lunes, 27 de enero de 2025

"La CARIDAD y la LIBERTAD de DIOS, nos habitan" Lc 1,1-4. 4,14-21



"Muchos han tratado de relatar ordenadamente 
los acontecimientos que se cumplieron entre nosotros,  tal como nos fueron transmitidos por aquellos que han sido desde el comienzo testigos oculares y servidores de la Palabra..."     
Lc 1, 1-4



Qué fuerza tuvieron aquellos "acontecimientos" que por mucho tiempo se los conservó, sin contar para eso con un relato escrito...  solo fueron "transmitidos por aquellos que han sido desde el comienzo testigos oculares y servidores de la Palabra."
Qué fuerza tuvieron aquellas cosas "que se cumplieron entre nosotros" - JESÚS - que solo el contacto con ellas a través de la escucha de un relato transformaba a las personas...

"Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que hemos tocado con nuestras manos acerca de la Palabra de Vida, es lo que anunciamos. Porque la Vida se hizo visible, y nosotros la vimos y somos testigos..."   (1Jn 1,1-2)

QUE PODAMOS SEÑOR, RECUPERAR LA FUERZA, 
QUE TIENE LA EXPERIENCIA QUE EL RELATO NOS ACERCA.
QUE EL OÍDO SE ABRA 
Y QUE EL CONTACTO CON ELLA 
PONGA EN MOVIMIENTO LO MEJOR DE NOSOTROS.
AMÉN.

Jesús habiéndose experimentado HIJO...  "volvió a Galilea, con la fuerza del Espíritu..." - regresa a su aldea - a una tierra que está al margen - que no cuenta - donde el prejuicio que pesaba sobre ella era grande y la marginación se hacía sentir.

Jesús "entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados y se puso de pie para hacer la lectura..."
y citando al profeta Isaías, evitando la última parte de ese capítulo que habla de venganzas y ajustes, la interpreta haciéndola suya:

"HOY SE CUMPLE ESTA ESCRITURA QUE ACABAN DE ESCUCHAR..."

Tal era la experiencia vivida por la comunidad.
En el encuentro con Jesús se habían experimentado liberados... tomaron conciencia de manera nueva que para Dios, como pobres, eran tenidos en cuenta... y esto era un gesto concreto en el nuevo modo de relacionarse entre ellos.
Se había cumplido para ellos el "Año de Gracia del Señor"...

Quedaba clausurada toda condena. T
oda esclavitud quedaba abolida aún aquella que provenía de la ley. Dios no marginaba ni sometía a nadie. Nadie era maldito, ante sus ojos.

En la manera de relacionarse con Jesús iban haciendo experiencia... "iban tocando..." de que DIOS ERA LIBERTAD...
Él los había llamado "Hijos de un mismo Padre", se había sentado a la mesa y compartido el pan con gente despreciable; y siendo él mismo un marginado les había anunciado que todos le habían caído bien a Dios, que podían volver a confiar en ellos mismos porque Dios también lo hacía.

Tal es la experiencia a la cual estamos llamados a entrar en contacto: DONDE HAY LIBERTAD, DIOS ALLÍ ESTÁ.

En Jesús nosotros también hemos sido "Ungidos"... y está unción que nos constituye no es sólo para los que lo saben... o lo reconocen... o lo viven... es don para todos. "Todos... hemos sido bautizados en un mismo Espíritu..."   (1Cor 12, 13)
"Ver y tocar" esta realidad nos hace libres y nos da una identidad que es común a los demás... de ahí que el "no desprecio" y "la preocupación por el más débil" corrobora cuánto nos hemos responsabilizado del "don recibido"...

"Más aún, los miembros del cuerpo que consideramos más débiles también son necesarios, y los que consideramos menos decorosos son los que tratamos más decorosamente..." (1Cor 12, 22-23)

DONDE HAY LIBERTAD Y CARIDAD, DIOS ALLÍ ESTÁ. 

Necesitamos que nos alcance esta Buena Noticia...
Necesitamos que nos alcance esta Libertad y esta Caridad...

Hemos demonizado mucho nuestra debilidad... nos seguimos culpando de padecerla... Y así como nos sentimos tironeados por estas ideas enfermizas... así también las imponemos a los demás...
Cuánta razón le hemos dado a estas verdades fabricadas por una errada catequesis...
Necesitamos ponernos en contacto con la experiencia de libertad y de Amor que nos trae Jesús.

