miércoles, 21 de mayo de 2025

DondE no hAy Amor, no hAy PAZ. Jn 14, 23-29

Estamos dentro de los discursos de aquella cena de despedida... dentro de esos diálogos con la intimidad del corazón de Jesús.. diálogos que revelan... que muestran... que intentan estrechar aún más el vínculo de los discípulos con su maestro.

"Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?... (Jn 14, 22)

Está pregunta que antecede a las palabras de hoy expresan de alguna manera, la experiencia de encuentro que aquellos hombres tuvieron con Dios en la persona de Jesús.

Experiencia que podrían resumirlas en muy pocas palabras:
EL PADRE NOS QUIERE!!!
Y vale la pena vivir sabiéndose alcanzados por un AMOR que ama sin medidas.
AMOR que nos ha creado.
AMOR por quién vivimos.
AMOR que es fuente de todo amor y de toda posibilidad de amar.

Ese AMOR es el que sea convertido en  SEGUIMIENTO.
"El que me ama será fiel a mi Palabra..."
Y no ya desde el esfuerzo que provoca rigidez y resentimientos... sino desde la atención permanente al Amor que nos habita.

Probablemente aquella comunidad... como nosotros hoy... se preguntaron: - ¿Cómo es posible que el AMOR habite en nuestra vida cuando ésta es frágil y pecadora... fallada e incompleta... torpe e indecisa... impura e idólatra?

Recordarán la respuesta de Jesús: "Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Cómo dices: Muéstranos al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí?..." (cfr. Jn 14, 8-14)

Así como hubo que dejarse llevar por el Espíritu para ver a Dios en Jesús... donde nada extraordinario había... así también habrá que dejarse llevar por el Espíritu para sabernos habitados.

Para que la experiencia de sabernos clarificados por dentro... entendidos y perdonados... aceptados y sostenidos... ALCANZADOS Y AMADOS... acciones muy propias del Espíritu de Jesús... nos lleven a la verdad de que DIOS ESTÁ... y que es nuestra "roca firme" sobre la que se apoya toda nuestra vida.

" ¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro;
si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha.
Si digo: «Que al menos la tiniebla me encubra,
que la luz se haga noche en torno a mí»,
ni la tiniebla es oscura para ti,
la noche es clara como el día.
  (Sal 138, 7-12)              

"...el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre 
les enseñará todo 
y les recordará lo que les he dicho..."

El Espíritu de Jesús será nuestro "maestro interior"...
Espíritu de Jesús que no es otra cosa que el "Amor de Dios en nosotros".

PRESENCIA QUE CREA AMOR... que empuja a crear relaciones nuevas al estilo de Jesús.
AMOR QUE CREA COMUNIDAD.
AMOR QUE DA VIDA VERDADERA.
Y como el AMOR - JESÚS es DON habrá que dejar de lado toda pretensión de sometimiento y control de los demás... y entonces haremos experiencia de la PAZ.
PORQUE UN AMOR ASÍ CREA PAZ.

"Les dejo la paz, les doy mi paz, 
pero no como la da el mundo."


Y como el AMOR - JESÚS es ACCIÓN DE GRACIAS habrá que dejar de lado toda autosuficiencia y los engaños que dan las apariencias... porque somos "barro amado" nos alcanzará la PAZ al no sentirnos tironeados.

Y como el AMOR - JESÚS  es COMUNIÓN habrá que dejar de lado los miedos a perder protagonismos... habrá que bajar las barreras de lo que consideramos "mío" y abrirnos a lo que es "nuestro"...  y la PAZ alcanzará a la "CASA COMÚN".

EL AMOR QUE ES DON - ACCIÓN DE GRACIAS - COMUNIÓN ES QUIÉN HABITA NUESTRAS VIDAS.
POR ESO EN EL CORAZÓN ESTÁ EL DON Y LA RESPUESTA.
HABRÁ QUE ESCUCHAR HACÍA EL INTERIOR.

Al escuchar nos acercaremos al "CORAZÓN DE NUESTRAS VIDAS" - al "Amor que nos habita" - y esto:

  • Posibilitará la apertura... nos hará salir al encuentro.
  • Construye vínculos fuertes... provoca en nosotros la aceptación de lo diverso.
  • Incluye no margina... Comparte no acumula.
  • Crea consciencia de ser parte de la Creación e invita a ser solidario con ella.
  • Nos hace andar sin temores que frenan procesos.
  • Nos conduce hacía dentro del mar... hacía dentro del mundo... buscando a quienes la oscuridad les robó la esperanza.
  • Nos hace centinelas -custodios- de toda vida... constructores de paz.


