vida cuando ésta es frágil y pecadora... fallada e incompleta... torpe e indecisa... impura e idólatra?
Recordarán la respuesta de Jesús: "Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Cómo dices: Muéstranos al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí?..." (cfr. Jn 14, 8-14)
Así como hubo que dejarse llevar por el Espíritu para ver a Dios en Jesús... donde nada extraordinario había... así también habrá que dejarse llevar por el Espíritu para sabernos habitados.
Para que la experiencia de sabernos clarificados por dentro... entendidos y perdonados... aceptados y sostenidos... ALCANZADOS Y AMADOS... acciones muy propias del Espíritu de Jesús... nos lleven a la verdad de que DIOS ESTÁ... y que es nuestra "roca firme" sobre la que se apoya toda nuestra vida.
" ¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro;
si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha.
Si digo: «Que al menos la tiniebla me encubra,
que la luz se haga noche en torno a mí»,
ni la tiniebla es oscura para ti,
la noche es clara como el día.
(Sal 138, 7-12)
"...el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre
les enseñará todo
y les recordará lo que les he dicho..."
El Espíritu de Jesús será nuestro "maestro interior"...
Espíritu de Jesús que no es otra cosa que el "Amor de Dios en nosotros".
PRESENCIA QUE CREA AMOR... que empuja a crear relaciones nuevas al estilo de Jesús.
AMOR QUE CREA COMUNIDAD.
AMOR QUE DA VIDA VERDADERA.
Y como el AMOR - JESÚS es DON habrá que dejar de lado toda pretensión de sometimiento y control de los demás... y entonces haremos experiencia de la PAZ.
PORQUE UN AMOR ASÍ CREA PAZ.
"Les dejo la paz, les doy mi paz,
pero no como la da el mundo."
Y como el AMOR - JESÚS es ACCIÓN DE GRACIAS habrá que dejar de lado toda autosuficiencia y los engaños que dan las apariencias... porque somos "barro amado" nos alcanzará la PAZ al no sentirnos tironeados.
Y como el AMOR - JESÚS es COMUNIÓN habrá que dejar de lado los miedos a perder protagonismos... habrá que bajar las barreras de lo que consideramos "mío" y abrirnos a lo que es "nuestro"... y la PAZ alcanzará a la "CASA COMÚN".
EL AMOR QUE ES DON - ACCIÓN DE GRACIAS - COMUNIÓN ES QUIÉN HABITA NUESTRAS VIDAS.
POR ESO EN EL CORAZÓN ESTÁ EL DON Y LA RESPUESTA.
HABRÁ QUE ESCUCHAR HACÍA EL INTERIOR.
Al escuchar nos acercaremos al "CORAZÓN DE NUESTRAS VIDAS" - al "Amor que nos habita" - y esto:
- Posibilitará la apertura... nos hará salir al encuentro.
- Construye vínculos fuertes... provoca en nosotros la aceptación de lo diverso.
- Incluye no margina... Comparte no acumula.
- Crea consciencia de ser parte de la Creación e invita a ser solidario con ella.
- Nos hace andar sin temores que frenan procesos.
- Nos conduce hacía dentro del mar... hacía dentro del mundo... buscando a quienes la oscuridad les robó la esperanza.
- Nos hace centinelas -custodios- de toda vida... constructores de paz.
El AMOR QUE NOS HABITA "por el Espíritu que se nos ha dado..." nos hace andar atentos a no cerrarnos en los juicios... a no quedarnos en la comodidad del cumplimiento de lo ritual... a no creernos no necesitados del encuentro con aquellos que también son necesitados.
PORQUE CUANDO HAY CERRAZÓN, JUICIO O AUTOSUFICIENCIA,
NO HAY AMOR.
Y DONDE NO HAY AMOR, TAMPOCO HAY PAZ.
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