- ¿Verdaderamente queremos vivir en clave de Jesús?.
- ¿Queremos dejar de lado esquemas de vida que nos hacen andar a la defensiva; o más ansiosos porque nada alcanza?
- ¿Queremos que sean iluminados esos espacios de oscuridad que aunque sentimos que nos arrastran... un poco de satisfacción nos dan?.
- ¿Qué le pasa a nuestros verdaderos anhelos -deseos- frente al encuentro constante con los límites?
Así como a los discípulos, a nosotros también, nos podrían hacer el mismo reclamo:
-"Hombres de Galilea,
¿Por qué siguen parados allí, mirando al cielo?..." (cfr. Hech 1, 1-11)
La fiesta de la ASCENSIÓN -que es una forma diferente de decir Resurrección - Glorificación - etc- viene a revelarnos que el camino de Jesús no terminó con la muerte sino en la VIDA.
Y que ese camino es el que transitan todas nuestras situaciones...
CAMINAMOS HACÍA LA VIDA.
La ASCENSIÓN de JESÚS inventa un tiempo.
Viene a llenar ese espacio ENTRE LO QUE SOMOS EN VERDAD... entre lo que nos habita... percibido por nosotros como futuro...
Y NUESTROS LÍMITES... aquello en donde -o por donde muchas veces andamos... o nos perdemos.
Con la Ascensión nos regalan un sentido nuevo para lo que vivimos... nos vuelven a decir que "vale la pena estar de camino"... que no somos ni tenemos que ser siempre así... que las cosas pueden transformarse... que es posible pasar de la cerrazón a la apertura - del juicio a la bendición - del egoísmo al don.
Para eso, NOS RENUEVAN UNA PROMESA:
EL PADRE QUE NOS QUIERE
ES NUESTRA CASA VERDADERA.
ES NUESTRO HOGAR MÁS SEGURO
DONDE PODEMOS ESTAR A SALVO.
Y ESTA DENTRO DE NOSOTROS.
ES LA VERDAD MÁS PROFUNDA.
Y como hablar de CIELO es otra manera de hablar de Dios…
entonces podemos decir que EL CIELO ESTA DENTRO DE NOSOTROS.
¿Acaso no lo hemos percibido cuando nos hemos encontrado, "aceptados y amados", en esos espacios que habíamos calificado como "lejos de Dios"?
¿O no lo hemos sentido cuando, llevados por un modo más humano de relación, hemos sido capaces de recibirnos como somos, sin juicio ni condenas?
EL PADRE QUE NOS QUIERE
ES NUESTRA CASA VERDADERA.
ES NUESTRO HOGAR MÁS SEGURO
DONDE PODEMOS ESTAR A SALVO.
Y ESTA DENTRO DE NOSOTROS.
ES LA VERDAD MÁS PROFUNDA.
Y como hablar de CIELO es otra manera de hablar de Dios…
entonces podemos decir que EL CIELO ESTA DENTRO DE NOSOTROS.
¿Acaso no lo hemos percibido cuando nos hemos encontrado, "aceptados y amados", en esos espacios que habíamos calificado como "lejos de Dios"?
¿O no lo hemos sentido cuando, llevados por un modo más humano de relación, hemos sido capaces de recibirnos como somos, sin juicio ni condenas?
¿No hemos sentido gozo y alegría después de servir a otros de manera desinteresada?; ¿o cuando hemos dado tiempo y lugar para que otros descansen de sus preocupaciones y dolores?
CAMINO... AMOR... ESCUCHA... SERVICIO... LUGAR.
ESPACIOS DONDE MÁS SE REVELABA QUE JESÚS ERA "UNO CON DIOS".
IR HACIA DIOS -hacia más Vida, hacia más apertura- ES IR HACIA LOS DEMÁS.
EL CIELO ES CAMINO DE MISIÓN; ES SER LUGAR DE DIOS SIENDO LUGAR PARA LOS DEMÁS.
PERO,
Nosotros seguimos por la vida recortándonos todo el tiempo... soy esto... soy este sentimiento... soy esta situación... soy este dolor... soy este pensamiento... soy está debilidad, soy esta falla... etc.