El AMOR QUE NOS HABITA "por el Espíritu que se nos ha dado..." nos hace andar atentos a no cerrarnos en los juicios... a no quedarnos en la comodidad del cumplimiento de lo ritual... a no creernos no necesitados del encuentro con aquellos que también son necesitados.

PORQUE CUANDO HAY CERRAZÓN, JUICIO O AUTOSUFICIENCIA,
NO HAY AMOR.
Y DONDE NO HAY AMOR, TAMPOCO HAY PAZ.




lunes, 19 de mayo de 2025

¿Y si el amor empezase por vos?. . Jn 13, 31-35

"AHORA el hijo del hombre
ha sido glorificado
y Dios ha sido glorificado en él..."


Ante la mirada de aquella primera comunidad cristiana está la "Palabra hecha carne" por medio de la cuál Dios nos habló definitivamente.

Ante la mirada de aquellos hombres y mujeres está Jesús quién es "es el resplandor de la Gloria de Dios y la impronta de su ser..."  
(cfr. Hb 1, 1-3)

Y como la "Gloria de Dios" es Dios mostrando su ser en acciones concretas podemos entonces decir que la vida de Jesús - su palabra y sus gestos -desde nacer pobre hasta darse como alimento- muestra la "Gloria de Dios". Por eso la pasión de Jesús será "la hora"donde más se revela "la gloria de Dios" porque es el lugar donde más se reveló quién es Dios dando vida.

Viéndolo amar en medio del rechazo revelaba que DIOS ES AMOR SIN LÍMITES.
Percibiendo su mirada revelaba que DIOS ES TERNURA.
Escuchándolo perdonar revelaba que DIOS ES MISERICORDIA.
Dejándose traspasar revelaba que DIOS ES SALVACIÓN.
Dando la vida por amor revelaba que DIOS ES VIDA.

LA PALABRA ES AMOR
Y EL AMOR SE HA CONVERTIDO EN VIDA.
"PORQUE LA GLORIA DE DIOS ES QUE EL HOMBRE VIVA"
 (s Irineo de Lyon)

Si nos preguntarán si Dios existe o si damos "gloria a Dios", bastaría con una respuesta: Miren...
- Miren cómo buscamos dar vida... cómo nos tratamos... cómo nos ponemos al servicio...
- Miren cómo nos comprendemos... cómo nos perdonamos.
- Miren nuestros rostros... miren cómo celebramos vivir... aún en medio del dolor.
- Miren cómo atendemos a los más débiles... cómo compartimos lo que tenemos... cómo luchamos por una vida mejor para todos... etc... etc...

Bastaría con esta respuesta... pero no, como aquellos discípulos que durante la cena no entendieron a Jesús y durante la pasión se perdieron; nosotros también podemos seguir sin entender o andar perdidos en discusiones que nada tienen que ver con aquello donde la Verdad de lo que creemos se nos juega...

"Así como yo los he amado, amanse también ustedes los unos a los otros..."
"AMAR" - y no de cualquier manera - sino "COMO ÉL NOS AMA" es lo que hace que nos llamemos CRISTIANOS... es lo que habla de que la Vida de Dios está en nosotros. Y  esto NO es una obligación... no es un precepto...  es lo esencial en nuestra vida de seguimiento a Jesús de Nazaret. Pero nosotros seguimos buscando la "añadidura" y no lo "esencial".

"De la abundancia del corazón hablaba la boca", dice un biógrafo de san Francisco.
¿Qué es aquello que sale más de nuestro corazón?
De lo que llevamos dentro - con quién allí nos relacionamos - tendrían que hablar nuestros modos de relacionarnos con los demás.

"En esto reconocerán que son mis discípulos
en el amor que se tengan los unos a los otros."
No es una invitación a amar sólo a los míos - o solo a los que me quieren - o solo a los que me caen bien... se trata de amar y servir como Jesús lo hace... a todos aquellos que se cruzan en nuestro camino...  porque "
Somos lo que amamos y somos desde quien nos ama;  HAY VIDA DONDE HAY AMOR Y DONDE CESA TODA FORMA DE AMOR, CESA TODA FORMA DE VIDA..." (cfr. González de Cardenal, “La entraña del cristianismo”).

Por eso necesitamos comenzar por superar nuestras repulsiones... esa tentación a ignorar - a no escuchar - lo que nos viene de tantas ocasiones extrañas con las que nos encontramos en nuestro camino... Necesitamos descubrir que aquello que rechazamos del otro puede ser  para nosotros voz de Dios... invitación a amar más... a comprender más... a perdonar más... a servir más... a encontrar más vida.

