Nos encontramos comenzando a recorrer estos días que de manera "litúrgica" (simbólica) condensan el drama de una vida entregada a los demás.
De estos días surgen para nosotros "unas respuestas, unos modos" a esas preguntas que siempre están ahí, y que muchas veces son la razón de nuestros sufrimientos; preguntas que no siempre nos animamos a mirarlas de frente: ¿Qué buscamos en la vida? ¿Cómo queremos vivir? ¿En qué vale la pena gastarla? hasta la pregunta de ¿Cómo queremos morir?
JESÚS HA DECIDIDO IR A JERUSALÉN.
Habiendo agotado todas las maneras para transmitir una nueva manera de mirar la vida, de entender a Dios... habiendo sido rechazado su mensaje...
JESÚS SIGUE DECIDIENDO DARLO TODO
Aun cuando el rechazo de los jefes religiosos y el no entender de sus discípulos lo arrojea una soledad que hace preguntarse "si todo esto habrá valido la pena"...
JESÚS SIGUE DECIDIENDO DARLO TODO.
Los RAMOS no indican más que el camino "hacía más abajo" que Jesús ha decidido recorrer.
Camino marcado por la violencia, el odio y el poder de aquellos que ven su sistema religioso peligrar ante el anuncio de un Dios que no condena a nadie. Que ama "sin condiciones" a todos.
Así es la FE,
camino,
obstáculo,
rechazo,
silencio,
espera,
entrega.
"MIREN LA HUMILDAD DE DIOS Y DERRAMEN ANTE EL SUS CORAZONES"
Dice San Francisco.
Miren la humanidad de Dios - Jesús - respondiendo a la violencia con perdón... al odio con ternura... al poder con libertad... AMANDO SIEMPRE... como vio hacer a su Padre... dejándonos ejemplo para que sigamos sus huellas.
Nuestro corazón está hecho a imagen de su Corazón... es posible entonces "PERMANECER EN EL AMOR" en medio del dolor y la muerte;
es posible "PERMANECER EN EL PERDÓN" en medio de la violencia y la injusticia;
es posible "PERMANECER EN LA BONDAD" en medio del rechazo y la incomprensión.
Nada nos justifica cerrarnos indefinidamente... ni responder con violencia a la injusticia... ni buscar solo nuestro bienestar... ni pretender que nos satisfagan nuestras necesidades o se sanen nuestras heridas para entonces amar.
"MIREN LA HUMILDAD DE DIOS Y DERRAMEN ANTE EL SUS CORAZONES"
Dice San Francisco.
Miren la humanidad de Dios - Jesús - respondiendo a la violencia con perdón... al odio con ternura... al poder con libertad... AMANDO SIEMPRE... como vio hacer a su Padre... dejándonos ejemplo para que sigamos sus huellas.
Nuestro corazón está hecho a imagen de su Corazón... es posible entonces "PERMANECER EN EL AMOR" en medio del dolor y la muerte;
es posible "PERMANECER EN EL PERDÓN" en medio de la violencia y la injusticia;
es posible "PERMANECER EN LA BONDAD" en medio del rechazo y la incomprensión.
Nada nos justifica cerrarnos indefinidamente... ni responder con violencia a la injusticia... ni buscar solo nuestro bienestar... ni pretender que nos satisfagan nuestras necesidades o se sanen nuestras heridas para entonces amar.
Pero nosotros seguimos insistiendo que todo esto -de la semana santa- es "por nuestros pecados"... en el pago de una deuda... en un Dios necesitado de la sangre de su hijo para quedar satisfecho... en el sufrimiento injusto de ese hijo como parte de un plan... como lo pensamos también en nuestra vida -para purificarnos - para conseguir la salvación - etc.
Con la PASCUA de Jesús cómo con toda su vida, nos invitan a descubrir que hay otro modo de vivir la realidad... esa realidad - a veces injusta y dolorosa- que muchas veces quiere imponerse cómo toda la verdad que existe.
Que su "humanidad decidida a amar sin límites" ilumine nuestras faltas de confianza... nuestras continuas búsquedas de seguridad... nuestros miedos a ser rechazados... etc.
¿Quién podrá detener la fuerza del AMOR hecho ternura y perdón cuando ha decidido ir hasta las últimas consecuencias?
"Las aguas torrenciales no pueden apagar el amor ni los ríos anegarlo..."
CantC. 8,9
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