domingo, 3 de enero de 2021

DESDE SIEMPRE, aceptados y amados. Jn 1, 1-18

"Por medio de la Palabra se hizo todo... en la Palabra estaba la Vida...el mundo se hizo por medio de ella... Vino a su casa..."


El himno de Juan nos invita experimentar una certeza que nos sigue costando celebrar... que Dios, desafiando cualquier obstáculo, desde siempre ha salido a nuestro encuentro.

La Palabra realiza entonces todo un recorrido para volver a decirnos que nuestra vida está unida a Dios y esto no se sostiene con nuestra voluntad ni se gana con nuestros logros.

"Éstos no han nacido de sangre, no de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios..."
Su Vida circula en nosotros como "aire nuevo"... como "nos amó primero" así también "se hizo uno con nosotros primero".
Somos esa casa a la cual la Palabra, que es Vida, ha venido a habitar... y esta verdad está al comienzo de nuestra existencia.
Verdad que nos libera de la duda de si seremos amados o no... aceptados o no... al percibir en nosotros el error y la debilidad.
Descubramos una y otra vez que el miedo a perder engendra la codicia... el maltrato... la culpa... engendra violencia hacía nosotros y hacía los demás.
DIOS ES UNIDAD.
Entonces. No hay necesidad de seguir castigándose.
No nos dejan de amar por el error cometido.

"Y la Palabra se hizo carne..."
El alejamiento del Verbo al hacerse carne no rompió esa Unidad con Dios... bajo llevando en sí mismo aquella relación.
Y bajo hasta más allá de la muerte... es decir... hasta la más lejana separación. Abrazando toda distancia - todo alejamiento.
Nada quedaría afuera... y ninguna oscuridad se vería impedida de luz.
Nuestras oscuridades... nuestros propios distanciamientos se han transformados en posibilidades de encuentro.
Podemos percibir "el estar tocando fondo" con alguna situación humana pero aún ese fondo esta sostenido... está habitado... tengo la posibilidad de gritarle a Alguien.
DIOS ES SEPARACIÓN.

"se hizo carne..."

Dios se hizo humanidad... entonces mi humanidad es lugar de encuentro.
TODA HUMANIDAD ES LUGAR DE ENCUENTRO.
Y entonces nuestros gestos y palabras hacía los demás pueden expresar la ACEPTACIÓN recibida gratuitamente.
Podemos dejar de castigar a los demás por su error o debilidad.
DIOS ES ENCUENTRO.

"Vino a su casa, y los suyos no la recibieron..."
Aún a sus discípulos les fue difícil descubrir a Dios en él; Un Dios hecho carne... hecho camino de humanidad... sin cosas fantásticas... sin sorpresas.
Perdonando siempre... poniendo el corazón en la miseria humana... no condenando a nadie, al contrario, rompiendo sentencias.
Queriendo poner una y otra vez sus manos sobre nuestros ojos para que miremos bien... los demás no son árboles que caminan...
Si fuéramos personas reconciliadas dejaríamos el juicio y la condena.
DIOS ES CONFLICTO.

"...les da el poder para ser hijos de Dios..."
Y descubriríamos que a más entrega de los propios criterios... de las propias interpretaciones... más crecemos en humanidad... más "hijos de un mismo Padre" se reflejaría.
Cuándo nos aferramos a nuestros propios criterios... o a nuestras propias formas de mirar la realidad creyendo que es la única... corremos el riesgo de encerrarnos y hacernos esclavos de eso que defendemos... y tendemos a esclavizar y a someter a los demás.
Puedo correr el riesgo de perder... de no tener siempre la razón... porque lo más esencial no se corre nunca... y es justamente allí donde está el valor y la dignidad de nuestra persona.
DIOS ES ENTREGA.

En la manera de relacionarse Jesús nos mostró aquella primera relación que daba sentido a su vida.

ACEPTADOS Y AMADOS COMO SOMOS estamos en disposición para responder con libertad... con más humanidad... a las situaciones cotidianas.

ACEPTADOS Y AMADOS. LIBRES.
PARA LIBERAR.

Pido al Espíritu que nos habita que nos renueve la ESPERANZA frente a lo que nos toque vivir este año nuevo... que no hay amenazas sino oportunidades.
Y que nos renueve la PACIENCIA frente al ritmo del tiempo.


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