LO QUE OPRIME DESHUMANIZA...
LO QUE LIBERA HUMANIZA...
Y Dios no puede estar del lado de lo que nos deshumaniza... ni puede permitirlo o quererlo...

En Jesús podemos experimentar que le ha quitado lo que tenía de absoluto... y lo ha transformado en camino que nos posibilita -como otras experiencias humanas- ponernos en contacto con aquello que hay de más verdadero en nosotros.
Cuándo todo parece fallar... solo un lugar permanece intacto y sólo el contacto con ese lugar nos posibilita volver a levantarnos... y responder lo más humanamente posible a la situación...

Pero como en aquella primera comunidad donde la caridad se expresaba en unas relaciones nuevas que"cuándo un miembro sufre, todos sufren con él..." (1Cor 13, 26)
haciendo notar que Alguien más vivía en medio de ellos... NUESTRA LIBERTAD -COMO NUESTRA FELICIDAD- ESTÁ TAMBIÉN ATADA A LA DE LOS DEMÁS.

La libertad -como la felicidad- no nos alcanzará plenamente mientras haya quienes experimenten la no libertad y la injusticia... decía el Papa Francisco.

Debemos  entonces, "padecer" consciente-mente esa parte de "injusticia estructural" que nos atraviesa a todos porque la sufren algunos.
Y al mismo tiempo reconocer que algunas de nuestras acciones aumentan la injusticia y la desigualdad provocando más esclavitud y más infelicidad.

Cuándo alejamos a quien piensa o hace o decide algo distinto...
Cuándo entramos opinando en la vida del otro creyéndonos dueños de la verdad...
Cuándo en nombre de Dios o de su voluntad presionamos decisiones o excluimos personas...
Cuándo somos indiferentes a los más pobres, a los más débiles... y justificamos su situación a partir de juicios y des-calificaciones...
Cuándo la razón de nuestra vida es "tener más" y nuestra mayor preocupación es "pasarla bien" y "que nadie nos moleste"...
Cuándo nos sentimos mejores que los demás por nuestro título o por nuestra condición económica... etc...etc..
PROVOCAMOS MAYOR INJUSTICIA Y DESIGUALDAD...

Pidamos -en verdad-
experimentar y dejarnos llevar, 
por lo que la Palabra nos acerca, 
y el Espíritu en nosotros lo atestigua: 
que la libertad y la caridad de Dios nos habitan;
y soltar ese espiritualismo,
que sólo piensa en una salvación 
que se ajusta a nuestra débil autoestima 
o a esa necesidad de sentirnos sin culpas ni manchas...



sábado, 18 de enero de 2025

En Jesús, lo nuEvo de Dios. Jn 2, 1-12

"Tres días después..."
de las palabras de Juan el Bautista, que habían señalado a Jesús como el "Cordero de Dios" y  que de alguna manera iniciaron el camino de seguimiento de dos de sus discípulos y el llamado de Jesús a otros... son invitados a una fiesta junto con María.


"Tres días después".
Estamos en el tiempo del seguimiento... en el tiempo de la comunidad.

Así comienza el "libro de los Signos", como es llamada esta primera parte del evangelio de Juan. Como siete fueron los días de la creación, siete serán los signos a través de los cuales nos ira mostrando cómo está en nosotros su Espíritu y dónde reconocerlo.

Por eso todos los "signos" invitan a mirar lo que Dios ha obrado en Jesús "reconciliando consigo todas las cosas" (cfr. Col 1,20.22)... volviéndonos a ser conscientes de esas posibilidades que llevamos dentro; y mostrarnos también el camino para entrar en contacto con esa libertad y con esa vida nueva que nos regaló.

De allí que los "signos" anticipan e interpretan de diversas maneras, el signo por excelencia dado en la Pascua, dónde se pone en evidencia de que es posible vivir de otra manera... intentar amar de otra manera... porque está en nosotros como Don.

Este primer "signo" sucede en un contexto de celebración de un Banquete de Bodas. Imagen que en el Antiguo Testamento evoca la Alianza de Dios con su pueblo... su manera de relacionarse... Imagen de los tiempos nuevos que vendrán con el Mesías... y que en el Nuevo Testamento utilizará Jesús para hablar del Reino.

Y en unas Bodas, donde la fiesta podía durar hasta una semana, la falta de vino es un gran inconveniente... es signo de la falta de lo que es esencial... de aquello que da la alegría... que da vida. Qué no puede faltar.