Necesitamos encontrarnos con el SILENCIO... allí somos despojados de las voces que escuchamos... que presionan... que nos hacen andar por la vida buscando aceptación - reconocimiento - cariño... Y cuánto más lo buscamos afuera más rechazados y menos entendidos nos sentimos por dentro...
Cuánto miedo a la SOLEDAD hay dentro de nosotros... andamos cómo "fugitivos" de nosotros mismos... y cuánto más la rechazamos o la negamos, más presente se hará.
¿DE DÓNDE VIENE ESO QUE NOS PASA?

ESPACIOS DONDE MÁS SE REVELABA QUE JESÚS ERA "UNO CON DIOS".
IR HACIA DIOS -hacia más Vida, hacia más apertura- ES IR HACIA LOS DEMÁS.
EL CIELO ES CAMINO DE MISIÓN; ES SER LUGAR DE DIOS SIENDO LUGAR PARA LOS DEMÁS.
PERO,
Nosotros seguimos por la vida recortándonos todo el tiempo... soy esto... soy este sentimiento... soy esta situación... soy este dolor... soy este pensamiento... soy está debilidad, soy esta falla... etc.
Necesitamos encontrarnos con el SILENCIO... allí somos despojados de las voces que escuchamos... que presionan... que nos hacen andar por la vida buscando aceptación - reconocimiento - cariño... Y cuánto más lo buscamos afuera más rechazados y menos entendidos nos sentimos por dentro...
Cuánto miedo a la SOLEDAD hay dentro de nosotros... andamos cómo "fugitivos" de nosotros mismos... y cuánto más la rechazamos o la negamos, más presente se hará.
¿DE DÓNDE VIENE ESO QUE NOS PASA?
Acercarse a la soledad es percibir que ella está cerca de algo que nos falta... de algo que esperamos... no le tengamos miedo... porque cuando somos capaces de ponerle nombre a lo que nos pasa... esto pierde parte de su poder.
DOLERÁ... GRITEMOS PORQUE ÉL LO HACE CON NOSOTROS.
Y permanezcamos allí por un tiempo... que hable nuestra pobreza... escuchemos... y entonces podremos percibir que también guarda un DESEO DE ABSOLUTO - un "anhelo de trascendencia"- de algo que permanezca para siempre; y allí sabremos que nuestra vida solo en DIOS -en está VIDA que es apertura, don y gratitud- TENDRÁ SU VERDADERO DESCANSO.
Y frágil y débil la soledad será la mensajera de un DON muy precioso... porque justamente DE LA DEBILIDAD SENTIDA -sufrida, aceptada y transformada - "amada de Dios" - SURGEN LA MISERICORDIA Y LA PASIÓN POR LA VIDA.
Pero nosotros no queremos ir por ese camino... preferimos que algo nos calme inmediatamente.
Y solo por ese camino descubriremos quiénes somos en verdad y en quién en verdad confiamos.
LA ASCENSIÓN DE JESÚS nos grita que vale la pena HACER CAMINO porque estamos HECHOS DE TIEMPO... aunque a veces tendremos que bancarnos el retroceder... o el estar detenidos... siempre podremos retomarlo.
PORQUE EN EL PADRE QUE NOS HABITA
"VIVIMOS... NOS MOVEMOS Y EXISTIMOS..."
DOLERÁ... GRITEMOS PORQUE ÉL LO HACE CON NOSOTROS.
Y permanezcamos allí por un tiempo... que hable nuestra pobreza... escuchemos... y entonces podremos percibir que también guarda un DESEO DE ABSOLUTO - un "anhelo de trascendencia"- de algo que permanezca para siempre; y allí sabremos que nuestra vida solo en DIOS -en está VIDA que es apertura, don y gratitud- TENDRÁ SU VERDADERO DESCANSO.

Pero nosotros no queremos ir por ese camino... preferimos que algo nos calme inmediatamente.
Y solo por ese camino descubriremos quiénes somos en verdad y en quién en verdad confiamos.
LA ASCENSIÓN DE JESÚS nos grita que vale la pena HACER CAMINO porque estamos HECHOS DE TIEMPO... aunque a veces tendremos que bancarnos el retroceder... o el estar detenidos... siempre podremos retomarlo.
PORQUE EN EL PADRE QUE NOS HABITA
"VIVIMOS... NOS MOVEMOS Y EXISTIMOS..."