domingo, 1 de marzo de 2020

La tenTAción nOs acoMPañará SiemPre... Mt 4, 1-11

"Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. Después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, sintió hambre..."
Nuestros cuarenta días están marcados de alguna manera por aquellos cuarenta días de Jesús que tienen tanta historia dentro de Israel.

Es empujado por el Espíritu al desierto después de haber encontrado, junto al río Jordán, de quien depende su vida... quién la sostiene... a quién quiere escuchar.

Jesús se deja llevar al lugar del corazón donde se encuentra lo mejor de nosotros que llevado por la confianza busca la apertura, el encuentro, la entrega como camino de vida.
Y también como humano donde se encuentra la desconfianza que se busca así mismo... que se cierra a construir su propio mundo... que no acepta límites.

LA PRESENCIA DE LA LUZ Y DE LA SOMBRA EN NOSOTROS MANIFIESTA LA PRESENCIA DE LA LIBERTAD.
EL RIESGO DE LA LIBERTAD.

No necesitamos recurrir a ningún enemigo exterior para hacerle cargo de nuestros actos que revelan nuestras opciones vitales.

Opciones - motivaciones - tendencias... que se manifiestan en las cosas que hacemos... en los valores que asumimos...
Las tentaciones revelan de alguna manera nuestra Identidad... en donde estamos parados... cuáles son nuestras prioridades... que motiva nuestra vida realmente... para qué vivimos...

En las tentaciones Jesús muestra que ha querido asumir a fondo nuestra condición humana... que no ha querido pasar por alto lo que significa crecer - tomar decisiones - jugarse... lo que significa la crisis - la lucha en nuestra vida... los ciclos vitales... momentos en donde las formas de expresar lo esencial caen porque no satisfacen - donde la experiencia de la soledad se hace más fuerte y la tendencia a recluirnos es vista como salida- donde los demonios de siempre cobran nuevas fuerzas y se muestran con rostros distintos - o bajo frases cuidadosamente elaboradas: "nunca me sentí como ahora con esta persona" (en la infidelidad)... "ya he dado tanto que ahora me toca a mí..." "si los demás no lo hacen ni se preocupan tanto porque yo sí..." "ya hace tiempo que no siento nada... será culpa mía?... o algo no estoy haciendo bien?... o tal vez todo es un invento?.  


Son estos los momentos que requieren una mirada y una interpretación nuevas... estas son CLAVE para continuar la búsqueda y no resolver lo que nos pasa de manera impulsiva.

El demonio le cita a Jesús la Escritura con una interpretación concreta de la misma - a la que Jesús responde con otra cita mostrando lo equivocado de dicha interpretación...
¿Quién tiene razón?... ¿Cuál es de Dios?...  ¿A qué idea de Dios responde cada una?
¿A que nos llama entonces? ¿qué es vivir en clave de seguimiento?

Porque tal vez seguimos siendo muy infantiles en nuestra relación con Dios... porque tal vez estamos cerrados en nuestras propias ideas de cómo tienen que ser las cosas... de lo que es la vida y por ende de lo que Dios nos tendría que dar... O PORQUE TAL VEZ NO NOS HEMOS ENCONTRADO CON UNA MIRADA NUEVA QUE DÉ LUZ A LO QUE VIVIMOS... QUE DIALOGUE CON ESA PARTE DE SOMBRA QUE LLEVAMOS Y NO LA CONDENE...
...es que en muchos se ha instalado el cansancio que viene con otros "parásitos" - la desidia (el para qué?) que lleva muchas veces a ejercer el autoritarismo como salida de la situación - la insensibilidad frente al dolor - la huida hacia la infidelidad o la doble vida - la búsqueda de la comodidad como prioridad en la vida cotidiana - el zafar de cuanto exija tiempo y esfuerzo... - etc.

Hacer propio los modos de Jesús - crecer en el seguimiento - como para crecer en la vida, no podemos no pasar por esos momentos en donde nuestra identidad es puesta en crisis... donde estamos invitados a volver a decirnos quienes somos.

"El hombre no vive solamente de pan...", le respondió Jesús.
Llevamos dentro un anhelo de que la vida sea algo más que saciar el hambre de pan... y lo notamos... pero a veces es preciso "ayunar" en querer satisfacer todo cuanto sentimos como necesidad... (podemos andar embotados - sedados...)
Crecer requiere aprender a colocar aquellas cosas que experimentamos como necesidad dentro del mundo de los significados... si no nos volvemos "animalitos".
Es de humanos tener un "porqué en la vida" que sea más fuerte que cualquier otra cosa... es lo que da sentido y verdadera libertad a la vida...  es lo que ilumina las renuncias y los fracasos...

Para los hombres y mujeres que se animan a responder a Jesús con sus vidas buscarán dentro de la Palabra esos significados... esos modos que dan verdadero sentido a la vida.

"NO tentarás al Señor, tu Dios"
Llevamos dentro un anhelo de Incondicionalidad y de una profunda búsqueda de reconocimiento... y a veces buscando esto nos hacemos de tantas maniobras para aparecer lo más parecidos a Dios ("perfectos" - "sin manchas")...
Delirios de grandeza... de sentirse mejores.... de saberlo todo... de creerse salvadores de los demás... importantes porque siempre están ocupados... crear grupos selectos - grupos de puros... no son más que formas de negación de lo que somos en verdad: "barro tosco y oscuro animado por el Espíritu"

Crecer es aprender a reconciliarnos con nuestra condición de criaturas... es pasar del miedo a la confianza en el DIos que nos llama HIJOS... y que nos hace hermanos entre nosotros...

"Adorarás al Señor, tu Dios
y a él solo rendirás culto...", le respondió Jesús.
Buscamos autenticidad - ser nosotros mismos... y a veces buscando esto hemos vendido parte de nuestra libertad creyendo en el poder que dan los otros o que dan las cosas... transformándolos en ídolos.
"Somos habitados" - y adorar es reconocerlo en nosotros y en los demás.
Y nadie puede ocupar ese lugar ni nadie puede entonces responder por nosotros frente a la vida... allí estamos solos con Quién nos habita.

LA TENTACIÓN NOS ACOMPAÑARÁ SIEMPRE...
En nuestra búsqueda de felicidad... de estar bien... a veces a cualquier costo... es que nos contentamos con otros "bienes" que nos hacen sufrir y nos esclavizan...  y herimos a los demás.
En el pecado hay mucha ignorancia... y aunque a veces llegamos a darnos cuenta que en algún punto hemos visto como un bien algo que no lo es... aún así nuestra libertad -a veces- sigue eligiendo el mal que no quiere.

Y estaremos invitados a gritar por nuestra liberación... 
y con el tiempo escucharemos aquello de Dios a san Pablo:

"¡TE BASTA MI GRACIA porque mi poder triunfa
en la debilidad...!" 2Cor 12, 8
TE BASTA QUE YO ESTÉ.
TE BASTA QUE YO SEA.


Que tú mirada se pose más en lo que hay de LUZ 
que en lo en que hay de falta...



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