María, una invitada más, es la única que se da cuenta de la carencia. Es la que percibe que algo no anda bien... y que la preocupación exagerada no resuelve nada ni ayuda a saber que es lo realmente importante... al contrario, mucho de eso es para seguir tapando las frustraciones tenidas al haber querido darse a si mismo, algo que calme "la falta" sentida como vacío...
Ella es la que percibe que "la falta de lo que da verdadera alegría" no puede tener otra respuesta que en Jesús.

"NO TIENEN VINO"
, le hace saber a Jesús.
No tienen aquello que da sentido -que da sustento- a la vida con sus alegrías y tristezas...
No tienen aquello que le da "color y sabor" a la vida... que fundamenta la esperanza.

No tienen aquello que hasta ahora creían conseguir con el cumplimiento de la ley.

Cuántas cosas no son posibles seguir creyendo de la misma manera... diríamos nosotros.
Cuántas cosas seguimos haciendo "religiosamente" sin ver que eso realmente transforme nuestras vidas.
CUÁNTAS EXPERIENCIAS HABLAN EN NOSOTROS DE QUE TENEMOS VACÍAS NUESTRAS TINAJAS.
..
Y A VINO NUEVO, TINAJAS NUEVAS.
Lo nuevo no puede darse bajo las mismas formas o estructuras con las que veníamos queriendo contener algo... no puede ser continuidad de lo viejo.

Las seis tinajas de piedra vacías son signo de tantas formas de pensar y de vivir que ya nada dicen a nuestras vidas... que son incapaces de darnos aquello para lo que fueron pensadas o intuidas.

Tal vez tendríamos que encontrarnos con  nuestra incapacidad de darnos aquello que nos falta para sentir que vivimos... que caminamos.


Tal vez tendríamos que descubrir la imposibilidad de darnos a nosotros mismos esa paz que permanece aún en medio de la dificultad...también porque ha renunciado a tener todo bajo control.
Tal vez tendríamos que reconocer nuestras tinajas vacías; soltar aquellos lugares que prometieron llenarlas...y agradecer que alguien lo haya percibido y con su trato -la comunidad- nos invita a hacer lo que Jesús nos diga...
Nos diga que habrá que volver a escuchar a aquel que invita a salir del dramatismo... que invita a contar con otros... a volver a ponernos en movimiento.

ESCUCHAR... HACER LO QUE SE NOS INVITA. Soltar reproches y culpas; soltar formas de las que nos habíamos olvidado para qué estaban... o qué sentido tenían.

Abrirnos a la confianza que el "VINO NUEVO"...  lo que toca nuestro verdadero anhelo... lo que da vida verdadera - alegría sincera - plenitud - paz... no viene por la exigencia o las renuncias que nos impongamos... ni por las pruebas superadas que decimos que nos hacen... ni por la satisfacción de nuestras necesidades de seguridad y comodidad...etc... sino que está en nosotros como DON que necesitamos descubrir y experimentar.

En lo que dice Jesús, en lo que hace, en lo que vive, en lo que sufre... e
n cómo vive... en cómo ama... en su deseo de servir y dar vida...
SE DA LO NUEVO DE DIOS que está en nosotros como "tesoro escondido"...

"VINO NUEVO" que lo gustamos cuando nos atrevemos a hacer experiencia de nuestros propios vacíos... y con nuestra derrotada autosuficiencia nos arriesgamos a hacer lo que él nos dice... a caminar y a mirar hacia donde él lo hace.

Y somos transformados cada vez más en "odres nuevos"... no sólo cuando nos permitimos entrar en contacto con nuestras carencias y lo escuchamos... o cuándo conscientes del Don dejamos caer ciertas estructuras y formas...,
SINO TAMBIÉN Y SOBRE TODO CUANDO POSIBILITAMOS QUE LOS DEMÁS TAMBIÉN LO HAGAN.






domingo, 12 de enero de 2025

Tú eRes mi HijO, el aMado. Lc 3,15-16.21-22

"Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido...  Sobre él he puesto mi espíritu...
Yo, el Señor... te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo...
Para que abras los ojos... saques a los cautivos..."  (cfr. Is 42, 1-4.6-7)




"...Me refiero a Jesús de Nazaret, 
ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, 
que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos... 
porque Dios estaba con él."  (cfr. Hech 10, 34-38)

