ENCONTRAR algo MÁS GRANDE que el PROPIO SUEÑO...

"...Francisco dormita bajo el espesor de las plumas y de la fiebre. Se recupera lentamente de una enfermedad."

Francisco da vueltas y más vueltas en su lecho. Da vueltas y más vueltas en su vida. Las sábanas están arrugadas, son desagradables al tacto, al frotarse con la piel sus pliegues enrojecen las carnes. la vida está agotada, ya no gusta tanto, se frota contra el alma. destruye el sueño.
Francisco no puede hablar con nadie. No puede confiar a nadie que quisiera dejar esta vida por otra y que no sabe cómo hacer.
¿Cómo decirle a los familiares: vuestro amor me ha hecho vivir, pero ahora me mata? ¿Cómo decirle a quienes nos aman que no nos aman?

Tres son las palabras que producen la fiebre. Tres palabras lo atan al lecho: "cambiar de vida". Ese es el fin. Es claro. Simple. No se ve el camino que lleva al fin. La enfermedad es la ausencia de camino, la incertidumbre de la vía. No estamos ante un interrogante; estamos dentro de él. Nosotros mismos somos el interrogante. Lo que quisiéramos es una vida nueva, pero la voluntad, que forma parte de la vida antigua, carece de fuerza. Somos como esos niños que tienen una pelota en la mano izquierda y no la sueltan hasta que están seguros de tener una moneda como pago en la mano derecha; quisiéramos una vida nueva pero sin perder la vida antigua.
QUISIÉRAMOS NO CONOCER EL INSTANTE DEL PASAJE, LA HORA DE LA MANO VACÍA.

Lo que nos enferma es la proximidad de una salud mejor que la salud ordinaria, incompatible con ella. Y bien, nos resistimos. Todas las cosas nos retienen: la madre, los amigos, las jóvenes damas. HEMOS DEJADO DE AMAR ESA VIDA, PERO POR LO MENOS SABEMOS DE QUE ESTÁ HECHA.
Si la abandonamos habrá un tiempo en el que no sabremos nada. Y lo que nos asusta es esa nada. Y es esa nada la que nos hace dudar, tantear, tartamudear, y por último volver a los caminos antiguos...

...Hay una época en la que los padres alimentan al niño, y hay una epoca que le impiden alimentarse. El niño es el único que puede distinguir entre estas dos épocas, y es el único que puede obtener una conclusión lógica: partir. No luchar. SObre todo no luchar, sino partir. Nada hay más temible para un hijo que oponer resistencia -espíritu contra espíritu- a su padre. OPONERSE A ALGUIEN ES TEÑIRSE MÁS O MENOS DE SU MISMO COLOR. El hijo que se fortalece en la lucha con su padre termina por parecérsele extrañamente en el ocaso de la vida.

Francisco de Asís atrapa al vuelo, con un instinto seguro, la ocasión del proceso que le hace su padre... Este tiene lugar a plena luz, frente al Obispo y al pueblo, convocados como testigos de la irritación paterna. NO dice nada ese día. No necesita decir nada para que lo entiendan. UN GESTO SERÁ SUFICIENTE. Las palabras del padre son severas, soberanas. El silencio del hijo responde a ellas punto por punto, las pulveriza una por una.

"Mírame. Mira la carne de tu carne, la sangre de tu sangre... Mírame con tus ojos de padre...
El padre Bernardone y el hijo Francisco. 
"Eres mi padre, pero yo he dejado de ser tu hijo Francisco... Tú eres mi padre. Eres mi padre sólo desde el momento en que comencé a vivir, y eso es bien poco.
Recupero todo lo que estaba antes de ti, corriente arriba. Regreso como el salmón a las aguas eternas...
No tengo ningún reproche que hacerte, pero es necesario que te deje, que haga los trabajos de mi padre, no los trabajos del vende telas a los ricos, sino los trabajos del que hace comercio con la lluvia, la nieva y la risa; es necesario que haga los trabajos de mi madre, no los de la madre que prefiere a su primogénito antes que a los hijos de los vecinos, sino de la madre que tiene la misma rudeza y la misma dulzura con todos, mi madre la tierra, mi madre del cielo...


Hoy he encontrado algo más grande que mi sueño. El Amor ha despertado mi vida durmiente.
He encontrado la vida y me dirijo hacia ella; combatiré por ella y serviré a su nombre.
Me voy ¿qué puedes hacer para evitarlo?
Te dejo todas mis vestimentas. POSEEMOS A LA GENTE POR LO QUE LE DAMOS. 
Te devuelvo todo lo que me diste, excepto la vida.
PERO LA VIDA ME VIENE DE ALGO MÁS QUE DE TI. La vida me viene de la vida y me dirijo hacia ella, hacia mi amiga con ojos como la nieve, mi pequeña fuente, mi única esposa.
LA VIDA, NADA MÁS QUE LA VIDA. 
LA VIDA, TODA LA VIDA..."

Un joven que se aleja desnudo de su padre.
Infancia que danza levemente sobre la tierra pobre...

("El más bajo" de Christian Bobin)

2 comentarios:

  1. Nunca en mejor tiempo. . . deseaba que me contestara. . . y me contestó!!
    Tus escritos . . tus palabras salen y no vuelven. . . porque han germinado. . y están dando frutos!!! FRUTOS DE VIDA!! GRACIAS y BENDICIONES !!

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  2. Nunca en mejor tiempo. . . deseaba que me contestara. . . y me contestó!!
    Tus escritos . . tus palabras salen y no vuelven. . . porque han germinado. . y están dando frutos!!! FRUTOS DE VIDA!! GRACIAS y BENDICIONES !!

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