"bUSQUEN primero el Reino DE Dios y su JusTicia y lo demás se les dará por añadidura..." Mt 6,33
Buscar "primero el Reino" es confiar... una y otra vez... que el camino de nuestra propia salvación pasa por la apertura al dolor del otro.
Por eso necesitamos soltar todas aquellas interpretaciones que reducen el mensaje de la Palabra a las preocupaciones inmediatas o a las expectativas que surgen de esos deseos tan limitados como son la seguridad y la tranquilidad de la vida.
"Yo no te juzgo... solo Dios juzga"... "Dios pagará a cada uno lo que se merece..." "Todo llega..."
Cuantos dichos hemos conservado que reducen la "Justicia de Dios" al miedo al abandono frente a un error cometido... o bien a nuestro deseo de venganza frente a la ofensa recibida... o bien a la presencia de una "mano que está ahí" -casi semidiós- que hace pagar las equivocaciones... olvidándonos que DIOS HACE LO QUE ES... Y ESTO NUNCA CAMBIA.
Pero vale preguntarnos:
¿Cómo se mantiene la esperanza en tiempos de desaliento?
¿Que buscar en tiempos de injusticia?
¿Hacía donde mirar en tiempos de despojo?
Aquella mujer "viuda" es testigo del desamparo que viven muchos hermanos y hermanas nuestras por la ausencia o la precariedad de lo básico para vivir.
Es testigo de la soledad que padecen tantos enfermos o personas mayores... donde no hay quien vele por ellos.
En su súplica... en su insistencia... en sus gritos... el grito de tantos hombres y mujeres que no se sienten escuchados... que no son reconocidos en su dignidad... que son postergados... que no cuentan con ningún apoyo.
Entonces... ¿porque Dios parece estar en silencio?
¿Donde esta que no resuelve el dolor y la guerra del mundo?
¿Será que nos abandono... o será que no existe?
DIOS NO PUEDE ACTUAR EN CONTRA DE NADIE.
porque su AMOR ES GRATUITO.
DIOS ESTÁ... y sus modos no serán otros que los que la encarnación nos mostró.
DIOS ESTÁ... hecho carne en su pueblo que sufre.
DIOS ESTÁ... en su pueblo que se anima a ser espacio de escucha y liberación para otros.
sU JustiCIA no es otra cosa que su Misericordia hecha palabra - gesto de liberación... palabra-gesto de inclusión... PAlaBRA -GESTO de JeSÚS...
y Los que heMos enConTrado allí nuestra Identidad más profunda... experimentamos su Justicia -Misericordia- cuando nosotros mismos somos justos... cuando nuestras palabras y gestos son liberadores - sanadores - inclusivos.
Entonces habrá que dejar entrar a nuestra oración "los gritos insistentes" que vienen de esos lugares que muchas veces queremos ocultar... y se trAnsformen en acciones concretas que den esperanza... que rescaten dignidad.
Habrá entonces que dejar que cierta imagen de DIos se rompa y aprender a entregarse al hoy -con la carga de dolor que lleva- y permitirle también a eso que sea espacio de transformación, liberándonos para estar más disponibles y al servicio de la liberación de los otros.

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