"...Él los bautizará con Espíritu Santo y fuego...
Y, mientras oraba, se abrió el cielo, 
bajo el Espíritu Santo sobre él...
y vino una voz del cielo: 
Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto."  (cfr. Lc 3, 15-16.21-22)

Tiempo hacía que el profeta Isaías había suplicado en nombre de su pueblo: "Otea desde el cielo, mira desde tu morada santa y gloriosa: ¿dónde está tu celo y tu valor, tu entrañable ternura y compasión?... ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases...! (cfr Is 63, 15. 19b)

Y ahora el cielo se abría y una Voz se escuchaba.
Dios que respondía a la súplica... mostrando su entrañable ternura y compasión.  EN JESÚS.

Jesús desciende al lugar donde Juan bautiza, al lugar de los que se experimentan necesitados de Dios; llega junto a aquellos que experimentan el límite como una opresión y una carga.
JESÚS SE IDENTIFICA CON ESA HUMANIDAD
Y LA ACEPTA. Y REZA
SE ABRE...


Y allí hace experiencia de "saberse habitado". Se identifica con lo que se le revela.
Se le regala saber de quién depende... quién lo anima... quién lo sostiene... por quién vive...

Y EXPERIMENTA QUE SU CORAZÓN, HUMANO Y FRÁGIL,
ES CAPAZ DE AMAR COMO AMA DIOS, SU PADRE.
Y esta es la señal de que el Espíritu de Dios está en él.

Sus gestos y sus palabras exentas de sentencias absolutas, de condenas irreversibles, lejos de las normas religiosas y de las leyes del templo, expresan la libertad que da el Espíritu, sin dejar de ser humano y limitado y expuesto a los mismos rechazos e incomprensiones que nosotros.

"...No gritará, no clamará...
No romperá la caña quebrada
ni apagará la mecha que arde débilmente..."

La libertad de los propios criterios y juicios, de las posturas rígidas que excluyen y condenan - que marcan el error en los demás, que controlan y someten, que imponen y chantajean, es el criterio que revela si estamos animados o no por "el Amor de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado" (cfr Rm 5,5).


Esta "libertad que libera a otros" brota de una experiencia que fundamenta nuestras vidas.
Es la experiencia de Jesús de saberse "MI HIJO, EL AMADO, EL PREDILECTO"... que el evangelio nos relató a través de signos sensibles para que la entendamos.

Dicha libertad entonces no es cuestión de voluntad; porque ésta chocará, muchas veces, con la frustración que surge del encuentro con los límites propios y ajenos.

DICHA LIBERTAD, 
SURGE DE LA EXPERIENCIA QUE JESÚS NOS REGALA,
AL DARNOS SU ESPÍRITU. 
LA DE "SABERSE HABITADO". 

LA DE SABERSE 
"HIJO AMADO"  "HIJA AMADA".

Y mientras tanto, ¿qué podemos hacer?
Limitados como somos, podemos hacer silencio, detenernos haciéndonos conscientes del ruido en el que estamos metidos, permitiendo así una mayor apertura de nuestro espacio interior, para escuchar más.
Abrirnos a una Mirada... a una Presencia.
A UN AMOR QUE NO PONE CONDICIONES...
A UN AMOR QUE ES CAPAZ DE TRANSFORMAR NUESTRAS VIDAS.

Solo el contacto con esa Presencia nos libera de nuestra impaciencia y de cómo deben darse las cosas para tener más vida.
Solo el contacto con esa Presencia nos libera de los juicios hacía los demás donde lo que rige es lo emotivo...

¿Cómo amar con
"el Amor de Dios  derramado en nosotros"
cuando dentro llevamos tanta agresividad acumulada?
¿Cómo no querer quebrar la vida débil del otro o apagar lo poco que en ella se da, cuándo vivimos tan identificados con lo que conseguimos de los demás?

JESÚS NOS COMUNICA SU MISMO ESPÍRITU (cfr. Jn 1,33)...
Espíritu - AMOR que transforma y enseña a amar...
Espíritu - ESPACIO donde podemos experimentar la misma relación que tiene él con el Padre...
Espíritu - LIBERTAD de ciertos modos de vivir y esquemas mentales que oprimen y enferman; y de ciertas relaciones que asfixian...
Espíritu - DISPONIBILIDAD a aprender cosas nuevas según  el momento vital que se vive saliendo de la lamentación de lo que ya no se puede...
Espíritu - APERTURA hacía los demás cuando nuestras heridas nos llevan a cerrarnos...
Espíritu - CAMINO DE ACEPTACIÓN de nuestra condición humana, limitada y necesitada...
Espíritu - CONFIANZA en la propia bondad y en la bondad de los demás...

