"Muchos han tratado de relatar ordenadamente
los acontecimientos que se cumplieron entre nosotros, tal como nos fueron transmitidos por aquellos que han sido desde el comienzo testigos oculares y servidores de la Palabra..." Lc 1, 1-4
Qué fuerza tuvieron aquellos "acontecimientos" que por mucho tiempo se los conservó, sin contar para eso con un relato escrito... solo fueron "transmitidos por aquellos que han sido desde el comienzo testigos oculares y servidores de la Palabra."
Qué fuerza tuvieron aquellas cosas "que se cumplieron entre nosotros" - JESÚS - que solo el contacto con ellas a través de la escucha de un relato transformaba a las personas...
QUE PODAMOS SEÑOR, RECUPERAR LA FUERZA,
QUE TIENE LA EXPERIENCIA QUE EL RELATO NOS ACERCA.
QUE EL OÍDO SE ABRA
Y QUE EL CONTACTO CON ELLA
PONGA EN MOVIMIENTO LO MEJOR DE NOSOTROS.
AMÉN.
Jesús habiéndose experimentado HIJO... "volvió a Galilea, con la fuerza del Espíritu..." - regresa a su aldea - a una tierra que está al margen - que no cuenta - donde el prejuicio que pesaba sobre ella era grande y la marginación se hacía sentir.

y citando al profeta Isaías, evitando la última parte de ese capítulo que habla de venganzas y ajustes, la interpreta haciéndola suya:
"HOY SE CUMPLE ESTA ESCRITURA QUE ACABAN DE ESCUCHAR..."
Tal era la experiencia vivida por la comunidad.
En el encuentro con Jesús se habían experimentado liberados... tomaron conciencia de manera nueva que para Dios, como pobres, eran tenidos en cuenta... y esto era un gesto concreto en el nuevo modo de relacionarse entre ellos.
En Jesús nosotros también hemos sido "Ungidos"... y está unción que nos constituye no es sólo para los que lo saben... o lo reconocen... o lo viven... es don para todos. "Todos... hemos sido bautizados en un mismo Espíritu..." (1Cor 12, 13)
"Ver y tocar" esta realidad nos hace libres y nos da una identidad que es común a los demás... de ahí que el "no desprecio" y "la preocupación por el más débil" corrobora cuánto nos hemos responsabilizado del "don recibido"...
"Más aún, los miembros del cuerpo que consideramos más débiles también son necesarios, y los que consideramos menos decorosos son los que tratamos más decorosamente..." (1Cor 12, 22-23)
DONDE HAY LIBERTAD Y CARIDAD, DIOS ALLÍ ESTÁ.
Necesitamos que nos alcance esta Buena Noticia...
Necesitamos que nos alcance esta Libertad y esta Caridad...
Hemos demonizado mucho nuestra debilidad... nos seguimos culpando de padecerla... Y así como nos sentimos tironeados por estas ideas enfermizas... así también las imponemos a los demás...
Cuánta razón le hemos dado a estas verdades fabricadas por una errada catequesis...
Necesitamos ponernos en contacto con la experiencia de libertad y de Amor que nos trae Jesús.
La libertad -como la felicidad- no nos alcanzará plenamente mientras haya quienes experimenten la no libertad y la injusticia... decía el Papa Francisco.
Debemos entonces, "padecer" consciente-mente esa parte de "injusticia estructural" que nos atraviesa a todos porque la sufren algunos.
Y al mismo tiempo reconocer que algunas de nuestras acciones aumentan la injusticia y la desigualdad provocando más esclavitud y más infelicidad.
Cuándo alejamos a quien piensa o hace o decide algo distinto...
Cuándo entramos opinando en la vida del otro creyéndonos dueños de la verdad...
Cuándo en nombre de Dios o de su voluntad presionamos decisiones o excluimos personas...
Cuándo somos indiferentes a los más pobres, a los más débiles... y justificamos su situación a partir de juicios y des-calificaciones...
Cuándo la razón de nuestra vida es "tener más" y nuestra mayor preocupación es "pasarla bien" y "que nadie nos moleste"...
Cuándo nos sentimos mejores que los demás por nuestro título o por nuestra condición económica... etc...etc..
PROVOCAMOS MAYOR INJUSTICIA Y DESIGUALDAD...
Pidamos -en verdad-
experimentar y dejarnos llevar,
Se había cumplido para ellos el "Año de Gracia del Señor"...
Quedaba clausurada toda condena. Toda esclavitud quedaba abolida aún aquella que provenía de la ley. Dios no marginaba ni sometía a nadie. Nadie era maldito, ante sus ojos.
Quedaba clausurada toda condena. Toda esclavitud quedaba abolida aún aquella que provenía de la ley. Dios no marginaba ni sometía a nadie. Nadie era maldito, ante sus ojos.
En la manera de relacionarse con Jesús iban haciendo experiencia... "iban tocando..." de que DIOS ERA LIBERTAD...
Él los había llamado "Hijos de un mismo Padre", se había sentado a la mesa y compartido el pan con gente despreciable; y siendo él mismo un marginado les había anunciado que todos le habían caído bien a Dios, que podían volver a confiar en ellos mismos porque Dios también lo hacía.
Tal es la experiencia a la cual estamos llamados a entrar en contacto: DONDE HAY LIBERTAD, DIOS ALLÍ ESTÁ.
Él los había llamado "Hijos de un mismo Padre", se había sentado a la mesa y compartido el pan con gente despreciable; y siendo él mismo un marginado les había anunciado que todos le habían caído bien a Dios, que podían volver a confiar en ellos mismos porque Dios también lo hacía.
Tal es la experiencia a la cual estamos llamados a entrar en contacto: DONDE HAY LIBERTAD, DIOS ALLÍ ESTÁ.

