domingo, 30 de octubre de 2022

LimiTAdos pero ABiertOs al enCUenTro... SALVADO. Lc 19, 1-10

«¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios! 
Sí, es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios». 

Los que escuchaban dijeron: «Pero entonces, ¿quién podrá salvarse?».

Jesús respondió: «Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios»
Lc 18, 24-27

Ante aquellas afirmaciones se nos presenta ahora lo sucedido en la vida de Zaqueo... "un pecador público que por curiosidad quiere ver a Jesús..."
Zaqueo es un "testimonio" de lo que le sucede a la vida cuando experimenta ACEPTACIÓN aún en medio de aquello que produce rechazo para otros.

ZAQUEO es testigo de la FUERZA TRANSFORMADORA QUE TIENEN LOS PEQUEÑOS GESTOS en la vida de las personas.

Zaqueo es la historia de una CURIOSIDAD VUELTA ENCUENTRO.
De una curiosidad que abre los ojos... aligera las cargas... y gratuitamente -sin haberlo buscado- se hace experiencia de aceptación para sí y para los demás.


Así como la parábola del fariseo y el publicano del domingo pasado... también hoy nos encontramos con una búsqueda... con un encuentro... y con la misma murmuración y el juicio de siempre.

Y Dios vuelve a recordarnos que ni Él habla de todo y de todos... porque ama... porque no deja de ver lo sagrado que habita en nosotros.

En Jesús, volvemos a encontrar a Dios recibiendo nuestra vida así como está y acompañando nuestras búsquedas así como aparecen.
RECIBIENDONOS... volviendo nuestra mirada -estrecha y oscurecida por lo inmediato- a lo más verdadero que hay en nosotros.

Zaqueo es un cobrador de impuestos al servicio del Imperio que somete al pueblo de Israel... es un marginado... es un traidor a las esperanzas de liberación del pueblo judío... es un aprovechador porque abusa de su cargo para su propio interés... y además es "de baja estatura".

¡Cuánto ropaje... cuánta armadura... cuanta prepotencia habrá que llevar para que el límite no sea lo primero que se vea!


Zaqueo... aun así... siente curiosidad por Jesús... y esto lo lleva a hacer algo muy ridículo... "subirse a un sicómoro"... a romper con los prejuicios... con las miradas que decían dónde estaba él... y donde también tenía que permanecer... Zaqueo rompe con las concepciones que le impiden ver a Jesús.
Pero aún aquello también podría convertirse en una simple rebeldía o en una fugaz expectativa... solo la apertura al encuentro... solo la compasión al más vulnerable convertirá su deseo de "ver a Jesús" en un signo de opción por los criterios del Reino.

Y Jesús -que no teme involucrarse... sino no andaría por los caminos- se detiene... y llamándolo por su nombre quiere compartir la mesa.
Para eso Zaqueo necesita bajarse... salir de los lugares que le han dado hasta ahora seguridad y falsa confianza... que lo han protegido de los demás.
Zaqueo necesita desinstalarse... necesita confiar.

La MIRADA -ESCUCHA- de Jesús y el NOMBRE dicho con tanta familiaridad se han vuelto para Zaqueo una puerta por donde le alcanza la confianza y queda restablecida su estima y su dignidad como persona.


Y su casa... sus cosas cotidianas... su debilidad y su deseo... sus espacios cerrados y oscuros... sus lugares de muerte y de vida... ahora son casa donde Jesús comparte.

Y SI DIOS ESTÁ...
TODO PUEDE ESTAR.

pERO qué difícil nos resulta saber encontrarnos!!!
Sabiendo ser para los demás posibilidad de camino -espacio de escucha y compresión- y no jueces que, creyéndose dueños de Dios, desestiman los pequeños y frágiles pasos de los demás.

Qué difícil nos resulta saber recibirnos así como somos... así como estamos!!!
Sabiendo percibir los signos de búsqueda - los verdaderos anhelos- aún en medio del pecado y de la cerrazón...

Recordemos,
que nuestra primera reacción es ya una primera interpretación.
Y si esta primera reacción es negativa aleja... violenta a quién la percibe... cierra... se vuelve muralla para muchos que todavía hoy se sienten condenados -"despreciables"- en nuestras comunidades.

Zaqueo sin haber dicho nada... sin ningún tipo de "confesión previa" es aceptado sin condiciones... es tratado con cariño... es escuchado no juzgado.

PORQUE PARA JESÚS NO HAY CASOS PERDIDOS.

Lo perdido - aquello por lo cual llegamos a despreciarnos - a dejar de confiar en nosotros - aquello por lo cual damos por perdida a alguna persona - ESO ES LO QUE JESÚS BUSCA Y SALVA.

Y el proceso de Zaqueo que comenzó por una simple curiosidad... al recuperar su dignidad de persona amada en la mirada incondicional de Jesús termina por vencer toda muralla... y se abre a los demás compartiendo de lo suyo y siendo justo con su trabajo... es salvado.

Salvado de sí mismo... por no poder encontrarse con él por el desprecio de su propio límite y el de los demás por su función de publicano.
Salvado de sí mismo por la compasión y la solidaridad con los demás.

UN ENCUENTRO LE CAMBIÓ LA VIDA.
Y POR HABERLO EXPERIMENTADO SU VIDA SE VOLVIÓ ENCUENTRO PARA LOS DEMÁS.

Una simple curiosidad...
Un paso fuera del qué dirán...
Un caminar atento...
Una mirada sin juicio...
Un nombre dicho con cariño...
Una escucha más allá de las apariencias...
Una casa abierta...
Una mesa compartida...
Un límite abierto...
Un corazón abierto a la compasión.
Presencia de Reino en Gestos humanos.

SUS MANOS... MIS MANOS.
LA INCONDICIONALIDAD HECHA MI CARNE.

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