Vivimos inmersos en la ilusión de que con nuestros pensamientos -y/o experiencias- abarcamos toda la realidad que vivimos... y más de una vez hemos tenido que reconocer lo prejuicioso que hemos sido al momento de aceptar lo que sucedía; y más de una vez hemos sido conscientes de que la realidad y su interpretación se nos escapaba.
Estamos invitados a vivir siendo conscientes de que la realidad es mucho más de lo que experimentamos y pensamos.
Tenemos que reconocer que toda realidad tiene muchas facetas desde dónde mirarla -y por ende de vivirla- y al mismo tiempo es simple por lo que señala o por lo que permanece escondido.
Sabemos, por historia personal y comunitaria, que en toda realidad se ponen en juego un conjunto de relaciones y vínculos que hace difícil tener una interpretación acabada y cerrada sobre la misma... es como sí fuésemos invitados a permanecer abiertos a lo que la realidad nos quiera revelar de nuevo... y esto tal vez después de mucho tiempo.
Anhelamos que nuestra vida sea algo más que la satisfacción de nuestras necesidades o el cumplimiento de nuestras expectativas; pero a la hora de vivir e interpretar la realidad la reducimos a nuestros estrechos y cortos deseos de seguridad y claridad... cómo si eso bastara.
Hacer "experiencia tabórica" con Jesús es descubrir que no existe nada que no pueda ser camino que nos revele -nos muestre- quiénes somos y lo que estamos llamados a ser.
Al no suceder en el templo -lugar del culto oficial- y sí en la montaña del Tabor, Jesús rompe con la división de lo profano y sagrado.
TODA LA REALIDAD QUEDA TRANSFIGURADA, es decir, toda situación, toda persona, se convierte en una posibilidad para encontrar ese "núcleo escondido" que nos hace conscientes de que la vida es mucho más de lo que estamos viviendo.
TODA LA REALIDAD QUEDA TRANSFIGURADA, es decir, toda situación, toda persona, se convierte en una posibilidad para encontrar ese "núcleo escondido" que nos hace conscientes de que la vida es mucho más de lo que estamos viviendo.
Subir con Jesús al Monte del Tabor -como "pasar a la otra orilla- es soltar lo que nos mantiene satisfechos y dormidos con todas sus interpretaciones y prejuicios. Es hacer el esfuerzo por "ponerse de pie" de los auto reproches y de las culpas que no sólo no nos aportan nada sino que además, nos hacen estar postrados y sumidos en la desesperación.
Hacer "experiencia tabórica"...
ES ABRIRNOS A LA ESCUCHA EN MEDIO DE LA OSCURIDAD.
ES "NO ESPERAR" LA CLARIDAD PARA CONFIAR.
ES APOSTAR POR LA APERTURA AUN CUANDO SE SIENTA MORIR.
ES ABRIRNOS A LA ESCUCHA EN MEDIO DE LA OSCURIDAD.
ES "NO ESPERAR" LA CLARIDAD PARA CONFIAR.
ES APOSTAR POR LA APERTURA AUN CUANDO SE SIENTA MORIR.
Esto es posible porque lo mejor está por llegar porque lo mejor ya está dentro nuestro; y para eso es necesario que se rompan los esquemas mentales, las valoraciones y los personajes que nos mantienen al pie de la montaña...
Es preciso hacer camino de libertad de tantas envolturas que nos mantienen ciegos y con las manos atadas para la compasión... como al Lázaro del evangelio.
Es preciso hacer camino de libertad de tantas envolturas que nos mantienen ciegos y con las manos atadas para la compasión... como al Lázaro del evangelio.
Hacer del Tabor nuestra experiencia cotidiana es dejar que nuestra manera de mirar la realidad se transforme... y comprender así que no todo es cómo lo estamos juzgando o interpretando... es dejar una "rendija abierta" para volver a mirar desde otro lugar... desde lo que permanece escondido -desde esa Presencia que todo lo ha hecho su tienda- ... para seguir abiertos a la escucha...
"BIENAVENTURADOS LOS PUROS DE CORAZÓN PORQUE ELLOS VERÁN A DIOS", les dijo Jesús.
Bienaventurados los de mirada simple porque permanecen abiertos...
el silencio,
Bienaventurados los de mirada simple porque permanecen abiertos...
el silencio,
el diálogo sincero y la atención a Dios aportan nuevas miradas
Bienaventurados los de mirada pobre porque reconocen los límites...
no todo es cómo se juzga o se interpreta
Bienaventurados los de mirada paciente porque aceptan los tiempos...
permaneciendo abiertos -aceptando el proceso- vienen otros modos de mirar lo vivido
permaneciendo abiertos -aceptando el proceso- vienen otros modos de mirar lo vivido
Bienaventurados los de mirada atenta porque no desprecian ninguna voz...
ni aquella que viene de la debilidad ni de la injusticia
ni aquella que viene de la debilidad ni de la injusticia
Bienaventurados los de mirada compasiva porque se saben con otros...
haciéndose gesto de presencia y caridad.
haciéndose gesto de presencia y caridad.
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