La FAMILIA que hoy celebramos es una familia que estará en muchos momentos de viaje; al menos una vez al año estará de peregrina a Jerusalén.
Al mismo Jesús, lo encontraremos en el camino... siempre saliendo... e invitando a estar de salida... o al menos estar en la puerta como centinelas... esperando al que viene... haciéndonos entender tal vez que la comodidad y la indiferencia son nuestros mayores obstáculos para dejarnos encontrar... para dejarnos transformar por la vida, dónde Dios está.
Y justamente esta imagen de "estar de camino", es una de las imágenes que más nos acerca a Dios.
NAVIDAD es imagen de ese Dios que está de viaje - que toma otro lugar - que desciende hasta lo más bajo de toda humanidad.-
Aceptar seguir a este Dios que está de camino, es haber aceptado caminar hacia abajo para encontrarnos con él.
Y este camino, no tiene otro comienzo, que el de reconocernos cómo somos, dejando atrás toda falsa imagen que no hace otra cosa que ocultarnos de los demás y separarnos.
Abajo, en lo profundo, no hay necesidad de personajes.
Por eso en Belén, nos han liberado de la necesidad de tener que fingir, de tener que mentir para tapar y ocultar nuestra fragilidad.
Dios, cómo en Jesús de Nazaret, está y viene a nosotros en nuestra propia humanidad, por eso, necesitamos -nos hará bien- quedarnos como desnudos... desamparados... sin defensas... como el establo que lo recibió... donde no había ni puertas ni ventanas.
En Navidad le permitimos a Jesús, pequeño y pobre y necesitado, nacido entre pobres, que sea la norma -el criterio- la vara con que medirnos y medir a los demás.
Donde todo sometimiento y toda prepotencia será entonces fruto de la ignorancia.
Y entonces podremos reconocer que nosotros también vamos "haciendo proceso", cómo Jesús, que lo iba haciendo ante Dios y ante los demás.
Podremos reconocer que nosotros también, tenemos TIEMPO y ESPACIO para crecer; y que por otro lado son los mejores regalos que podemos darle a los demás.
Espacio para crecer... para buscar... para ser ellos mismos... ni tan cerca que asfixie ni tan lejos que se experimente indiferencia... espacio que dé aire y que permita por sí mismo descubrir que hay horizontes... que hay oportunidad detrás de cada equivocación... al menos de aprender y eso ya es mucho.
Tiempo para crecer... para aprender... dar tiempo es haberse puesto en los zapatos del otro... es haber comprendido sus luchas... es soltar los propios criterios... es dejar de remarcar una y otra vez el mismo error... es dejar de llevar cuenta de lo que hace o no el otro... es soltar la propia ansiedad que pretende marcar los ritmos de la vida.
Es liberar a los demás, de la propia aprobación.
Dar tiempo y espacio para crecer, ayuda a encontrarse con la propia libertad de elegir desde dónde se quiere vivir; lo que la transforma en un espacio privilegiado para ejercitarse en la propia confianza.
Es un paso de humanidad reconocernos en camino, creciendo con otros; es haber descubierto que cualquier ambición, sea la que sea, es una esclavitud y la esclavitud genera violencia.
Tal vez estas -junto a muchas otras- sean las claves que hacen de las relaciones en torno a Jesús un lugar donde aprender.
Si Jesús aprendió a relacionarse allí en Nazaret, entonces NAZARET se convierte en una escuela de relación:
Si Jesús aprendió a relacionarse allí en Nazaret, entonces NAZARET se convierte en una escuela de relación:
Lugar donde se descubre y crece la propia identidad -aún con el riesgo de la angustia de sus padres y no siendo chantajeado con eso-.
Donde la vida es entendida como entrega -y no hay reclamos ni reproches por lo que se da-.
Donde se aprende a dar tiempo, como a la levadura con la masa, y a dar espacio sin tener que hacer nada, como el sembrador en la noche mientras la semilla germina sin saber cómo.
Donde el servicio es la actitud esencial para con los demás -y no un escalón para pisotear y mandar-. Dónde sos humanizado.
Donde el afuera es lugar de encuentro y de confianza -y no lugar del miedo y de la desconfianza, o del cansancio y la molestia, cómo a veces se lee de nuestros dichos y juicios- .
¿Qué escuchan de nosotros, los más pequeños, cuándo hablamos de los que "no son de los nuestros"?.
Se relacionó con toda vida humana como tierra sagrada... y esto mismo es lo que predicó con palabras y gestos.
PORQUE PROPIO DEL AMOR ES HACER SAGRADA TODA VIDA.
En el Amor que iba recibiendo... Jesús percibió el Amor entrañable de Dios, su Padre... y le fue bastando... entonces pudo acercarse a los demás sin defensas... no eran amenaza de nada... ni tampoco tuvo que usarlos obligándolos a algo para sentirse que él valía.
Hay personas que hacen sagrada la vida de los demás, AMANDO.
Descalzándose ante toda vida humana como si fuese "tierra sagrada".
Brindando tiempo y espacio para crecer... para ser.
No hay familias sagradas.
Hay personas que hacen sagrada la vida de los demás AMANDO y enseñando a amar.
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