"Ver y tocar" esta realidad nos hace libres y nos da una identidad que es común a los demás... de ahí que el "no desprecio" y "la preocupación por el más débil" corrobora cuánto nos hemos responsabilizado del "don recibido"...
"Más aún, los miembros del cuerpo que consideramos más débiles también son necesarios, y los que consideramos menos decorosos son los que tratamos más decorosamente..." (1Cor 12, 22-23)
DONDE HAY LIBERTAD Y CARIDAD, DIOS ALLÍ ESTÁ.
Necesitamos que nos alcance esta Buena Noticia...
Necesitamos que nos alcance esta Libertad y esta Caridad...
Hemos demonizado mucho nuestra debilidad... nos seguimos culpando de padecerla... Y así como nos sentimos tironeados por estas ideas enfermizas... así también las imponemos a los demás...
Cuánta razón le hemos dado a estas verdades fabricadas por una errada catequesis...
Necesitamos ponernos en contacto con la experiencia de libertad y de Amor que nos trae Jesús.
LO QUE OPRIME DESHUMANIZA...
LO QUE LIBERA HUMANIZA...
Y Dios no puede estar del lado de lo que nos deshumaniza... ni puede permitirlo o quererlo...
En Jesús podemos experimentar que le ha quitado lo que tenía de absoluto... y lo ha transformado en camino que nos posibilita -como otras experiencias humanas- ponernos en contacto con aquello que hay de más verdadero en nosotros.
Cuándo todo parece fallar... solo un lugar permanece intacto y sólo el contacto con ese lugar nos posibilita volver a levantarnos... y responder lo más humanamente posible a la situación...
LO QUE LIBERA HUMANIZA...
Y Dios no puede estar del lado de lo que nos deshumaniza... ni puede permitirlo o quererlo...
En Jesús podemos experimentar que le ha quitado lo que tenía de absoluto... y lo ha transformado en camino que nos posibilita -como otras experiencias humanas- ponernos en contacto con aquello que hay de más verdadero en nosotros.
Cuándo todo parece fallar... solo un lugar permanece intacto y sólo el contacto con ese lugar nos posibilita volver a levantarnos... y responder lo más humanamente posible a la situación...
Pero como en aquella primera comunidad donde la caridad se expresaba en unas relaciones nuevas que"cuándo un miembro sufre, todos sufren con él..." (1Cor 13, 26)
haciendo notar que Alguien más vivía en medio de ellos... NUESTRA LIBERTAD -COMO NUESTRA FELICIDAD- ESTÁ TAMBIÉN ATADA A LA DE LOS DEMÁS.La libertad -como la felicidad- no nos alcanzará plenamente mientras haya quienes experimenten la no libertad y la injusticia... decía el Papa Francisco.
Debemos entonces, "padecer" consciente-mente esa parte de "injusticia estructural" que nos atraviesa a todos porque la sufren algunos.
Y al mismo tiempo reconocer que algunas de nuestras acciones aumentan la injusticia y la desigualdad provocando más esclavitud y más infelicidad.
Cuándo alejamos a quien piensa o hace o decide algo distinto...
Cuándo entramos opinando en la vida del otro creyéndonos dueños de la verdad...
Cuándo en nombre de Dios o de su voluntad presionamos decisiones o excluimos personas...
Cuándo somos indiferentes a los más pobres, a los más débiles... y justificamos su situación a partir de juicios y des-calificaciones...
Cuándo la razón de nuestra vida es "tener más" y nuestra mayor preocupación es "pasarla bien" y "que nadie nos moleste"...
Cuándo nos sentimos mejores que los demás por nuestro título o por nuestra condición económica... etc...etc..
PROVOCAMOS MAYOR INJUSTICIA Y DESIGUALDAD...
Pidamos -en verdad-

por lo que la Palabra nos acerca,
y el Espíritu en nosotros lo atestigua:
que la libertad y la caridad de Dios nos habitan;
y soltar ese espiritualismo,
que sólo piensa en una salvación
que se ajusta a nuestra débil autoestima
o a esa necesidad de sentirnos sin culpas ni manchas...