
Y lejos de hacer más suave el mensaje Jesús tensa el corazón hasta tal punto de que las personas que lo escuchan se ven exigidas a tomar una decisión.
"SEGUIRL0 O DEJARLO".
Al no conformar a todos, el entusiasmo por la persona de Jesús en estos momentos es sólo un recuerdo.
Esta situación de decisión en medio de lo dificultoso se hará presente en el camino de seguimiento, de igual manera que en la vida aparecen situaciones bajo los rasgos de la claridad y también de la oscuridad. ¿Qué hacemos cuando esto aparece en nuestra vida?, sabiendo que no hay verdadero crecimiento sin crisis... y que muchas veces las crisis nos muestran que no siempre sabemos lo que queremos.
Es la experiencia que tenemos cuando algo nuevo aparece frente a nosotros -más allá de si es bueno o malo, es nuevo-; y nos sentimos perdidos y ninguna de las respuestas anteriores parece darnos la seguridad de acertar con lo que debemos hacer.
Como no conocemos hacia donde somos llevados tenemos miedo...
Pero sólo es necesario volver a ponerse de camino, tal vez no hacía los mismos lugares de siempre.
Jesús había dado un signo -el pan-, había satisfecho el deseo inmediato de la gente pero también le había dado un significado totalmente distinto.
TODO ERA UN SIGNO DE OTRA COSA.
Contra todo lo razonable para quienes lo escuchan Jesús invita a vivir la vida desde una lógica de "siempre más" -desde una atención constante a sí mismo- que no puede ser reducida a la satisfacción de las propias necesidades porque nada ni nadie podrá alcanzarnos aquella plenitud de la cual somos unas "vasijas".
Jesús quiere llevar a la gente a descubrir que dentro hay otro tipo de hambre, otro tipo de deseo: ENCONTRARLE SENTIDO A LA VIDA más allá de lo que podemos conseguir o medir o controlar.
Y él se ofrece como camino.
Se presenta como alternativa que nada tiene que ver con lo esperable o con lo que para nosotros sería de "sentido común".
"EL ESPÍRITU ES VIDA.
LA CARNE DE NADA SIRVE."
Es como si preguntará al servicio de quién estamos... o cuáles son las ilusiones que seguimos alimentando.
O mirando nuestras preocupaciones ¿Qué es aquello que en verdad nos quita el sueño?.
O hacia dónde van nuestras quejas... o nuestros reclamos.
De qué estamos haciendo depender nuestra vida. ¿Cuál es nuestro norte?
"Espíritu" y "carne" .
Como si fueran dos maneras de afrontar la vida.
Podemos vivir creyendo que la vida es sólo saciar el hambre que proviene de nuestras necesidades que nos hacen sentir que siempre nos falta algo.
Hambre que nos hace identificar nuestra vida con las cosas que tenemos o con las satisfacciones que logramos.
Hambre que nos hace esclavos y nos sujeta a los reclamos que vienen de fuera.
Hambre que no tiene fondo.
O podemos dejar que nuestra "carne" este animada por el Espíritu haciendo de nuestra vida un espacio de Reino, es decir, un espacio de escucha, de disponibilidad, de aceptación a lo que está, de perdón a la vida como se presenta.
O podemos dejar que nuestra "carne" este animada por el Espíritu haciendo de nuestra vida un espacio de Reino, es decir, un espacio de escucha, de disponibilidad, de aceptación a lo que está, de perdón a la vida como se presenta.
Apostando por los modos de Jesús sin depender de lo que conseguimos, renunciando a toda ambición.
"Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo. Jesús preguntó entonces a los Doce: ¿También ustedes quieren irse?.
Pedro al igual que el resto de los doce se queda... tal vez sin saber muy bien por qué... tal vez lo sentirían como una injusticia abandonarlo.
"Simón Pedro le respondió:
¿A quién vamos a ir?"
Si tú tienes palabras que generan alivio y al mismo tiempo desafían.
Si tú tienes palabras que dicen la verdad de mi vida.
Si tú tienes palabras que llenan -satisfacen una búsqueda- pero que al mismo tiempo amplían horizontes.
Si tú tienes palabras difíciles de entender y aún más de vivir.
Si tú tienes palabras que no dejan nada en su lugar -descolocan- pero al mismo tiempo sacian.
SI TÚ TIENES PALABRAS CON SABOR A ETERNO.
TE SIGO...
Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? TÚ TIENES PALABRAS DE VIDA ETERNA..."
Pedro al igual que el resto de los doce se queda... tal vez sin saber muy bien por qué... tal vez lo sentirían como una injusticia abandonarlo.
"Simón Pedro le respondió:
¿A quién vamos a ir?"
Si tú tienes palabras que generan alivio y al mismo tiempo desafían.
Si tú tienes palabras que dicen la verdad de mi vida.
Si tú tienes palabras que llenan -satisfacen una búsqueda- pero que al mismo tiempo amplían horizontes.
Si tú tienes palabras difíciles de entender y aún más de vivir.
Si tú tienes palabras que no dejan nada en su lugar -descolocan- pero al mismo tiempo sacian.
SI TÚ TIENES PALABRAS CON SABOR A ETERNO.
Con sabor a original, sin dobleces, sin otras intenciones, claras, únicas.
Palabras que hacen surgir un hambre imposible de saciar.
Palabras que hacen surgir un hambre imposible de saciar.
Palabras que descubren lo mejor de nosotros,
¿A DÓNDE IR?
Estar contigo es como respirar Misterio, diría Pedro
Alejarme es como andar a la deriva... es perderme en tantas otras cosas que reclaman mi centro... sería abandonarme.
SERÍA PERDER EL SENTIDO DE LA VIDA. Sería darle la razón a la historia de lo injusto, de la incomprensión y del resentimiento.
¿A DÓNDE IR?
Estar contigo es como respirar Misterio, diría Pedro
Alejarme es como andar a la deriva... es perderme en tantas otras cosas que reclaman mi centro... sería abandonarme.
SERÍA PERDER EL SENTIDO DE LA VIDA. Sería darle la razón a la historia de lo injusto, de la incomprensión y del resentimiento.
TE SIGO...
pero también debo decir que no sé muy bien porque.
TE SIGO
TE SIGO
cuándo a tantos no les interesa preguntarse algo
cuándo el silencio del dolor y la muerte desarma toda razón
cuándo la iglesia desilusiona tanto
cuándo la debilidad nos aprieta y desanima
cuándo la familia no es hogar
cuándo la voluntad no acompaña
cuándo la eucaristía ya no convoca
cuándo el trabajar con otros cansa
cuándo somos víctimas del juicio y la marginación
cuándo el perdón se hace difícil
cuándo la oración es un "desierto poblado de aullidos"
cuándo el silencio es insoportable
Cuándo se agrietan los motivos por los que un día te elegimos.
Agrietados seguiremos caminando...
¿POR QUÉ?
PORQUE TU EVANGELIO JESÚS
ES AHORA NUESTRA TIERRA.
Y recordemos...
Sólo en el desierto se cuecen las verdaderas convicciones.
En la ausencia de certezas y apoyos aparece lo más genuino que llevamos dentro.
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