EL ESPÍRITU  ES EL AMOR DE DIOS EN NOSOTROS.

Don de Dios dado por Jesús en la cruz  a toda la humanidad.

Si caminamos hacia el lugar donde "somos habitados" se nos regala mayor IDENTIDAD...
Y hace posible la transformación de nuestras heridas en espacios de encuentro y compasión con las heridas de los demás.

NOS HACE JESÚS PARA LOS DEMÁS... que es nuestra MISIÓN.


domingo, 5 de enero de 2025

"AndAremos siEmpre InquiEtoS..." Mt 2, 1-12

Ni eran tres ni tampoco eran magos y menos reyes... solo nos encontramos con una catequesis que nos desafía a buscar a ese Dios que está escondido en nuestras vidas y que desde la creación del mundo ha deseado comunicarse.

Tal vez nosotros nos seguimos quedando con la imagen de que las cosas de Dios vienen de afuera y de seguro alteran lo natural de tal manera que no haya dudas de que Dios está actuando... 
y nos olvidamos la experiencia de tantos hombres y mujeres que a lo largo de la historia han dado testimonio que su búsqueda de Dios ha sido para ellos como atravesar una gran noche.

Porque Dios es AMOR - es comunicación - es manifestación - es EPIFANÍA - no podrá entonces nunca dejar de comunicarse - de darse - sin dejar de ser Dios...
Dios es comunicación - es Amor-... y lo hace siempre... lo está haciendo siempre... no se comunica por partes pero así es experimentado por nosotros que seguimos sosteniendo tantas falsas imágenes de Dios a las que no solo le rezamos sino que además les exigimos que actúen como nosotros quisiéramos.

El relato de los hombres venidos de Oriente es una invitación a ponernos en contacto con esa INQUIETUD que atraviesa todas nuestras búsquedas y que no se conforma con la satisfacción de simples expectativas.
Esa INQUIETUD que nos hace eternos buscadores no es más que el reflejo de la huella de Dios en nosotros como dice san Agustín:
                             "Nos creaste para ti y nuestro corazón andará 
                             siempre inquieto mientras no descanse en ti".

Esta INQUIETUD entonces es una llamada que nos viene de adentro y que se dirige a todos.
Y nos llega justo cuando somos capaces de salir del círculo donde hasta ahora encontramos seguridad y poder.

Los hombres de Oriente salieron... tuvieron que hacer experiencia de desierto... de noche... se animaron a ir más allá de lo racionalmente lógico... no se contentaron con lo hallado hasta ahora.
Y SE AMIGARON CON LA REALIDAD TAN SIMPLE DE SER COMPAÑEROS EN LA BÚSQUEDA CON OTROS.

Y entre tantas luces que brillaban se animaron a confiar en aquella que brillaba cuando las demás luces ya no están. AQUELLA QUE HABITA EN LO MÁS PROFUNDO DE LA FRAGILIDAD HUMANA.

Porque se pusieron de camino vieron la estrella... vieron que las cosas podían ser de otra manera... se abrieron a una verdad de la cual ellos no eran dueños.
Porque se animaron a caminar y se amigaron con la pobreza del camino encontraron.

PORQUE SE DEJARON LLEVAR POR LA INQUIETUD DEL CORAZÓN SE ENCONTRARON CON LA BONDAD Y LA TERNURA DE DIOS EN LA FRAGILIDAD Y EN LA POBREZA DE UN NIÑO.
Y vieron que la bondad y la capacidad de amar estaban en todos.
Y QUE ALLÍ ESTABA DIOS MANIFESTÁNDOSE.

Y los hombres de Oriente sintieron que eran empujados a irse y hacer lo mismo (cfr. Lc 10, 25-37)...

Abrazando la pobreza.
Caminando con otros.
Amigándose con lo que no brilla.
Permaneciendo abiertos.
Buscando la paz siendo justos.
Brindando ternura.
Buscando siempre.

Porque en esto los demás reconocerán" al "Niño" encontrado (cfr Jn 13, 35).

Y cuanto más lo hacían más cerca de su verdad 
se encontraban y con más INQUIETUD se hallaban.