Un modo que surge del saber QUIENES SOMOS... modo que re-descubre espacios donde entramos en contacto con quién nos habita.
A quién llamamos Padre.
¿De dónde entonces esa acumulación de desilusiones con respecto a los demás?
¿De dónde ese descontento con la propia vida?
¿Por qué esa obsesión por el tener o ese hambre por triunfar ante los demás?
¿Por qué preferimos la comodidad y la seguridad a aquello que es expresión de seguimiento a Jesús que por experiencia sabemos que nos hace más felices?
EL EVANGELIO DE HOY ES UN LLAMADO A LA LIBERTAD.
Libertad de creer que la felicidad vendrá de la mano de cuanto tengamos... o de la satisfacción de cuánta necesidad sintamos... o de los logros que obtengamos... o de los encierros estériles que justificamos.
Jesús nos descubre un camino donde somos liberados de la AMBICIÓN que muchas veces consume nuestras vidas dejándonos en el desaliento y la queja.
Un camino que nos sana las heridas causadas por la frustración de nuestras búsquedas de más... más poder...sentirnos más importantes… más aprobación… más cosas... dónde andamos, sin darnos cuenta, “compitiendo con todos”.
Un camino donde las apariencias y las máscaras que usamos para ocultarnos son consumidas por una Verdad que es más fuerte.
Jesús nos descubre un camino donde somos liberados también de la pretensión de creernos con el derecho de decirle a los demás lo que tienen que hacer... teniendo que soltar aún eso que creímos mejor para esos otros.

La libertad de Jesús que nos da verdadera IDENTIDAD nos abre a reconocer en los demás las mismas capacidades... la misma disponibilidad y las mismas luchas también... aunque aparezcan bajo rasgos desagradables para nosotros.
SEAN LIBRES porque LIBRES han sido creados.
Libres de lo innecesario porque no es posible cargar con tanto.
Libres de aquello que no depende de ustedes.
Libres de los parásitos y apegos enfermizos.
Libres de creerse con derecho a todo.
SEAN LIBRES
ABIERTOS A LA COMUNIÓN Y AL COMPARTIR.
Nos dice Jesús.
Aún después de tanto tiempo de camino de fe... necesitamos seguir entrando en la dinámica de Jesús que nos humaniza... nos libera de cuánta "relación" que después de darnos satisfacción inmediata nos dejó más vacíos y más esclavos.
Necesitamos seguir descubriendo que el sentido de nuestra vida no está en la acumulación ni el consumo excesivo porque éstas son contrarias a toda BONDAD.
EL "TENER" NO NOS HACE MÁS HUMANOS.
Necesitamos dejar de justificarnos tanto: no es posible un uso evangélico de los bienes que no contemple el bienestar de los demás... porque no es de Dios que algunos tengan tanto y otros tan poco.
Solo quienes se animan a la Libertad que da Jesús son capaces de disfrutar con menos.
Y se abren al dolor y a la miseria de los demás para responder creativa-mente...
Vivir en clave de Libertad nos hace abiertos al don de la vida... menos exigentes de cómo tienen que ser las cosas... más disponibles a vivir el hoy como se nos da.
Vivir en clave de Libertad nos hace más tolerantes y serenamente receptivos de la vida de los demás... así como están... así como son.
LA AMBICIÓN ENCEGUECE.
NOS VUELVE QUEJOSOS.
MENOS CONTENTOS.
MÁS INDIFERENTES.
MENOS AGRADECIDOS.
MÁS CELOSOS.
¡Señora santa pobreza!,
el Señor te salve con tu hermana la santa humildad...
La santa pobreza confunde a la codicia
y avaricia y cuidados de este siglo.
La santa humildad confunde a la soberbia
y a todos los hombres que hay en el mundo,
e igualmente a todas las cosas que hay en el mundo..."
del Saludo a las Virtudes de San Francisco