¿CÓMO DECIR QUE CREEMOS EN EL DIOS DE JESÚS -QUE AMAMOS COMO ÉL AMA- SI VEMOS LA NECESIDAD DEL OTRO Y LA RECHAZAMOS O LA IGNORAMOS?


La necesidad del otro interrumpe nuestro camino... nos saca de lo organizado que teníamos nuestro tiempo... o nuestro espacio de trabajo... desestabiliza nuestro ánimo... nubla nuestro entendimiento... El no ver - el ignorar - el no escuchar - el buscar razones - no son más que justificativos para quedarnos en el mismo lugar...

Vemos dolor y nos negamos a comprender.
Vemos soledad y vacío y nos negamos salir al encuentro.
Vemos la ira ajena - las malas respuestas - y nos negamos a escuchar.
Vemos la pobreza y nos negamos compartir.
Vemos debilidad y nos negamos al perdón.
Vemos las capacidades de los demás y nos negamos a reconocerlas.

O vemos nuestro propio miedo a la soledad y nos exponemos a relaciones que nos dañan.
Vemos nuestro miedo al abandono y nos encerramos a todos.
Vemos nuestra dependencia de la mirada ajena y no nos arriesgamos a valorarnos.
Nos vemos mendigando afecto y no nos cuidamos... no ponemos limites... no nos escuchamos.
Vemos nuestra vergüenza por vernos limitados y nos ocultamos... y no hablamos... enfermándonos muchas veces.

ESCUCHAR - COMPRENDER - CUIDAR las propias necesidades como las de los demás es expresión de amor.

SON PUENTES PARA CRECER ... demandan... exigen una mirada nueva... una percepción nueva... una conciencia nueva... una capacidad nueva de paciencia y aceptación...

EXIGEN QUE SUPEREMOS NUESTRAS REPULSIONES.
Que bajemos nuestras barreras...
Que rompamos con nuestros prejuicios...
Que perdamos control...

QUE CONFIEMOS QUE ESOS GRITOS
NOS LLEVARÁN A UNA VERDADERA LIBERTAD...
DE nosotros mismos... de nuestras interpretaciones erróneas que nos encierran... de la desconfianza de lo que surge dentro nuestro... de nuestro narcisismo que exige culto...etc.
Libertad también a los demás... de tener que responder a todas nuestras exigencias...de tener que ocultarnos sus carencias por miedo a nuestras reacciones... etc.

Entonces... ellos y nosotros... nos encontraremos expresando la VIDA DE DIOS QUE ES AMOR según nuestros propios modos... sin necesidad de ocultarlos porque son diferentes... y estaremos glorificando a Dios en nuestras vidas.

Señor Jesús, 
manso y humilde de corazón.
Que podamos ser en medio del mundo
una presencia pacífica,
que alivie la vida de los demás,
dónde todos puedan sentirse seguros,
a salvo, sin miedos a ser evaluados por nosotros.
Señor Jesús, 
rostro de la Misericordia de Dios
enséñanos a amar como Tú.
Amén.









domingo, 11 de mayo de 2025

Y NO hay muerte y NO hay límites. SOLO AMOR. Jn 10, 27-30

ES CUESTIÓN DE VIDA.
De esto nos habla el evangelio de hoy, aunque hayamos dejado los evangelios de los encuentros con el Resucitado.

De la VIDA se trató toda la Pascua.
De Vida que no pasa... de Vida que no depende de cómo estamos ni de cómo nos sentimos.
De Vida Verdadera... de Vida eterna.
De esa Vida que da y defiende el Buen Pastor del evangelio.

Qué difícil nos resulta dejar ciertas ideas sobre lo que significa la Vida eterna... muchos seguimos pensado en una vida biológica en el más allá. Seguimos esperando que después de la muerte se nos devolverá está vida que ahora tenemos. 
Y los evangelios nos hablan continuamente de una VIDA que hay que conseguir aquí y ahora... y que no tiene nada que ver con la biológica.

Cómo nos cuesta escuchar lo que dice la palabra cuando no está de acuerdo a nuestras creencias, a nuestros prejuicios y a nuestras necesidades. Nos olvidamos muy pronto las palabras dichas al anciano Nicodemo: "Hay que nacer de nuevo. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu, es Espíri­tu".

Necesitamos abrirnos a la novedad que nos invita a descubrir que esa VIDA nos alcanza cuándo, llevados por el Espíritu, nos entregamos cómo don a los demás.

De ahí la imagen del buen pastor, que aparece en la Biblia muchas veces como una manera de hablar de cómo Dios vela por la vida de su pueblo; dónde también encontramos denuncias contra aquellos "falsos pastores" que utilizan a Dios en favor de ellos mismos.

"YO SOY EL BUEN PASTOR...
MIS OVEJAS ESCUCHAN MI VOZ...
YO LES DOY VIDA..."
Al mirar cómo Jesús buscaba relacionarse tratando a todos de igual manera, resulta difícil pensar que él se hubiese definido como un pastor que llevaba detrás de sí ovejas.
Aunque si podemos encontrar en él, un modelo de cómo deberían ser las relaciones humanas, dónde nadie se sienta más que nadie... dónde nadie se aprovecha de nadie...
Jesús, a través de ese modo de relación, dónde estaban presentes el servicio y la preocupación de corazón por cada uno, por cada una, llegó a ser plenamente humano... plenamente uno con Dios.
Seguirlo... "ser de los suyos"... significa entonces, comprometer la vida junto con él -y como lo hace Dios- en favor de los demás... llegando a aceptar a los demás como lo que más importa.
Por esa razón no bastará con sólo oír su voz, sino que habrá que ESCUCHAR... 
Es en la ESCUCHA donde percibimos la VIDA que nos viene del BUEN PASTOR...  pero, ¿podemos escuchar cuando hay tanto ruido dentro nuestro? 
"El Silencio no es ausencia de ruidossino ausencia de ego"
¿A quién escuchamos nosotros?
¿A quién queremos escuchar? ¿Acaso no escuchamos muchas veces lo que está de acuerdo a nuestros intereses?

Escuchar significa acercarse sin prejuicios -sin juicios previos- y aceptar lo que nos dicen aunque eso suponga cambiar nuestras convicciones.
Escuchar significa ponernos en movimiento -es salir, ir detrás de...-, buscar alternativas, sabiendo que tenemos en nosotros la posibilidad de vivir la vida de otra manera y que esta coincide con lo mejor de lo humano que llevamos dentro.  
Escuchar es seguirlo en sus formas de romper con la indiferencia -"no elegimos que escuchar o a quién escuchar"-; es romper también, con ciertas maneras de mirar a los demás para posibilitar la misma experiencia, el encuentro con esa vida que todo lo sostiene y que en todos fluye.


ESCUCHAR Y SEGUIRLO... es lo que nos da VERDADERA VIDA.
Si lo escuchamos y lo seguimos, la Vida que está por encima de las limitaciones de lo físico, se despliega en nosotros como sucedió en la persona de Jesús. Somos alcanzados por la Vida en el Espíritu.

Vivir desde esa consciencia, le permite a la vida que nos siga sorprendiendo, aunque sea lo mismo lo que vivamos. Siempre habrá novedad.
Nos libera de "tener que ganar siempre", haciendo que los demás puedan tener un "respiro" de nuestras exigencias, de nuestros chantajes, que se perciben detrás de tantas palabras que decimos; que no hacen más que violentar -de muchas maneras- la vida de los demás.

Vivir desde esa consciencia, nos hace andar más atentos a las actitudes de "ladrón"  que arrebata y no le importa la vida de los demás... cuidando los buenos tratos... no confundiendo esto con poner límites, y haciendo una lectura más delicada si se trata entre niños.

Vivir desde esa VIDA -escucha y seguimiento de los modos de Jesús-, es haber llegado a la misma meta que Jesús:  HACERSE UNO CON DIOS.
Allí no hay muertes, no hay límites. 
Solo AMOR.
Y las entregas son algo espontáneo.
Y la disponibilidad es otra forma de decir HIJO... de decir HIJA.


¿Cuál será entonces el camino para vivir desde este centro?
¿Qué huellas podemos seguir para tomar cada vez más conciencia de quienes somos en verdad -de lo divino que habita en nosotros- y vivir desde ahí?

DESARMARSE. Superando las apariencias. Dejando que el personaje se desarme.
DESPOJARSE.  Saliendo de los engaños, de las mentiras e ilusiones.
DESCENTRARSE. Entrando en la dinámica de nuestra auténtica existencia; siendo conscientes de cuánta atención le damos a nuestro ego.
SILENCIARSE. Para identificarnos totalmente con lo que hay de Dios en nosotros.

Somos "infinita apertura".
Somos "pura receptividad".
Somos "donación".